sábado, 27 de diciembre de 2008

Despropósitos de Año Nuevo

Están muy seguros de lo que hicieron: saben que hicieron el bien y no les importa lo que digan los demás

El año viejo se va. Son tiempos de reflexión y buenos propósitos. Queremos borrar o aminorar la parte de nosotros que no nos gusta y reforzar lo que hicimos bien. La excepción confirma la regla y hay algunos -como el Gobernador- que lo que tienen son despropósitos -dicho o hecho fuera de razón, de sentido o de conveniencia- están muy seguros de lo que hicieron: saben que hicieron el bien y no les importa lo que digan los demás.

El 23 de abril del año que está por terminar, el Gobernador de Jalisco hizo un papelazo de órdago: mentó madres; emboletó al Cardenal en un supuesto "buen desmadre" que traían; regaló 15 millones de pesos; pidió el perdón de los pecados por anticipado, fast-track y sin arrepentirse; por lo menos pisoteó el principio democrático del respeto a las minorías (falta ver si realmente eran tan poquitos como él creía). Si cualquier civil hubiera hecho lo mismo, habría sido llamado "El payasito de la fiesta".

Ocho meses después, el Gobernador se empeña en construir la secuela de aquel bochornoso espectáculo. "Regala 10 millones" tituló MURAL el 19 de diciembre la nota que daba cuenta del acto en que el Gobernador anunciaba que había destinado 10 millones de pesos a personas de escasos recursos con motivo de la Navidad. El Gobernador habría expresado: "¿Cuánto vale una sonrisa de los hijos?, ¿cuánto vale un momento de felicidad?, ¿cuánto vale la satisfacción del papá al saber que su hijo será atendido en su cartita por el Niño Dios?" Hay un hilo conductor entre ambos actos. En abril de este año, el beneficiario del "pinche papelito" era la Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos, A.C; el monto: 15 millones de pesos. El 18 de este mes, los 10 millones serían repartidos entre 10 mil familias en situación de pobreza. Mil pesos por familia. Las familias beneficiarias son las que se encuentran registradas en el padrón del Banco de Alimentos.

En abril se decía que con 15 millones de pesos se construirían -suficientes- bancos de alimentos para resolver el problema del hambre en Jalisco. A ocho meses de distancia no sabemos el grado de avance de esas obras. Suponiendo que con 15 millones de pesos se resolviera el problema del hambre -según palabras del Gobernador en aquella fatídica noche- y sin ánimo de menospreciar el enorme valor de la "satisfacción de los papás al saber que su hijo será atendido en su cartita al Niño Dios", ¿no sería mejor invertir los 10 millones de los regalos navideños en el proyecto de construir bancos de alimentos?

El asunto se complica cuando vemos que el Banco Diocesano de Alimentos tiene una relación estrecha con la Iglesia católica, y acudiendo a la memoria encontramos en febrero de este mismo año las palabras del Cardenal Sandoval: "Les da de comer un día, dos días, un año, dos años a los pobres, pero no los saca de pobres; y, además, se gasta en esos subsidios lo que debería de usarse en la infraestructura del País (en este caso del Estado) para que todos puedan progresar, todos puedan tener trabajo, educación y salud". El Cardenal declaraba en esos términos en febrero del 2008 y señalaba que "dar dinero del Gobierno a los pobres, es populismo".

Si se acude a la página del Banco de Alimentos http://www.amba.org.mx, encontraremos el "Directorio de Donadores", y ahí se puede buscar uno por uno -y supongo que encontrar a todos- los generosos donadores a este proyecto... el problema es que entre los nombres de Sabritas, Jumex, La Costeña, etcétera ¡¡¡no aparece el donador del "pinche papelito"!!! ¡Vamos, ni el Gobierno de Jalisco ni el Gobernador! Algunos dirán: solamente aparecen las empresas privadas y no las entidades gubernamentales. Pues no. Sí aparece SAGARPA, SAT, INDESOL, etcétera. Vaya que está salado el donativo, o debe ser tan pequeño comparado con lo que donan las demás empresas y entidades que no alcanza para salir en la Web.

La historia no termina ahí. Si consultamos la página del Banco de Alimentos, cuyo padrón -según el Gobierno- fue el que sirvió para entregar los 10 millones (mil pesos para diez mil familias) para regalos de Navidad... nos encontramos con otro pequeño detalle: la organización no tiene cobertura en prácticamente ninguno de los Municipios más pobres de Jalisco. La culpa no la tiene el banco, cuya labor es encomiable, sino que es del Gobierno por no ser capaz siquiera de contar con un padrón de las familias más pobres de la entidad y por tratarnos de engañar de que con esos 10 millones se estaban atendiendo las familias más pobres de la entidad. La culpa también es de nosotros por dejarnos engañar con tanta facilidad.

El Gobernador también declaró esta semana que "la mentada no le hizo daño a nadie" (sic). Puede ser -me resisto a creerlo- que tenga razón. Pero, más allá de lo anecdótico del insulto, hay asuntos que deben conocerse.

¿Si el donativo al AMBA hizo bien, por qué no aparece publicitado en su página? ¿Cuántos bancos de alimentos -de los que se dijo se construirían- fueron edificados con los 15 millones de pesos entregados en abril? ¿Por qué el Gobierno no cuenta con un padrón de las familias con mayor grado de marginación en la entidad? ¿Si lo tiene, por qué prefiere acudir al de una organización privada con cobertura -muy- limitada? ¿Por qué no se sabe con anticipación adecuada -y no a toro pasado- en qué se va a regalar el dinero público, a quiénes y con qué criterios?

Ojalá y uno de los propósitos de año nuevo sea encontrar respuesta a esas y otras interrogantes, y no evadirlas, disfrazarlas, enredarlas o pretender convertirlas en virtudes inexistentes. Bienvenidos los propósitos del año nuevo y que con el año viejo se mueran los despropósitos.

rogelio_campos@yahoo.com

sábado, 20 de diciembre de 2008

¿Administrar o enfrentar?

México es uno de los países de la región que registra mayor nivel de desigualdad -brecha entre los más ricos y los más pobres-, medido por el Índice de Gini

Sin duda, la de ayer es una de las declaraciones más atinadas de todas las que ha expresado el Presidente de la República. Al referirse al combate a la delincuencia, Calderón dijo: "el haber ignorado o pretendido administrar la delincuencia, en lugar de enfrentarla con determinación en el pasado, trajo consecuencias funestas para México".

Independientemente del sutil golpe que asestó a su antecesor, Calderón puso el dedo en la llaga. Sus palabras son un referente obligado para abordar la situación del País, no solamente la relacionada con el tema de seguridad.

Por ejemplo, analicemos bajo la óptica discursiva presidencial los temas de la pobreza y la desigualdad, y tratemos de responder a la interrogante ¿en México se ignora, se administra o se enfrenta la pobreza y la desigualdad? México es uno de los países de la región que registra mayor nivel de desigualdad -brecha entre los más ricos y los más pobres-, medido por el Índice de Gini. En ese mismo sentido abona el dato del Banco Mundial que refiere que México se ubica en el lugar 70 respecto al ingreso per cápita. Para no dejar lugar a dudas, la misma fuente reporta que nuestro país tiene el lugar 80 -empatado con Botswana- en cuanto a capacidad adquisitiva.

La respuesta a la pregunta difícilmente puede apuntar a que en México se enfrenta o se combate la pobreza y la desigualdad. La administración de estos temas con programas sociales de mediano impacto también resulta funesta para México.

El mismo caso aplica para el Índice de Libertad Económica que mide la Heritage Foundation, donde nuestro país se ubica en el lugar 60, o en el caso de la competitividad que nos ubica -el Foro Económico Mundial- más o menos en la misma posición.

Definitivamente no se puede enfrentar o combatir esta problemática con una recaudación fiscal como la que reporta México, ridícula cuando la comparamos con otros países. México ronda el 12 por ciento de recaudación con relación al PIB; el dato contrasta frente a lo que reportan Brasil, Argentina y Chile, que se ubican en la franja del 20 por ciento, ni hablar de la Unión Americana y Canadá, que casi alcanzan el 30 por ciento, o de la Unión Europea, que supera a los países de América del Norte.

Nuevamente la pregunta resulta obligada: ¿se ignora, administra, enfrenta o combate la evasión fiscal en México? Las evidencias no podrían engañar sino a los que se quieren dejar llevar por los cuentos de que la causa de la evasión o defraudación pasan por la economía informal, lo cual sataniza en la mayoría de los casos a pequeños o medianos comerciantes. Si los datos duros demuestran que tenemos un país desigual, con una concentración de la riqueza que no reportan los países ricos, la conclusión es contundente: la evasión fuerte se ubica en donde se concentra el grueso de la riqueza.

Si el problema de la evasión se administra, y en otros casos de plano se ignora, no hay forma de enfrentar y combatir los problemas sociales con la única herramienta que se puede hacer eficazmente: el gasto público. Lo único que queda es administrarla con prácticas disfrazadas de filantropía, con publicidad que, en éste como en otros casos, vende gato por liebre y trata de hacer ver los micro o pequeños ajustes como las grandes y esperadas reformas.

John Womack, historiador y estudioso de México, de la Universidad de Harvard, dijo en noviembre del 2006 que "el próximo presidente llega a Los Pinos en una condición de debilidad política, por lo que si no da golpes de timón o no desafía muchos intereses, como los de los banqueros, fracasará.... si mantiene esta conducta no va a ganar nada.... lo que hace falta es apostarle a un gran golpe de timón al interior de su propio grupo, los panistas, y ponerse a la cabeza de un proceso que conduzca a reformas políticas y a un pacto social".

Las palabras de Womack se funden con las expresadas ayer por Calderón: "el haber ignorado o pretendido administrar la delincuencia, en lugar de enfrentarla con determinación en el pasado, trajo consecuencias funestas para México". Todo es cuestión de agregar, además de la delincuencia, los grandes y graves problemas que enfrenta nuestro País: pobreza, desigualdad, falta de competitividad, libertad económica, inversión en la ciencia y la cultura, evasión fiscal.

Palabras sabias las de Womack y las del Presidente. La mala noticia es que llevamos -de este sexenio- dos años ignorando o administrando los problemas. La buena es que quedan cuatro años y todavía se puede hacer algo, aunque parece difícil que Calderón asuma el reto de Womack... pero es tiempo de nuevos deseos y esperanza. Ojalá.

rogelio_campos@yahoo.com

sábado, 13 de diciembre de 2008

Se perdió el romance

Resulta desconcertante la visión del Gobernador de Jalisco respecto a la causa y solución de los problemas sociales. Así lo demuestran sus declaraciones, que ya marcan una clara tendencia a culpar a la ciudadanía de los males que padece.

El 16 de febrero del año en curso, MURAL publicó "Reparte Emilio culpas; omite tema en informe". La nota hace referencia a la muerte del niño Miguel Ángel López Rocha, quien falleció ahogado en las aguas del Río Santiago. González Márquez cuestionó "¿Quién va a dar la cara por la muerte de Miguel Ángel? ¿A quién le aplicamos el peso de la ley? ¿Quién es responsable de que el 80 por ciento de las aguas de Jalisco estén contaminadas?".

Muy lejos ha quedado el discurso panista que encontraba (en la simbiosis PRI-mal Gobierno) a los culpables con facilidad. Se llegaba rápida y contundentemente a una conclusión irrebatible.

Ahora el PAN ha venido ejerciendo y envejeciendo -que no necesariamente madurando- como partido en el poder. Con la vejez ha llegado la reflexión, se ha ido diluyendo el brío, el ímpetu y el idealismo de cambiar a México: "lo malo" ya no es más culpa exclusiva del Gobierno, ahora la culpa se comparte y la responsabilidad se diluye.

El partido joven ha cedido el paso a la pérdida de su apetito por cortejar a la novia ciudadanía, a la novia sociedad. Una vez cortejada, el partido se ha descuidado: luce descuidado, panzón fodongo. Además, le empieza a encontrar los defectos a su pareja, la que enamoró y confío en él. Para cortejarla, el joven novio veía las virtudes de la hermosísima dama que no era apreciada por el galán en turno, que la engañaba, no la apreciaba, la maltrataba.

Una de las mayores virtudes de la novia sociedad radicaba en que, a pesar de lo malo que era el pelafustán, todo lo bueno de esa relación era gracias a la doncella. Era tan buena que a pesar de lo grotesco del patán tenía la capacidad de irradiar sus atributos y generar los activos de la relación. No solamente era bella, sino esforzada al grado del heroísmo. La bella además era benevolente y paciente frente a la bestia que se la había robado.

El joven apuesto, decente, trabajador y honesto logró convencer a la princesa -llena de atributos- de entablar una relación prometedora. Ahora, el novio galante le reclama a la novia, ser corresponsable de los males que aquejan lo que debería ser una espléndida relación.

El pasado jueves MURAL publicó "Endosa Gobernador la responsabilidad". La nota transcribe las declaraciones del Mandatario con motivo del lamentable suceso en que perdiera trágicamente la vida una señora al ser asaltada: "Muy seguido se presentan ante mí personas de nuestra comunidad, a señalar deficiencias en nuestras corporaciones, y la primera pregunta que hago es: ¿permitirías que tu hijo fuese un servidor público en el área de Seguridad?... Hasta ahora no he encontrado a un solo hombre prominente de Jalisco que me diga que sí, que acepte que sus hijos participen como policías. Y estoy hablando de directores de medios de comunicación y estoy hablando de empresarios y estoy hablando de personajes encumbrados en todas las esferas de nuestra sociedad". Nuestro Kennedy remató "¿Por qué, entonces, reclamamos a la autoridad en Policía lo que no estamos nosotros dispuestos a dar?".

La novia -a los ojos del otrora enamorado- nuevamente no está poniendo su parte. La dama ahora es horrorosa; sucia con sus aguas y descuidada, egoísta, sin compromiso en su propia seguridad. Por si fuera poco, esta doncella se ha vuelto demandante y reclama lo que el ¿todavía? enamorado le había prometido.

Vaya que le llueve a la doncella. El enamorado veía como adorable gracia su actitud de querer mejorar, de atreverse a reclamar o cuestionar.... Ahora esa gracia se ha convertido en defecto, defecto que irrita y molesta al novio, al grado de sacarlo de sus casillas.

Ayer MURAL publicó "Reclama Emilio destacar crimen". La nota refiere la reacción del mandatario ante la publicación en MURAL del trágico suceso ya referido: "Los medios impresos sensacionalistas, no todos los casos los llevan a primera plana, solamente los que creen que pueden generar escándalo... No es con los empresarios, aunque MURAL quiera lucrar con eso, no quiero hacer escándalo, pero quiero hacer conciencia y hablar con claridad, porque yo respeto que cada quien hable, pero también yo tengo cosas que decir".

Cuando el joven novio cortejaba a la dama, encontró en los medios los aliados para hacerle ver a la doncella los maltratos propinados por el barbaján que tenía por pareja. Eran los medios quienes le hacían ver a la novia los defectos del salvaje. Aquel joven, apuesto y amoroso novio pasó de ver los defectos del primer amor de su amada y ahora sufre los de ella y los de quienes injustamente lo critican a él. Su envejecimiento le ha hecho olvidar las virtudes de la dama; también le impide recordar las razones que lo llevaron a conquistar a la doncella que él ya no ve. Ahora parece sufrirla.

rogelio_campos@yahoo.com

sábado, 6 de diciembre de 2008

Hace una semana se daba a conocer -por un trabajo de investigación de la periodista Anabel Hernández- un documento inédito que había sido emitido en mayo del 2007. Se trata de la sentencia que anuló el matrimonio religioso de Vicente Fox con Lilián de la Concha. El Tribunal de la Rota Romana -con sede en El Vaticano- no solamente dejó sin efectos el vínculo matrimonial de Fox -lo que resultaría un asunto meramente privado- sino que revela el estado de salud mental del ex Presidente. Fox no se ha pronunciado al respecto... ni lo hará. Sus fuertes y públicas convicciones religiosas no se lo permitirían. Sus ganas de volverse a casar, tampoco. El que calla otorga, y Fox ha otorgado.

El procedimiento de anulación se llevó a cabo durante la Presidencia de Fox. La conclusión es escalofriante: los "serios problemas psicológicos" existían mientras Vicente era Presidente. El Tribunal de la Rota Romana contiene un dictamen que determina que Fox tiene propensión a fingir, a llamar la atención; tiene una forma trastornada de ver las cosas. El suceso ha despertado un incipiente debate sobre la conveniencia de aplicar exámenes de aptitud mental a los gobernantes y de considerar pública esta información.

Dentro del procedimiento, Fox -que era el solicitante de la anulación matrimonial- señaló que su esposa tenía problemas sicológicos: no se encontró nada al respecto; pero en él, que era quien hacía el señalamiento, sí.

Los medios se han encargado de difundir los trastornos de Fox, pero no se ha detallado en qué consisten los mismos. Resulta conveniente detenernos a conocer los detalles. Es posible que mientras lea la descripción de los trastornos sea inevitable que vengan imágenes de otros personajes que se encuadran en la descripción.

Se llegó a la conclusión de que el ex Mandatario tiene -o tenía en ese momento- desórdenes de personalidad histriónica-histérica. Quienes padecen este trastorno buscan llamar la atención siempre, son inconformes y se sienten no apreciados cuando no son el centro de atención, tienden a tratar de llamar la atención hacia su persona y pueden, inicialmente, encantar a nuevos conocidos con su entusiasmo y aparente apertura y simpatía.

Quienes padecen este trastorno, para darse importancia representan un papel. En la medida que se desarrolla el papel es en la que les hace falta emoción propia y verdadera, según el erudito K. Schneider -consultado por la Rota-. Estas personalidades no son capaces de tener una relación afectiva o verdaderamente profunda.

Los histriónicos buscan constantemente el consuelo y/o la aprobación. No soportan las críticas o la desaprobación. Son muy influenciables por otras personas. Frecuentemente son incapaces de entender su propia realidad, sobreactúan y exageran. Culpan a otras personas de sus fracasos y decepciones y así se libran de su malestar.

Por si lo anterior fuera poco -y además del histrionismo- a Fox se le diagnosticó narcisismo grave. Las personas con este desorden suelen ser hirientes en sus señalamientos; tienen un grandioso sentido de autoimportancia; exageran sus logros y capacidades; esperan ser reconocido como superiores sin los logros proporcionados. Resulta habitual que sobrevaloren sus capacidades y cualidades.

Los narcisistas están preocupados por fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez; sienten que se les deben privilegios; creen que son especiales y únicos; exigen una admiración excesiva; son explotadores y asumen que los demás están muy interesados en su bienestar; envidian a los demás o creen que los demás los envidian; devalúan a los que son reconocidos, porque piensan que ellos son más merecedores del reconocimiento.

Esta combinación de elementos -narcisismo e histrionismo- produce una visión trastornada de las cosas, reacciones emotivas inadecuadas, dificultades en las relaciones interpersonales y en el control de los instintos.

Resulta escalofriante que las decisiones presidenciales se hayan tomado por una personalidad con estos trastornos. Sin embargo, hoy entendemos muchos de los episodios que en su momento rayaban en lo ridículo. Los mexicanos nos dimos cuenta muy tarde de esta situación. Pero como suele ocurrir en estos casos, el hallazgo fue fortuito, si Fox no hubiera pretendido anular su matrimonio religioso, difícilmente nos habríamos dado cuenta ¿Qué procedía si nos hubiéramos dado cuenta antes del 2006?

El episodio es para reflexionar sobre la pertinencia de que los personajes que dirigen instituciones se sometan a exámenes de aptitud sicológica y se discuta sobre la publicidad de este tipo de información. Esto debe servirnos de experiencia para observar e identificar las actitudes de los -actores políticos- histriónicos y narcisistas que no se quieren quedar atrás de Fox y que hacen gala de sus trastornos a todo lo que da.

rogelio_campos@yahoo.com

sábado, 29 de noviembre de 2008

Bizantinos y tapatíos

Hoy se inaugura la XXII Feria Internacional del Libro de Guadalajara, la más relevante del mundo de habla hispana y la segunda en importancia en todo el orbe. Como ya es una sana costumbre -de esas que escasean- se ofrece un rico programa literario, artístico, cultural y académico.

Una de las actividades que se encuentra en el programa académico es el "VIII Encuentro Internacional sobre Cultura Democrática", coordinado por José Trinidad Padilla López, director del Instituto de Investigaciones en Innovación y Gobernanza de la UdeG. Dentro del programa de este encuentro figuran grandes personalidades, pero de manera especial me referiré al Doctor Rodrigo Borja.

Rodrigo Borja ha logrado conjuntar el pensamiento y la acción. Profesor universitario e investigador de las ciencias sociales, autor de varios libros, fundador de un partido político, orador de excepción y Presidente de Ecuador (1988-1992).

Borja ha sido reconocido con el grado de Doctor Honoris Causa por la Sorbona de París, por la Universidad de Buenos Aires, la de San Andrés de Bolivia y la del Norte de Carolina en la Unión Americana, además de condecorado por los Gobiernos de España, Francia, Portugal, Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, México, Venezuela y República Dominicana.

Rodrigo Borja es una verdadera rareza. Se encuentra en la pirámide del homo politicus. Bajando los laberintos de esa pirámide encontramos algunos académicos o "intelectuales" que se meten a la política y fracasan. Todavía son más los políticos que se encuentran a años luz del mundo de las ideas, la academia o la investigación. Pocos son los reconocidos por universidades y condecorados por otros Gobiernos. Si seguimos descendiendo por esos laberintos, encontramos políticos que llegan a tener un gran desorden mental imposible de esconder. Recientemente ha sido documentado y publicado que Vicente Fox fue dictaminado como inestable emocional por especialistas, dentro del proceso de anulación de su matrimonio que se llevó ante los tribunales de la Santa Sede y que le impide volverse a casar si no cuenta con una autorización especial.

Probablemente la obra más conocida de Rodrigo Borja es La Enciclopedia de la Política, libro de cabecera de estudiantes y profesionales de las ciencias sociales, periodistas y editorialistas. En esa ambiciosa obra, Borja muestra su enorme bagaje cultural y lo hace de acuerdo al personaje que es: con fineza y categoría.

En esta enciclopedia hay cientos de definiciones. Aquí me referiré a la que encontramos sobre "discusión bizantina". Es una discusión ociosa, estéril e inútil; el origen se encuentra en Constantinopla -antigua Bizancio- donde se discutía sobre el sexo de los ángeles en los momentos en que los turcos otomanos estaban a punto de conquistar la ciudad. La discusión se desarrollaba durante la época de división entre los imperios romanos de oriente y occidente; los cristianos se enredaron en diluciones hasta que vino el cisma de Focio, que separó la iglesia griega de la latina, agudizando las diferencias que las dos iglesias tenían sobre la autoridad del Papa, la castidad sacerdotal, la Inmaculada Concepción, el Purgatorio, la Santísima Trinidad, etc. En medio de estas dificultades -dice Borja- los ortodoxos se pusieron a discutir sobre el sexo de los ángeles. Se la consideró una discusión absurda e insustancial, bautizada como "discusión bizantina". El término se usa para ridiculizar este tipo de disquisiciones.

He querido referirme al término "discusión bizantina", para proponer un nuevo término: "discusión tapatía". Llámase así a la que, por sus características propias, no encaja adecuadamente en la definición de discusión bizantina. Con frecuencia se da entre la clase política, en las cúpulas empresariales, en algunos medios de comunicación y en algunos de los pocos grupos de lo que -sin saber- llaman sociedad civil.

El origen de esta frase lo encontramos en los últimos años del siglo 20 y principios del 21 en la ciudad de Guadalajara, en el occidente de México, y se refiere a los intrascendentes debates que evaden los temas importantes y ponen énfasis en aquellos que no lo son. Mientras el Estado de Jalisco -y con él Guadalajara, su capital- se encontraba descendiendo en todos los indicadores económicos y sociales, los tapatíos se enfrascaban en debates sobre los temas que surgían día con día, no siendo capaces de encontrar o dar continuidad a los temas verdaderamente trascendentes o vertebrales.

Los tapatíos podían discutir desgarrándose las vestiduras ante ciertos temas, pero sólo por plazos muy cortos, siendo incapaces de recordarlos por más de dos semanas; tampoco tenían la capacidad de ligar dos o más temas que tuvieran una línea en común. En el lenguaje cibernético, se les atribuía tan sólo la instalación de memoria RAM, pero carecían de disco duro y de procesador.

Este tipo de discusiones también tenían como característica criticar las obras y actividades que sí se concretaban y se realizaban con éxito -como la FIL. A éstas se les pretendía encontrar todos los defectos, mientras que el mundo las reconocía. Al mismo tiempo, los tapatíos eran incapaces de criticar los proyectos convertidos en eternos embriones, las obras inconclusas o las que fracasaban, o al menos no por más de dos semanas -por aquello de la memoria RAM-.

Las discusiones tapatías se caracterizan también por vivir de glorias pasadas, de recuerdos de una ciudad de la que poco quedaba, cuando estas discusiones se desarrollaban, y muchas veces se terminaban, con la verdad oficial contenida en felices declaraciones de funcionarios. La mayoría de las ocasiones en ellas no se recurría a los datos duros, sino a los "piensos". En estas discusiones abundaban los charlatanes y los fariseos. Privaban los mojigatos que decían una cosa y en la práctica hacían otra.

Es tiempo de feria, de celebración de la cultura y de regocijo por los visitantes que nos honran con su presencia. Felicidades a la FIL en su XXII aniversario y muy en especial a Carlos Fuentes por sus 80 años.

rogelio_campos@yahoo.com

sábado, 22 de noviembre de 2008

¡Aguas!

¿El agua que usamos y consumimos es de buena calidad, está certificada, cumple con la norma? Sin duda son preguntas de la mayor importancia que invitan a la reflexión. Los habitantes de la Zona Metropolitana de Guadalajara formamos una sociedad diversa. Tenemos diferencias en diversos ámbitos: ideología, religión, valores, identificación o rechazo con partidos políticos, equipos de futbol. Pero también hay aspectos que más o menos nos igualan, como los servicios públicos. Hay otros puntos que aun nos igualan más: el aire que respiramos y el agua que consumimos.

El pasado 13 de noviembre, MURAL publicó "Tratan el agua, no la potabilizan"; la nota da cuenta de las declaraciones de José Antonio Gómez Reyna, investigador del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías de la Universidad de Guadalajara (UdeG), y se refiere al agua de consumo en Guadalajara. El investigador afirma que si bien el agua se trata, no tiene la calidad suficiente para ser potable.

Al día siguiente, MURAL publicó "Garantiza el SIAPA potabilización del agua". Los funcionarios del organismo aseguran que el agua que se abastece en la ZMG sí es apta para uso y consumo humano, que es cien por ciento potable, pues los procesos que realizan en sus plantas cumplen los 49 parámetros que marca la Norma Oficial 127 en cuanto a las características del líquido. Vamos, dicen que se puede tomar agua de la llave sin ningún problema. ¿Usted a quién le cree?

Ante la contradicción de ambas posturas, el caso amerita que analicemos los antecedentes recientes y el contexto de la situación.

El 17 de mayo del 2007 MURAL publicó una encuesta que se aplicó en 12 ciudades del País. Los resultados del estudio de opinión son los siguientes: los habitantes de la zona conurbada de Monterrey son los que mejor califican la calidad del agua que reciben: el 90 por ciento de los regiomontanos la considera muy buena o buena. Después de Monterrey se ubica Mérida, con un 88 por ciento de percepción favorable. En tercer lugar encontramos a León, con 87 por ciento.

Una vez que vimos los tres primeros, veamos los tres últimos: Guadalajara, 71 por ciento; Distrito Federal, 66 por ciento y Puebla, con 60 por ciento. La encuesta señala que los regios y los torreonenses son quienes utilizan en mayor medida el agua de la llave para beber o para cocinar. Ahora veamos los tres últimos lugares: los tijuanenses, tapatíos y poblanos son los que menos la usan para esos fines. La encuesta da un punto a favor del investigador (1-0).

En la misma nota que contiene la encuesta, MURAL publicó los resultados del laboratorio que analizó muestras de agua. Éstos arrojaron que el agua de cinco de las más grandes ciudades de México no cumple con la Norma Oficial Mexicana 127-SSA1-1994 sobre agua para uso y consumo humano.

Las ciudades incumplidas son Ciudad Juárez, León, San Luis Potosí, Distrito Federal y.... ¡Guadalajara! En nuestra Ciudad se encontró fluoruro, nitratos y fenoles por arriba de la NOM, por lo que expertos en salud recomendaron evitar su ingesta. Los resultados de laboratorio dan otro punto a favor del investigador (2-0).

La encuesta aplicada también obtuvo el promedio de gasto por habitante en agua embotellada. Lo anterior se puede traducir en la confianza que tienen los ciudadanos en consumir agua de la llave. La ciudad que más gasta en agua embotellada por habitante es... ¡Guadalajara! (3-0).

En la misma fecha, MURAL publicó "Asegura SIAPA dar agua pura". A esa fecha, según lo reporta la nota, el SIAPA no había podido obtener el Certificado de Calidad del Agua Apta para Consumo Humano, que según la NOM-179-SSA1-1998 es obligatorio para las localidades mayores a 50 mil habitantes. Los funcionarios declaraban que esperaban obtenerlo gradualmente en 2008. Cabe señalar que Puerto Vallarta sí cuenta con este certificado. La ausencia del certificado da otro punto a favor del investigador (4-0).

El Certificado de Calidad del Agua Apta para Consumo Humano lo otorgan autoridades federales sanitarias. Llama la atención la afirmación de funcionarios del SIAPA cuando aún no han podido obtener este certificado.

No es el SIAPA el que garantiza que el agua tenga las características que señala la norma, es la autoridad sanitaria. Tampoco son las palabras de los funcionarios del SIAPA las que otorgan certificación, y mucho menos a través de felices declaraciones; es el certificado expedido por una autoridad competente el que eventualmente podría hacerlo. Llama la atención que, de ser cierto lo afirmado por los funcionarios, no se cuente con el certificado respectivo y que las encuestas reflejen un complot de los ciudadanos en su contra.

Pero, al parecer, el debate ahí terminó: con las declaraciones de los funcionarios que desmienten al investigador. Mientras tanto los funcionarios se olvidaron de la promesa hecha en 2007 de obtener, gradualmente, el certificado en 2008.

Igualmente, mientras tanto, nosotros seguimos utilizando agua con la calidad que señala la encuesta, los estudios publicados por MURAL y sin el certificado correspondiente y, por consecuencia, agua fuera de norma. ¡Salud!

rogelio_campos@yahoo.com

sábado, 15 de noviembre de 2008

Queda a deber

La deuda que pretende contraer el Gobierno de Jalisco sigue dando de qué hablar. El tema requiere de más información y explicaciones -queda a deber- como a deber quedan los actores involucrados en lo que parece su inminente aprobación.

Mientras los diputados del PAN han refrendado su apoyo al proyecto presentado por el Ejecutivo, los legisladores del PRI se oponen a la propuesta. Un elemento adicional a la discusión se encuentra en la aprobación de recursos federales por un monto muy superior a los que consideraba el documento enviado por el Gobernador a los diputados. Lo anterior no sería un elemento que necesariamente pusiera en duda la pertinencia del endeudamiento: es posible que los recursos federales adicionales no tengan por destino los proyectos que se pretenden realizar con el endeudamiento.

El problema radica en la falta de claridad sobre los proyectos a desarrollar. No se ha dicho a cuáles proyectos se destinarían los recursos provenientes del endeudamiento. Si lo supiéramos, sería muy fácil averiguar si se duplican con los recursos que el Gobierno federal ha comprometido para su ejercicio en el Estado.

La deuda que se pretende contraer (6 mil millones de pesos) es histórica. Nunca antes en un año el Gobierno de Jalisco -y es posible que ningún otro Estado- ha contraído un compromiso de esta magnitud. Basta señalar que la deuda del Ejecutivo es de aproximadamente 4 mil 500 millones de pesos. Estamos hablando de un aumento -en tan sólo un año- del 133 por ciento del total de la deuda contraída en toda la historia.

Resulta inevitable pensar en las posibilidades reales que tiene el aparato gubernamental para ejercer -directa o indirectamente- ese monto. No son pocas las muestras de subejercicios y de obras que se desfasan en el monto y el plazo previstos. Asunto aparte son las asignaciones directas de obras que -en el mejor de los casos- incluso ponen en duda la capacidad del aparato gubernamental para instrumentar los procesos de licitación. Debemos, además, agregar las suspicacias de la coincidencia que hay entre este monto histórico con un año electoral.

Para defender el proyecto de endeudamiento se recurre al argumento de la recesión económica mundial que se enfrentará el próximo año. En esa lógica, el Gobernador pretende instrumentar un modelo keynesiano que incentive la economía con base en el gasto público.

Aquí es donde hacen su aparición elementos que debemos considerar. Los antecedentes del Gobernador, cuando fungió como Presidente Municipal de Guadalajara -y no estábamos en recesión- apuntan en el sentido de un manejo presupuestal que se debe evitar, con o sin modelo keynesiano.

En abril de este año, Moody´s calificó como emisor de deuda a Guadalajara. El documento nos permite apreciar datos por demás interesantes. Moody´s dice que Guadalajara empezó a estabilizarse en su desempeño financiero mixto en los últimos dos años, lo que significa que hasta 2006 no se encontraba estabilizada. Recordemos que Emilio González fue electo en Guadalajara para el periodo 2003-2006. La calificadora refiere que la Ciudad operó con déficit en ese periodo.

Moody´s agrega: "en el periodo 2002-2005 se observa un deterioro gradual del margen operativo, al pasar de 17 por ciento en 2002 a 10 por ciento en 2005, nivel considerado relativamente bajo. Lo anterior fue a consecuencia del desequilibrio estructural entre los ingresos disponibles y el gasto corriente... creciendo -el gasto corriente- 41 por ciento comparado con -el crecimiento- del 25 por ciento de los ingresos".

Moody´s establece que el notable crecimiento de gasto corriente se disipó en 2006: justo cuando terminó el periodo para el que había sido electo Emilio González. Lo anterior refuerza el temor de algunos diputados de que el gasto corriente haya venido aumentando y que la obra pública se esté realizando con excedentes petroleros.

Moody´s también asegura que la posición de liquidez de Guadalajara fue negativa del 2003 al 2006, pero que -en ese periodo- no comprometió su condición financiera, pues el Municipio fue capaz de cubrir sus necesidades de flujo de efectivo sin recurrir a la deuda de corto plazo. Lo que no le dijeron a Moody´s fue que para lograr lo anterior efectivamente no se recurrió a deuda de corto plazo, pero sí se mandó temporalmente -a su casa- a cientos de empleados supernumerarios porque no se les podía seguir pagando, en una peculiar e histórica medida.

Ni los diputados del partido en el Gobierno ni los de Oposición han tomado medidas de fondo al respecto. Hace más de cuatro años, en mayo del 2004, la Convención Nacional Hacendaria elaboró el "Manual de Mejores Prácticas para la Administración de la Deuda en Entidades Subnacionales", que se puede consultar en http://www.indetec.gob.mx/cnh/General/DocsCNH/ManualCNH.pdf. Si los diputados hicieran lo que el manual recomienda acerca del marco regulatorio, mejores prácticas, normas prudenciales, fortalecimiento del marco institucional y transparencia y rendición de cuentas de la deuda, no andarían aprobando la deuda a ojos cerrados ni tampoco les quedaría solamente lloriquear.

Por eso, el tema de la deuda sigue quedando a deber, como otros han quedado a deber en el manejo presupuestal o en la implementación de un marco adecuado para el tema de la deuda.

P.D. Standard and Poor´s -también calificadora de deuda- estima que el sistema de pensiones de Jalisco agotará sus reservas en 2021. A tiempo, para que lo vayan viendo por ahí del 2018.

rogelio_campos@yahoo.com

sábado, 8 de noviembre de 2008

Enredos electorales

Esta semana por fin se integró el pleno del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Jalisco (IEPC) que habrá de organizar las elecciones locales del próximo año. Los consejeros tienen una pesada tarea y el tiempo en contra. Adicionalmente, hay factores que pueden incidir en complicaciones mayores.

La historia de la recomposición del órgano máximo de dirección no podía haber sido más accidentada. Los partidos quisieron tomar como referencia lo ocurrido con el IFE, donde hubo una purga de consejeros. En el caso del órgano local, quisieron quitar a todos al mismo tiempo. No tomaron en cuenta que en el caso del IFE el relevo fue gradual y algunos consejeros permanecieron.

Tampoco tomaron en cuenta que para hacer los movimientos en el IFE se reformó la Carta Magna, y es precisamente nuestro máximo ordenamiento el que protege a los consejeros locales de ser removidos. Mientras los ex consejeros del IFE no contaban con un instrumento legal de defensa, los consejeros locales nunca lo perdieron. Al parecer, a nuestros diputados se les olvidó que las reformas a la constitución local no pueden contravenir la federal.

En la reforma a la constitución local se estableció la posibilidad de indemnizar a los consejeros que decidieran no participar en el proceso de renovación o que participando no lograran la designación. Esa parte fue declarada inconstitucional por la Suprema Corte. Las indemnizaciones ya se habían hecho, en medio de un enredo jurídico-presupuestal que todavía está por verse cómo se resuelve. Los que no aceptaron la millonaria indemnización se quedaron, en contra de la voluntad de los partidos.

Al ver que no resultó la maniobra, los partidos sacaron sus cuentas; algunos se ajustaron a la realidad y de ahí partieron para jugar su tablero. Sacaron una convocatoria tan mal hecha que emplaza a la designación de "consejeros ciudadanos", mientras que el cargo -según la legislación- es de consejeros electorales. Por su parte, el PRI se quedaba solo, pidiendo que se eligiera a los suplentes.

Al parecer, el pasado jueves la fracción parlamentaria del PRI habría interpuesto una Controversia Constitucional en contra de la designación de los dos consejeros recientemente designados. En caso de que la controversia fuera favorable para los priistas, podrían darse varios escenarios: el primero es que los suplentes asuman, y cabe la posibilidad de que contemos con un consejo integrado por nueve miembros -ya hay antecedentes de que por medio de resoluciones judiciales los órganos electorales amplían el número de consejeros-.

Si los consejeros suplentes fueran reinstalados, tendría que repetirse la elección del presidente, y la correlación de fuerzas favorecería al PRI. Si el número de consejeros aumentara a nueve, el PAN y el PRI quedarían con cuatro cada uno y, paradójicamente, el voto decisivo sería el del consejero identificado con el PRD.

Independientemente de lo anterior, el IEPC cuenta con dos semanas para elaborar 40 reglamentos. Así lo obliga la legislación. Además, debe proceder a integrar las comisiones y a nombrar o ratificar a los directivos. Si decide remover directivos, cabe la posibilidad de que tenga que pagar sumas millonarias por las demandas que interpongan. Recientemente, por el mismo motivo, el IEPC tuvo que pagar dos indemnizaciones que ascienden a los 3 millones de pesos cada una.

El inicio del proceso electoral está en puerta -el IFE ya declaró formalmente el inicio del proceso federal-. En Jalisco tenemos elecciones simultáneas, y es imprescindible avanzar al mismo tiempo que lo hace el IFE.

Por si lo anterior fuera poco, el instituto local tiene un rezago inexplicable en el proceso de fiscalización de las campañas políticas ¡del 2006! Esto quiere decir que los partidos no han sido sancionados por las irregularidades en el ejercicio de los recursos que emplearon hace más de 30 meses.

No se entendería que iniciara el proceso electoral del 2009 sin la definición de las multas correspondientes. Si acaso los partidos no fueran multados, o lo son con cantidades ridículas, los consejeros estarán mandando una mala señal que incidiría en la falta de confianza.

No son los únicos retos de los consejeros. Al mismo tiempo que los enfrentan, tendrán que acortar los tiempos para acoplar a los que llevan más de tres años en el cargo con los recién llegados.

La asimetría de información sobre la estructura, personal y usos y costumbres del organismo repercute en los liderazgos al interior, y puede ser un factor que incida en la falta de entendimiento. Ojalá puedan sortear correctamente estos enredos.

rogelio_campos@yahoo.com

sábado, 1 de noviembre de 2008

A endeudarnos

Ayer, el Gobernador del Estado presentó ante el Poder Legislativo una propuesta de endeudamiento por 5 mil 500 millones de pesos. Todo indica que será aprobada sin mayores dificultades. Ante tal situación, resulta conveniente dimensionar la magnitud de la propuesta y algunas de sus implicaciones.

Primeramente veamos la magnitud. Tomando como fecha de corte el mes de julio de este año, según los registros de la Secretaría de Hacienda y Crédito Publico, SHCP, la deuda pública del Estado de Jalisco es de 9 mil 703.2 millones de pesos. Es decir, los jaliscienses incrementaríamos nuestra deuda en 56.68 por ciento.

Debemos considerar que el monto de casi 10 mil millones de deuda que se reporta a la SHCP incluye la deuda de los organismos descentralizados como el SIAPA, que según el Periódico Oficial del Estado de Jalisco reporta un adeudo de mil 500 millones de pesos; adicionalmente, el registro incluye la deuda de los Municipios, que asciende a unos 2 mil 500 millones de pesos.

En septiembre de 2007, la deuda del Poder Ejecutivo era de 4 mil 444 millones de pesos. Debemos considerar que la propuesta del Gobernador será únicamente para ésa. En ese sentido, la propuesta representa un aumento del 124 por ciento.

En 1995, cuando el PAN llegó al poder en Jalisco, el entonces Gobernador no dejaba de quejarse de la "deuda inmanejable" que había heredado, pues ascendía a poco más de 3 mil millones de pesos. La situación económica que enfrentaba el Estado llevó a que Alberto Cárdenas promoviera la aprobación de la Ley de Deuda Pública del Estado de Jalisco y sus Municipios.

Ante las turbulencias financieras, los analistas han recomendado prudencia en la contratación de créditos. Resulta crucial que las negociaciones que se realicen no establezcan cláusulas que puedan disparar el crecimiento del pago de intereses.

Otro punto a observar es el que establece la Ley de Deuda Pública del Estado de Jalisco y sus Municipios. El artículo cuarto de este ordenamiento obliga a que "los recursos obtenidos mediante obligaciones de deuda pública estatal y municipal, deberán estar destinados al gasto de inversión pública productiva". El problema radica en que no se encuentra la definición de lo que debe considerarse como "obra pública productiva".

Nos encontramos frente a un endeudamiento histórico. Debe cumplirse lo que señala la legislación y destinarse a "inversión pública productiva". Si se cumple, a finales de 2009 debemos contar con una inversión pública monumental, histórica.

Del tamaño del endeudamiento son las interrogantes. ¿Quién va a definir lo que es inversión pública productiva? Por lo visto no hay más instancias que el propio Ejecutivo. ¿Deben considerarse en este apartado las transferencias a organismos privados, civiles o religiosos? En el pasado reciente la respuesta afirmativa a esta pregunta ha sido defendida por el Gobernador.

¿Hay un plan maestro de inversiones; cuáles regiones o zonas se van a privilegiar, con qué criterios; existe una forma de inconformarse respecto de la realización de algunas obras; se presentarán gradualmente o en paquete; cuánto se destinará a la infraestructura de los Juegos Panamericanos? La respuesta a todas las preguntas es la misma: no sabemos.

La ley de deuda establece un monto máximo para el endeudamiento: no debe ser superior al 10 por ciento del presupuesto. En tal sentido no habría vulneración al ordenamiento. Sin embargo, todos sabemos que la mayor parte del presupuesto está etiquetada o comprometida: nómina y gastos de operación, entre otros rubros, que en muchos casos son irreductibles. El punto fino de este importante incremento presupuestal, basado en endeudamiento, radicaría en que se erogaría en todos aquellos rubros que no están comprometidos o etiquetados.

Como consecuencia, el margen de maniobra para direccionar los recursos se amplía exponencialmente. Si además consideramos que no se cuenta con un diagnóstico de las obras prioritarias, estamos frente a un potencial problema de magnitudes similares al monto del endeudamiento.

Actualmente, Jalisco se ubica en el quinto lugar de las entidades más endeudadas del País, por debajo del Distrito Federal, Estado de México, Nuevo León y Sonora, en ese orden. Si se llega a contratar el techo de la deuda propuesta, pasaremos al cuarto lugar, desplazando a Sonora, y estaremos a tiro de piedra de Nuevo León.

Está por verse si los Ayuntamientos y organismos descentralizados siguen el ejemplo del Ejecutivo. De ser el caso, no es descabellado pensar que empatemos o desplacemos a Nuevo León en endeudamiento.

Pero estas mediciones únicamente se refieren a términos absolutos. Debemos estar atentos a otros cálculos: el incremento de esta deuda con relación al porcentaje que representa sobre el total de la deuda de las entidades; el monto de la deuda con relación al PIB, y a millones de pesos constantes. En esas mediciones saldremos mal librados. Ni hablar de las comparaciones de competitividad y desarrollo humano, donde Jalisco es una entidad de media tabla y en algunos casos hasta sotanera.

El Gobernador ha declarado que "el error sería no endeudarnos" y que "endeudarse no es pecado". Lo que realmente preocupa es el destino de los recursos y la forma en que se tomarán las decisiones. Ese es el debate que debe estar por venir.

rogelio_campos@yahoo.com

sábado, 25 de octubre de 2008

¿Estás bromeando?

Lo maravilloso no radica en no sufrir, sino en no entenderlo ¿Le parece absurda la frase? Veamos. Un niño de ocho años, sentado en la escalera que da acceso a su casa, soba contra su pierna un billete de 20 pesos, al fondo su bicicleta está en el suelo.

-Una voz le pregunta: ¿son tuyos esos 20 pesos?

-El niño responde mientras continúa sobando el billete: sí, es mi billete; 20 mandados, 20 pesos.

-La voz en off le plantea: ¿Y si te digo que hubo una devaluación, y que tus 20 pesos ya sólo valen 10?

El niño, con cara de compungido, hace un breve silencio y de inmediato revira sonriente: ¿Me estás mintiendo, verdad? Aquí dice 20 pesos ¡Me estás bromeando!

Mientras el niño entra a su casa por un balón y recoge su bicicleta, otra voz en off, con tono lúgubre, dice: ¿no te parece maravilloso que nuestros hijos ya no entiendan lo que nosotros sufrimos tantas veces? Esto es producto de 10 años de estabilidad económica; apostarle a algo distinto es retroceder; defendamos lo que hemos logrado. El mensaje cierra con la frase del patrocinador: Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

El spot se transmitió durante las últimas semanas de las campañas electorales de 2006, y al respecto es pertinente resaltar dos aspectos fundamentales.

En primer término, este tipo de spots motivaron una reforma a nuestra Constitución. A principios de este mes, el IFE declaró el inicio del proceso electoral del próximo año. En 2009, los particulares y los organismos como el CCE ya no podrán contratar la transmisión de este tipo de anuncios. La reforma constitucional lo prohíbe.

A pesar de la estridente impugnación de un grupo de intelectuales y cúpulas empresariales, la Suprema Corte de Justicia dejó firme la prohibición. Los argumentos de la Corte son contundentes: no se violan las garantías individuales. Ya lo habíamos adelantado en "Yes o Oui" (MURAL, 7/12/08): en Francia también se prohíben este tipo de spots y nunca se han quejado de que se violen sus garantías.

Otro aspecto a destacar -y a cuestionar- es el contenido de este tipo de mensajes. La magia del spot nos adentra en la realidad virtual de una supuesta estabilidad económica de 1996 a 2006. La realidad virtual se estrella con la frialdad de los números.

El spot no mencionaba que de 2000 a 2006 el poder adquisitivo había caído un 22 por ciento. El billete de 20 se había convertido en billete de menos de 16 pesos. Tampoco se menciona que en enero de 2002, el niño del anuncio podía comprar con "20 mandados" dos euros, y todavía le sobraban 48 centavos. Ayer, el mismo niño necesitaría hacer 34 mandados para comprar dos euros, y solamente le sobrarían dos centavos. Dicho de otra forma, el billete de 20 pesos casi se le hizo de 10. Si tomamos como referencia el dólar, en el último mes el billete de 20 pesos se le hizo de poco más de 14.

En estricto sentido, es posible que el spot no mienta al decir: ¿no te parece maravilloso que nuestros hijos ya no entiendan lo que nosotros sufrimos tantas veces? No dice que los niños no sufran las consecuencias de una devaluación, dice que no lo entienden. Honestamente, no me parece maravilloso que, si fuera el caso, sufriendo una devaluación no se llegara a entender.

La percepción de que no sufríamos una devaluación tenía como fundamento la estabilidad del peso frente al dólar. Un frágil fundamento. Mientras, la moneda estadounidense se hundía frente a otras divisas como el euro y el dólar canadiense. Nadie alertaba que, lejos de una fortaleza, nos hundíamos junto con el dólar.

Tampoco se mencionaba que esa paridad, más que sustentarse en la estabilidad económica, tenía como causas el incremento desmedido de remesas -que implicaba la acelerada expulsión de mexicanos- y los estratosféricos precios del petróleo. Si no se consideran las exportaciones petroleras y el envío de remesas, con el actual déficit comercial las reservas internacionales se agotarían en poco más de año y medio.

En los últimos 15 días las reservas internacionales han pasado de 84 mil 116 millones de dólares a 78 mil 655 millones de dólares, una disminución del 6.5 por ciento. Esta reducción de las reservas tiene como única causa evitar una caída mayor del peso.

En el futuro inmediato el monto de las reservas se verá sometido a una fuerte presión. La recesión de la economía estadounidense repercutirá en la reducción del envío de remesas. Los ingresos petroleros disminuirán debido a la baja en los precios y a la extracción y las reservas del hidrocarburo. Además, el clima de inseguridad extrema impactará en la disminución del turismo.

Es posible que las exportaciones no petroleras suban, debido a que la devaluación en automático genera productos más baratos, pero también se verán afectadas por la recesión estadounidense y la crisis de las empresas mexicanas.

La producción industrial y la industria manufacturera y de la construcción han disminuido. Es el mismo caso de las ventas al mayoreo. La tasa de desempleo va en aumento, es la más alta desde el año 2000. La inflación anual proyectada del 3 por ciento ya va en el 5.47 por ciento. También el Índice de Precios al Consumidor se ha incrementado muy por encima de lo estimado por los analistas.

Lo difundido en el spot pudiera ser cierto, aunque parezca absurdo: lo maravilloso no radicaría en no sufrir, sino en no entenderlo. El que definitivamente sí tenía razón era el niño del anuncio. Tenía razón en desconfiar de la voz en off y en decir ¿Me estás mintiendo, verdad? ¡Me estás bromeando! Al hacerlo con el niño, la voz en off igualmente lo hacía con todos los que creían en el spot que se difundía.

rogelio_campos@yahoo.com

sábado, 18 de octubre de 2008

De noche...

Hay dos puntos que han pasado de noche en el debate reciente. Me referiré a la indemnización de los consejeros electorales que habrían renunciado el mes pasado. Mucho se ha escrito acerca del tema, pero no se ha puesto énfasis en dos puntos que a todas luces son insostenibles.

El 11 de octubre MURAL publicó "Se lleva consejero 9.5 millones de pesos". La nota daba cuenta de la renuncia del presidente del Instituto Electoral de Jalisco, a cambio de una indemnización millonaria. No fue la única "renuncia" ni tampoco fue todo lo que se gastó en esta maniobra.

La atención se ha centrado en juzgar si la forma de obtener las renuncias se ajusta a lo legal y a lo ético. A estas alturas ya no resulta novedoso el dato de que la Suprema Corte de Justicia se pronunció por la inconstitucionalidad del supuesto fundamento legal en que se basaron las renuncias e indemnizaciones. Sin embargo, hay varios aspectos que han sido soslayados y que requieren nuestra atención.

Por un momento, supongamos sin conceder que el fundamento legal que abrió la puerta a las renuncias, a cambio de millonarias indemnizaciones, es correcto. Por supuesto, y con el riesgo de parecer reiterativo, lo anterior no significa que estemos de acuerdo en que lo que ocurrió sea correcto.

El decreto 22228 contiene las modificaciones a la Constitución Política del Estado de Jalisco. Este decreto estableció en su artículo tercero transitorio lo siguiente: "Los consejeros en funciones que opten por no participar en el proceso de integración del nuevo organismo, o que participando, no sean electos mediante el procedimiento que realice el Poder Legislativo, percibirán por concepto de indemnización la cantidad equivalente a los sueldos que hubieren devengado de haber terminado el período para el que fueron electos". Este es el fundamento que abrió la puerta a las renuncias y que permitió el pago "legal" de las indemnizaciones.

Como consecuencia del ordenamiento anterior, el Poder Legislativo habría emitido el acuerdo legislativo 647/08 de fecha 12 de septiembre de 2008. El acuerdo establece lo siguiente: "Se aprueba pagar con recursos presupuestales del Poder Legislativo del Estado de Jalisco, las indemnizaciones laborales de los consejeros integrantes del Consejo General del Instituto Electoral del Estado de Jalisco, que opten por esta opción en los términos del artículo tercero transitorio del Decreto 22228, por cuenta del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Jalisco, de conformidad con la siguiente propuesta:".

A continuación, el acuerdo de referencia menciona los nombres de los funcionarios y el ingreso bruto por indemnización. Al presidente del organismo electoral, José Luis Castellanos González, se le indemnizó con poco más de 9 millones de pesos; a Rosa del Carmen Álvarez López con 3 millones 700 mil pesos; a Pedro Pablo Quintero Badillo con poco más de 3 millones de pesos, y a Manuel Ríos Gutiérrez con poco más de un millón 600 mil pesos.

Aquí viene lo bueno. El artículo tercero transitorio y el acuerdo -ambos referidos en los párrafos anteriores- son claros y se refieren única y exclusivamente a consejeros electorales. Las indemnizaciones que se hayan originado como consecuencia de renuncias no aplican para ningún otro funcionario que no sea consejero electoral. Más claro ni el agua.

Hay un fundamento legal -cuestionable o no- que permite el pago de las indemnizaciones a los consejeros que renuncien a seguir en su cargo. Sin embargo, en el acuerdo 647/08 se consideran los nombres de Pedro Pablo Quintero Badillo y de Manuel Ríos Gutiérrez. Hasta donde se sabe, el Instituto Electoral contaba, por disposición constitucional, con siete consejeros. Hasta donde se sabe, Quintero Badillo era asesor del presidente y Ríos Gutiérrez era secretario del Instituto Electoral. Esto es, ninguno de estos ex funcionarios referidos fue nombrado consejero electoral.

Lo anterior quiere decir que las indemnizaciones de las personas que no eran consejeros, simple y sencillamente no tienen fundamento: son ilegales, punto. Llama la atención que el tema haya pasado desapercibido.

No es el único tema que ha pasado de noche. Si se tiene el cuidado de leer el artículo tercero transitorio de la reforma constitucional, se advierte con claridad que a los consejeros que renuncien a su cargo se les indemnizará con el monto equivalente a los sueldos que habrían percibido si hubieran concluido su encargo. Lo anterior no es menor, prepárese.

En mayo de 2010 los consejeros habrían terminado su encargo. El acuerdo que establece la indemnización está fechado en septiembre de 2008. A José Luis Castellanos le faltaban poco menos de veintiún meses para concluir su encargo. Hagamos la siguiente operación aritmética: dividamos 9 millones de pesos entre veintiún meses: la cantidad resultante es... ¡428,571.43 pesos! Para que la liquidación tenga fundamento legal, la remuneración mensual del ex funcionario debió ascender a poco más de 400 mil pesos. Vaya sorpresa. O la liquidación no tiene fundamento legal, o por años nos ocultaron su remuneración real.

Dos temas que han pasado de noche: funcionarios que no son consejeros y que son indemnizados bajo el fundamento que solamente permite la indemnización a esa figura; consejeros electorales y cantidades que sobrepasan, por mucho, la que permitiría el fundamento legal respectivo. Buenas noches.

rogelio_campos@yahoo.com

sábado, 11 de octubre de 2008

La tarea

El Presidente Calderón anunció el Programa para Impulsar el Crecimiento y el Empleo. En su mensaje se distinguen tres puntos: se acepta que la situación financiera mundial impactará a nuestra economía; se pretende diferenciar la situación actual del País -que sería mejor-, contrastándola con las crisis que hemos vivido en el pasado; y por último, se anuncian medidas concretas que pretenden atenuar los efectos de la "grave crisis mundial". En esta ocasión solamente nos ocuparemos de los dos primeros puntos.

Por lo que ve al primero, menos mal que por fin se ha aceptado la realidad. Todavía a finales de septiembre el Secretario de Hacienda desestimaba lo que se observaba, mientras sus colegas de Europa ya advertían la magnitud de la catástrofe. Una semana antes del anuncio presidencial ya se habían reunido Mandatarios de Europa para analizar las acciones a tomar. Los legisladores se adelantaron para exigir medidas contingentes. El Banco de México también se adelantó en vaticinar problemas con las remesas.

La reacción del Ejecutivo fue tardía. El golpe lo tuvo que afrontar en seco el Presidente. En este caso, los economistas de Hacienda mostraron no estar preparados para afrontar situaciones extraordinarias. Una profunda fe en la estabilidad del sistema financiero mundial es lo que guía a quienes tienen la responsabilidad de las finanzas públicas. No consideran otras variables. Quedó demostrado que no hay plan B.

Por si fuera poco, las entrevistas al Secretario de Hacienda reflejan un alto grado de candidez. Adicionalmente, su postura contradice el anuncio presidencial. Lo contradice en la forma, pues mientras vimos a un Calderón serio y preocupado, Carstens se muestra hasta cierto punto insensible. También lo contradice en el fondo: Carstens evidencia su fe en que la situación mejore por sí misma, mientras que Calderón se esfuerza por hacer ver que el daño es irreversible y que su plan es algo que lo atenuará.

Por lo que ve al segundo de los puntos, Calderón se esforzó por hacer ver las diferencias de la situación actual con relación a las del pasado. Aquí se evidencian situaciones por demás interesantes: afirmaciones de situaciones ciertas, pero que al ser sometidas a algunos reactivos pueden revelar otros aspectos que nunca se suponen.

El Presidente dijo: "Afortunadamente, en los últimos años, México ha hecho la tarea de fortalecer sus finanzas públicas y estabilizar su economía". Cierto. Lo que no se dice es que otros países de la región han hecho lo mismo, pero a diferencia de nosotros reportan mejores desempeños en indicadores sociales, de competividad y gobernabilidad, entre otros.

Calderón continuó: "A diferencia del pasado, hoy México no depende del crédito externo. Llevamos varios años disminuyendo el monto de la deuda externa". Cierto. Lo que no se dice es que la deuda externa ya no contabiliza la deuda de PEMEX, que por cierto ha crecido. Tampoco se dice que la deuda interna ha aumentado de manera considerable.

El Presidente también dijo: "Gracias a los programas que hemos implementado, México registra la inflación más baja de América Latina". Cierto. Lo que no se dice es que hay una correlación entre los niveles de crecimiento de los países de la región y la inflación que reportan. Esto significa que la baja inflación que reportamos se traduce en una renuncia al crecimiento de nuestra economía. También se ha omitido de los discursos oficiales un elemento importante: la inflación no se refleja en las tasas de interés que nos cobran los bancos. Una inflación baja, con tasas de interés caras, de poco sirve, salvo para el enriquecimiento de los bancos.

En su esfuerzo por contrastar, el Presidente presumió: "Hoy nuestras reservas de divisas ascienden a más de 90 mil millones de dólares". Cierto. Lo que no se dice es que las reservas son producto de dos variables relativamente nuevas: el espectacular crecimiento de los precios del petróleo y de las remesas que envían nuestros paisanos. En el año 2000 se recibían 6 mil millones de dólares por remesas; en 2006 fueron más de 25 mil. Sin estos dos factores externos, México no solamente no tendría reservas, sino que habría aumentado su deuda externa.

Calderón empezaba a enfilarse a la presentación de medidas concretas: "Gracias a las políticas responsables seguidas en los últimos años, hoy, en vez de vernos obligados a recortar el gasto, somos capaces de proponer medidas para estimular la inversión y así mitigar el impacto negativo de la turbulencia financiera [...] en lugar de restringir el crédito, debemos buscar expandir el crédito para el aparato productivo [...] debemos buscar ampliar el gasto en infraestructura pública para poder impulsar el crecimiento y el empleo".

Lo paradójico es que el gasto en infraestructura ha disminuido en los últimos años un 50 por ciento con relación al PIB. Vale la pena preguntarnos si somos capaces de aumentar al doble el gasto en infraestructura para apenas llegar a lo que se invertía hace ocho años. Para el caso del crédito opera la misma ecuación. El crédito ha visto una tremenda disminución con relación al PIB. México debería aumentar al doble el crédito para apenas alcanzar los niveles de la década pasada.

Hay ocasiones en que la tarea se hace, pero eso no significa que hayamos entendido cómo deberíamos de hacerla o que tengamos claro para qué sirva. Hacer la tarea no implica que esté bien hecha. Tampoco indica que con el simple hecho de hacerla se apruebe la materia. Sin duda es el caso que nos ocupa.

Por si tiene dudas: esta semana el Foro Económico Mundial nos vuelve a reprobar en competitividad... bajamos cuatro posiciones y estamos en el lugar 60.

rogelio_campos@yahoo.com

sábado, 4 de octubre de 2008

Nubarrones

La grave crisis que enfrenta Estados Unidos sin duda afectará a México. Los efectos se harán sentir en todo el territorio nacional y en diversos ámbitos. Llama la atención la ausencia de seriedad de las autoridades para asumir esta realidad inevitable, y la pasividad para plantear medidas que estén a la altura del tsunami que se avecina.

Antes de que la crisis estadounidense se agudizara, las remesas que envían los paisanos venían disminuyendo en proporciones considerables. Como consecuencia de la profunda recesión -según términos del FMI- que puede vivir la Unión Americana, la curva descendente de captación de remesas se hará más pronunciada.

Las remesas son una fuente importante de divisas. Menos remesas equivalen a menor capacidad de importación. Se refleja en menores ingresos para una proporción considerable de hogares mexicanos. No olvidemos que Jalisco es líder en "exportación de mano de obra" y, por tanto, las consecuencias de esta disminución afectarán directamente la capacidad de consumo de millones de mexicanos.

La disminución en el consumo interno se traduce en menor bienestar, y además la demanda de bienes y servicios bajará. No solamente estamos hablando de una disminución en la demanda de consumo interno; adicionalmente, debemos considerar que la mayor parte de nuestras exportaciones tienen como destino el vecino País del Norte. Si la economía que nos compra la mayor parte de nuestros productos entra en recesión, comprarán menos. Estamos frente a una caída en la demanda del mercado interno y externo. Si la demanda baja, la producción también. Si la producción disminuye, generará mayor desempleo y menor tributación. La espiral puede prolongarse por años.

Esto explica que las previsiones de crecimiento vayan a la baja. También nos permite entender el anuncio en el sentido de que el presupuesto federal podría reducirse hasta en 15 por ciento y el de Jalisco en 10 por ciento. Reducir el presupuesto implicará supresión de plazas y menor gasto. Lo anterior viene a agudizar el desplome del consumo y de la producción. El cuento de nunca acabar. Pasarán meses para volver a situarnos en los niveles de remesas, empleo, PIB y tributación de 2007. Este negro panorama viene a empeorar fenómenos que se venían observando, como el alza de la cartera vencida en dinero plástico.

La propuesta presidencial consideraba un aumento del 40 por ciento en el rubro de seguridad. Este aumento iría en demérito de otras partidas presupuestales. Si el Presidente sostiene su propuesta, el deterioro de los demás rubros sería dramático y, sin exagerar, podría resultar insostenible.

Pareciera que no hay mucho que hacer, pero eso no justifica la parálisis de las autoridades que parecen preocuparse más por tener que desmentir lo que antes habían afirmado: que nuestra economía no resultaría afectada. Todavía peor, hay quienes, como Javier Lozano, no aparentan darse cuenta de lo que pasa y de lo que viene. El Secretario del Trabajo dijo esta semana ante legisladores que hasta ahora la generación de empleos no ha disminuido y que, por el contrario, en lo que va de la Administración de Felipe Calderón se han creado 820 mil empleos. Banxico difundió el jueves su encuesta de especialistas del sector público, en la que se estima la creación de 372 mil empleos para todo el año: el nivel más bajo de los últimos dos años.

Lozano fue más allá y dijo: "La vocación del Presidente Felipe Calderón sigue siendo la de ser el Presidente del empleo, pero siempre se tiene que partir de las condiciones de las que se dispone año con año". Sus palabras insultaron la inteligencia de los legisladores, y recibió el repudio de todas las fracciones, incluyendo la del PAN.

En noviembre debe aprobarse el presupuesto para el próximo año. El presupuesto deberá reflejar los nubarrones que se avecinan. La baja del precio y producción de petróleo también se afectarán. Para el Gobierno resultará imposible sostener el gasto en programas sociales y en obras públicas tan necesarias en año de elecciones.

En los Estados se verá reflejada esta disminución. Jalisco no es la excepción y anuncia una baja del 10 por ciento en su presupuesto. La mengua será mayor en términos reales si consideramos el gasto adicional que se realiza cada tres años, pues una tajada considerable del presupuesto se irá a la organización del proceso electoral y a las campañas políticas.

En Jalisco habrá que hacer frente a compromisos adquiridos, como la construcción de infraestructura para los Juegos Panamericanos; así, el gasto social y en infraestructura será sometido a un grado de presión pocas veces experimentado.

Se puede advertir que el grado de inconformidad social irá en aumento en la misma proporción en que los indicadores económicos se contraen. Los nubarrones de la economía podrían trasladarse a los ámbitos social y político.

Medios y transparencia

Fidela Navarro y Ernesto Villanueva son los autores del libro "Medios de Servicio Público y Transparencia". Ayer fue presentado por María Elena Hernández, Eduardo Quijano y el Senador Carlos Sotelo. Interesante obra de un tema por demás pertinente.

rogelio_campos@yahoo.com

sábado, 27 de septiembre de 2008

Modelo descontinuado

La grave crisis financiera por la que atraviesa la Unión Americana ha dejado en claro que el modelito financiero -que no económico- es un depredador de las economías que lo han adoptado, entre ellas la mexicana. De la noche a la mañana el imponente casco de la nave estadounidense ha sido horadado, justo debajo de la línea de flotación.

Las reacciones no se han hecho esperar. El Ministro de Finanzas de Alemania, Peer Steinbrück, responsabilizó a Estados Unidos de una crisis mundial y vaticinó que perderá su actual status de superpotencia mundial. En otro ámbito, Henry Paulsen, Secretario del Tesoro de Estados Unidos, manifestó que había muerto la era del capitalismo salvaje -término hecho famoso por Juan Pablo II-.

Contrariamente, Felipe Calderón y Agustín Carstens dicen que sí, pero no. Que las finanzas mexicanas están fuertes. Lo curioso es que esa fortaleza no se refleja en las finanzas de los hogares, que cada vez deben más a la tarjeta de crédito, y si consideramos que hoy nos endeudamos para ir al supermercado... las cosas no apuntan en el buen sentido. Esta semana, los banqueros de México reconocieron que el problema de cartera vencida es mayúsculo y que se equivocaron en otorgar tarjetas a quienes no tenían capacidad para pagar.

Los mexicanos no debiéramos preocuparnos mucho. Las declaraciones del Presidente y de Carstens -de la semana pasada- son como escudos que nos defenderán del tsunami financiero que se avecina. Aunque pensándolo bien, quizás sí debiéramos preocuparnos si tomamos las declaraciones de Carstens de esta semana, en las que dice que las remesas bajarán este año un 8 por ciento. Ya en ese plan pesimista -renegado diría Fox- sí debemos preocuparnos, puesto que cabe la posibilidad de que las declaraciones del Ejecutivo se reflejen en la realidad como el "vamos ganando" en la lucha contra el crimen organizado, o en el cumplimiento de promesas como la del empleo.

Si nuestras autoridades están en lo correcto, no debemos hacer caso al Ministro de Alemania... preocupante sería que tuviéramos indicios de que los alemanes hubieran dado muestras de saber del tema. Y Paulsen no debiera ser tan aprehensivo en sus declaraciones: bien le vendría un curso de optimismo oficial mexicano -también conocido como felicismo-.

Paulsen seguramente todavía no aprende, de sus vecinos del sur, que la realidad se acomoda a fuerza de declaraciones y de llamados a la unidad. ¡Cómo se atreve a criticar las consecuencias que se dan en un área donde él tiene influencia! Eso no se vale. Debe aprender que, incluso si son los opositores quienes lo dicen, hay que fustigar la crítica, soslayar las voces que "se oponen al progreso nacional y a proyectar al país al futuro". Como si el futuro fuera necesariamente bueno o mejor.

Los legisladores del partido del Presidente no apoyaron su propuesta.

No saben nada de política. Aquí, en los últimos 20 años, los partidos de Oposición no lo son en medidas financieras. Hay que recordar el spot de Calderón apoyando el Fobaproa.

De qué tamaño será el problema.

Es como si aquí los legisladores del PAN no apoyaran las medidas propuestas por el Presidente en una situación de dimensiones históricas. Por eso digo que deben venir a pedir asesoría. Aquí les enseñamos cómo hacerle para que los opositores apoyen -ante amenazas y "coyunturas históricas"- los operativos militares, no importa si el ex Primer Ministro francés, Dominique de Villepin o la ONU lo rechazan. También les enseñamos cómo hacer ver como enemigos, renegados o traidores a aquellos que ponen en duda lo que el Ejecutivo plantea.

Este modelo financiero ya demostró en varios países los estragos que produce. Algunas naciones de Latinoamérica que lo sufrieron han cambiado sus políticas, han hecho ajustes mayores. Nosotros seguimos empeñados en defender lo indefendible. Llámese PRI, PAN, PRIAN o PRIANAL. El común denominador, el hilo conductor es el modelo económico, ese no cambia. En alguna ocasión, Ernesto Zedillo manifestó que el modelo no estaba a discusión -raro en una democracia-.

La democracia y el capitalismo surgieron y se han desarrollado al parejo. Empíricamente ha quedado demostrado que dentro del capitalismo hay graduaciones. También está claro que los capitalismos más comprometidos y generosos con el bienestar social terminan incidiendo en democracias de mayor calidad.

El capitalismo salvaje al que se han referido, entre otros, Juan Pablo II y Paulsen, depreda el medio ambiente, deteriora el tejido social, pone en riesgo la viabilidad de las generaciones futuras. Paulsen tiene razón: ese capitalismo está viendo sus últimos días. Es el capitalismo que privatiza las ganancias y socializa las pérdidas. Es el capitalismo que, como no le alcanza el presente, crea el mercado de futuros. Ése donde uno de los directivos de las empresas quebradas se llevó 160 millones de dólares como fondo de retiro -para que vean que, comparado, no es tanto lo de nuestros consejeros electorales liquidados, en ambos sentidos del término-.

También están viendo sus últimos días los defensores a ultranza de este modelo. Su credibilidad se acabó. Estamos asistiendo a una -dolorosa- cita con la historia donde México puede resurgir. Hasta el pretexto de que nuestra economía está ligada a la estadounidense dejará de tener vigencia... o puede ser que opere a favor del País.

En diversos ámbitos, como el automotriz, un modelo descontinuado se devalúa y son pocos los que desean hacerse de él. Lo mismo sucederá con esta grave crisis. Pocos serán los que quieran el modelito económico descontinuado. Muchas plumas y políticos acogerán la nueva moda. Otros -pocos- serán congruentes con lo que han venido expresando y tendrán la oportunidad histórica de que las masas volteen a ver con interés otras ofertas. Otros, en su terquedad, confundirán un descontinuado con un clásico.

sábado, 20 de septiembre de 2008

Palos de ciego (2) (II)

Segunda y última parte

La semana pasada referí que el aumento de 40 por ciento propuesto por el Presidente de la República en el rubro de seguridad pública sonaba a una propuesta electorera y desesperada. En el transcurso de esta semana el problema de seguridad se agravó. Hemos dado un salto cuántico en éste ya de por sí grave problema.

La incongruencia de Felipe Calderón ante el tema presupuestal en materia de seguridad refleja un Calderón -el opositor- que regateó este tipo de medidas; y otro Calderón -el Presidente- que pide sacrificar otros rubros y demanda un apoyo irrestricto, incondicional.

El pretendido aumento implicaría que hay un modelo a seguir, que está siendo exitoso. Falso. También llevaría implícito que hay un acuerdo en que los responsables en la materia son confiables. Falso también. Antes de los lamentables acontecimientos de Morelia, la atención estaba centrada en la enorme duda que generó la detención de una agente federal presuntamente involucrada en el secuestro -el caso Martí- que a su vez atraía toda la atención y catalizaba la preocupación e indignación de la sociedad mexicana en materia de seguridad.

El Presidente pide fe ciega en un modelo que no termina de quedar claro. Es más, no se sabe a ciencia cierta si existe o no. Pide que "a ojos cerrados" tengamos confianza en los responsables. Exige que no haya miramientos en apoyar una guerra cuya lógica no acabamos de entender, y es que conforme nos repite que vamos a ganar o que vamos ganando, los sucesos cada vez son más espeluznantes e inéditos.

Fe ciega, ojos cerrados y no tener miramientos tienen el común denominador de la ceguera. En ese contexto, los palos de ciego que da el Gobierno tienen una explicación lógica.

Antes de asumir la Presidencia, Felipe Calderón se comprometió a realizar o iniciar 100 acciones -incluidas las que tienen que ver con la inseguridad- en los primeros 100 días de su Gobierno. El espacio no da para enumerarlas, pero no hay más que dos opciones: o las acciones no se han cumplido, o si se han cumplido no solamente son insuficientes, sino que han avivado el fuego de la inseguridad y acrecentado la desconfianza hacia los responsables de estas áreas. En ese sentido se han venido expresando periodistas y analistas.

Como consecuencia de la detonación de granadas, la reacción del Presidente podría considerarse lógica. Apela a la unidad, el problema es que -no se puede tapar el sol con un dedo- no tenemos un País unido. La enjundia presidencial para obtener cohesión social ante este suceso no se percibe en otros aspectos de la vida nacional. Paradójicamente, son los otros aspectos los que nos tienen divididos.

En otros casos, como el español, la unidad frente al terrorismo surgió de la base, espontánea, y ha borrado protagonismos. En México el Presidente quiere echarse al País al hombro, encabezando, protagonizando la pretendida unidad, queriendo que trasmine en el tejido social.

Lo desafortunado del discurso es mezclar los temas de policía con los temas políticos. Pareciera que hay más miedo a que los partidos capitalicen la tragedia. Pareciera que el repudio al atentado es de la misma medida que una -posible- recriminación de analistas. Curarse en salud.

No se puede pedir lo que no se estuvo dispuesto a dar. No se puede olvidar el origen de las autoridades en turno. No se puede pedir unidad y de manera encubierta pretender ganar legitimidad. No se puede esperar que nuevamente asombre la llegada de miles de efectivos, ¿pues dónde andaban? Nos habían dicho que ya habían llegado a esas tierras, pero no nos dijeron cuándo se retiraron. No se puede pedir confianza en la medicina que no alivia, que agrava.

Cada semana caen capos, y según las autoridades -y no pocos medios que lo replican tal cual- todos son importantísimos. ¿Cuántos hay?, ¿dónde está la lista de los más buscados, que nos permita contrastar que los que caen efectivamente son importantísimos? Son miles los detenidos: ¿dónde los recluyen, hay espacio suficiente, qué medidas se han tomado en los lugares donde están?

No hay enemigo visible. La ceguera total. El Presidente es el lazarillo que nos guía. Debemos creer que nos lleva en buen sentido. No hay idea de los recursos ni del tiempo que nos llevará; debemos conformarnos con "muchas vidas, mucho dinero, muchos años".

Estamos inmersos en la mayor crisis de seguridad en la historia del México moderno... y contando. Del Presidente del Empleo nadie se acuerda, ahora debemos conformarnos con que se combata el crimen. La prioridad cambió. Error monumental de diagnóstico y de operación. También cambió "el peligro para México". Ahora lo encontramos en algo que nunca se dijo en las campañas presidenciales que motivaron desunión y crispación.

No estaría mal que recurriéramos al Señor Álos, el antípoda de Solá. Quizás él pueda encontrar la forma de unirnos de una manera más eficaz que el actual discurso presidencial. La otra opción implica humildad, sacrificio, transparencia, rendición de cuentas y trabajo. La opción está en atender -de verdad- los asuntos que reflejan un México dividido. Esto no se logrará "sacrificando otros rubros en el presupuesto".

El problema de seguridad es sintomático de otros tantos. Se requiere que las autoridades dejen atrás los palos de ciego, que abandonemos la invitación a continuar con la ceguera. Se requiere ver todos los problemas y atenderlos.

rogelio_campos@yahoo.com

sábado, 13 de septiembre de 2008

Palos de ciego (I)

Primera de dos partes

El pasado jueves, el Presidente anunció un aumento del 40 por ciento para el rubro de seguridad en su iniciativa de Presupuesto para el 2009. Como consecuencia -y según el propio Mandatario- tendrán que sacrificarse otros rubros.

En principio resultaría lógico. Ante la histórica ola de violencia que nos azota, pareciera que necesitamos más recursos para esta área. Sin embargo, el anuncio presidencial pone al descubierto varios elementos que vale la pena analizar.

Hace 10 años (27/11/1998), Grupo Reforma publicó "Descalifica Calderón proyecto presupuestal". Calderón era presidente del PAN y se refirió al presupuesto para 1999 en los siguientes términos: "¿Qué es lo que está ocurriendo? Que se pretende financiar el muy cacareado Programa de Seguridad Pública a costa de cancelar los ingresos de los municipios. Es decir... quieren hacer caravana con sombrero ajeno porque quieren financiar ese programa de seguridad quitando lo que la ley ya dispone que debe entregarse a los municipios".

No es el único caso que pone al descubierto la incongruencia de nuestra clase política. Basta transitar de la Oposición al Gobierno para ver las cosas totalmente diferentes. Calderón no es la excepción. Tampoco es la única incongruencia que se le ha documentado. El 17 de febrero del 2007 en "Adivina, adivinador" contrasté la postura -acerca del combate al narcotráfico- de "Calderón el opositor" vs. "Calderón el Presidente". Declaraciones diametralmente opuestas, que exhiben una oposición mezquina que puso en duda las prácticas de hoy.

Si se hubiera contado con mayor presupuesto para seguridad, quizás no habríamos llegado al extremo que ahora vivimos. Es el mismo caso si se hubiera combatido con mayor contundencia el narcotráfico. El "hubiera" no existe. Lo que sí existe y está documentado es la incongruencia monumental de quienes hasta hace poco eran oposición y hoy son Gobierno.

El anuncio presidencial también deja al descubierto los descomunales errores en la Administración de Calderón. No es posible que un área del presupuesto aumente 40 por ciento. No hay forma lógica de que esa área -o alguna otra- pueda asumir el ejercicio racional de un incremento repentino de esa magnitud. En caso de que la cantidad planteada sea la necesaria, lo que quedaría al descubierto es un error garrafal en el diagnóstico del problema en cuestión. La falla del Gobierno estaría en no haber presupuestado lo necesario en los años anteriores.

El anuncio parece más una medida efectista y electorera. El Presidente, desde el principio, se metió en un laberinto. Como candidato identificó como el principal problema del País: el empleo. Lo tomó como imagen. Ya como Presidente, nos cambió la jugada: la inseguridad se convirtió en el principal problema, ya ni quien se acuerde del empleo. Los operativos militares, la indumentaria castrense, 5 mil efectivos para el norte, 3 mil para el sur, 2 mil para el occidente, retenes. Nuevamente el efectismo puro. A la fecha, el problema no ha disminuido, ni siquiera se ha contenido; por el contrario: ha venido a más. Hasta la espectacularidad de los operativos ser ha perdido; mejor dicho, la delincuencia hasta el espectáculo se ha robado.

Hay que recordar que el 9 de diciembre del 2005, en un desayuno en su cuartel de campaña, Felipe Calderón se comprometió ante los organizadores de la marcha contra la inseguridad del 2004. El compromiso fue bajar 10 por ciento anual los índices de delincuencia. No estaría por demás buscar la curva que arroja en esta materia el lapso comprendido entre el 1 de diciembre del 2006 y el día de hoy. Sin duda, ese 10 por ciento es mayor, pero a la inversa.

Ahora nos dicen que se requiere más dinero. Habrá que esperar a conocer cuáles serán las áreas sacrificadas.

Ahora debemos creer que su plan sí es auténtico, y no debemos incurrir en la desconfianza que él manifestaba como opositor respecto a los planes de seguridad del Gobierno. En ese sentido, Calderón es un afortunado: la Oposición no se ha mostrado mezquina en el apoyo a los retenes militares. Esperemos a ver las reacciones a la propuesta presupuestal.

No estaría mal que el Presidente evaluara su Gabinete de seguridad y sus estrategias. Si lo ha hecho, significa que ahí no identifica el problema y que lo único que se requiere es más dinero.

Ante una propuesta presupuestaria de esa magnitud, vale la pena recordar los antecedentes que nos permiten contar con la visión presidencial del problema. Es pertinente analizar la congruencia del discurso y el cumplimiento de compromisos. Es necesario preguntarnos si hay un concentrado de estadísticas que nos ilustren.

El candidato Felipe Calderón nunca nos dijo que este era el principal problema. Como Presidente ha desplegado una serie de medidas espectaculares que parecen avivar el fuego, y al inicio de su gestión hizo una serie de compromisos en materia de seguridad para los primeros 100 días de su Gobierno.

La próxima semana recordaremos estos compromisos; eso puede ayudarnos a tener una idea más clara sobre el cumplimiento en relación a los adquiridos recientemente. También puede clarificar si un aumento presupuestal de esta magnitud puede resolver el problema.

El Gobierno podría ayudar mucho si, mientras tanto, nos explica las razones de no considerar en presupuestos anteriores una mayor cantidad de recursos; y también ayudaría una dosis de humildad para que el Presidente reconociera que se equivocó cuando era Oposición y que por tanto, es un destacado corresponsable de la crisis de seguridad que hoy vivimos.

rogelio_campos@yahoo.com

sábado, 6 de septiembre de 2008

Tobogán

Esta semana se dieron a conocer datos que revelan que nuestro País va en picada. Más que preocupante, el escenario dibujado por las cifras es alarmante. Lo de menos es el impacto que éstas tendrán en las elecciones del próximo año. Lo verdaderamente grave radica en el mediano y largo plazo. Estamos en un tobogán y no se advierte cómo salir ni se avizora cuándo la caída deja de ser tan pronunciada.

El Índice de Confianza del Consumidor que se publicó esta semana se ubicó en su peor nivel desde que se dio a conocer en el 2001. El índice muestra un desplome en la percepción de los mexicanos respecto a la situación económica con relación al año pasado. Los mexicanos perciben, saben que su situación económica ha empeorado. También revela la expectativa que se tiene para los próximos 12 meses. Peor imposible.

Sin duda, el silencioso y progresivo gasolinazo constituye un elemento que se refleja en el estudio. Este aumento irá minando la economía de los mexicanos y se irá reflejando en mayor inflación, de manera inversamente proporcional a la racionalidad impuesta por el hecho de que el combustible deje de ser subsidiado.

Hablando de inflación, nos encontramos frente a una curva ascendente. La inflación que se da a conocer es más alta que la del mes inmediato anterior. Ya llevamos varios meses así. Lo mismo sucede, pero a la inversa, con la proyección de crecimiento de la economía. En ambos casos, inflación y crecimiento, nos encontramos con la realidad que no se ajusta a lo que se había considerado a principios de año.

Debido a la recesión en la Unión Americana, el envío de remesas ha disminuido y la proyección es que esa tendencia siga. Los ingresos de miles de familias han disminuido y seguirán disminuyendo. Por si lo anterior fuera poco, el precio del petróleo se desplomó y la extracción de crudo ha sufrido la misma suerte. Los ingresos de divisas que se captan vía remesas y petróleo han caído y seguirán cayendo. Sin divisas, nuestra capacidad de importación se ve afectada.

Tenemos en el turismo otra fuente de divisas. La ola histórica de violencia extrema que vive el País hace menos atractivos nuestros destinos turísticos, lo cual sin duda se verá reflejado en la captación de ingresos y, por consiguiente, en la balanza comercial, entre otros indicadores.

Otro dato revelador lo encontramos en la cartera vencida de tarjetas de crédito. Alcanza niveles de máximo peligro, incluso si lo comparamos con el que originó "el error de diciembre". A diferencia de 1995, hoy los mexicanos compramos hasta los víveres en los supermercados con dinero plástico. Hoy nos endeudamos para comer. Esta sola diferencia podría reflejar un problema mayor al de hace 13 años.

La mezcla explosiva de cifras ya se refleja en los estudios de opinión. Consulta Mitofsky, en su -poco difundida- encuesta trimestral de agosto, muestra datos escalofriantes: El 76 por ciento de la población tiene la percepción que la situación económica está mal. Es la cifra más alta desde el 2001. El 22 por ciento percibe a la economía mejor; es la cifra más baja de los últimos ocho años. Crisis económica, narcotráfico, bajos salarios e inflación alcanzan los niveles más altos de preocupación con relación a los últimos ocho años.

Felipe Calderón enfrenta el nivel más alto de reprobación de cualquier medición realizada desde que asumió el poder. Su nivel de aprobación está a punto de llegar al más bajo que haya registrado. Alcaldes y Gobernadores obtienen, en general, mejor calificación que el Ejecutivo federal. El Presidente obtiene una pésima calificación en el rubro "preocupación por los pobres".

La población ha mandado una señal que se ve reflejada en las encuestas de preferencia electoral. Si hoy fueran las elecciones, el PRI arrebataría al PAN la mayoría en la Cámara de Diputados.

El Gobierno federal había girado en torno a la figura de un Presidente enjundioso, empeñado. Esa ponderación mediática generó colateralmente la percepción de un Gabinete gris. Hoy se percibe un Presidente cansado, ensimismado, atribulado. Su imagen se ha venido desinflando. El Gabinete ha dejado de ser gris; se ha diluido, es un Gabinete inexistente, virtual.

Se han conjuntado todos los elementos para que tengamos una "tormenta perfecta". Con visión de corto plazo, el proceso electoral -que inicia formalmente el próximo mes- será el escenario para una turbulencia intensa, descomunal.

El problema mayor es que no será en el 2009 cuando el tobogán llegue a su fin. Resulta necesario atender las causas que provocan lo que los índices y las encuestas reflejan. No se ve quién, no se ve cómo y no se ve cuándo se atiendan las causas que han venido degradando el tejido social y nos tienen en la antesala de una crisis económica de magnitud histórica.

Ahí están los datos y los números. Ahí está un modelo económico que no cambia. Partidos van, partidos vienen y el modelito es el mismo. El otro modelo propuesto no solamente no gusta, se condena. Es un modelo asimétrico, que permite la acumulación de riqueza, la desigualdad; que no atiende causas sociales, que está reñido con el concepto de lo "público".

Las medidas y los funcionarios que solamente pretenden administrar los problemas, no resolverlos, están llegando al límite. Por evitar golpes de timón y turbulencias estamos en un tobogán y desemboca en una tormenta perfecta.

rogelio_campos@yahoo.com

sábado, 23 de agosto de 2008

País de renuncias

Nos quejamos de la inseguridad pública, que permite que nos roben de a poco. En cambio, toleramos la inseguridad jurídica, que cancela lo más importante: la posibilidad de futuro

Confusión en varios aspectos es lo que priva en los mexicanos como consecuencia de la escalada de violencia que se viene sufriendo. No solamente estamos confundidos y perplejos, con desasosiego y turbación de ánimo. También lo estamos por el clima de abatimiento y humillación que padecen miles de compatriotas al ser víctimas materiales o potenciales de la delincuencia. Pero también el término confusión se aplica para quien mezcla o funde cosas diversas y para quien se encuentra equivocado.

Los mexicanos podríamos estar mezclando o fundiendo términos. La marcha que se ha convocado es para protestar contra la violencia. Algunos encuentran el antecedente a esta -seguramente- monumental marcha en el año 2004. En aquella ocasión se marchó contra la inseguridad. Violencia e inseguridad se relacionan, pero no son lo mismo. Cuatro años después volverá a participar México Unido contra la Delincuencia, la asociación que entonces convocó a aquella marcha. Delincuencia, inseguridad y violencia se relacionan, pero no son lo mismo.

El cambio de término entre la marcha de 2004 y la de 2008 reflejaría una transformación del problema o la percepción que se tiene del mismo. Antes se reclamaba seguridad. Si hoy se protesta contra la violencia y este último problema fuera resuelto, podríamos quedar en el estado en el que nos encontrábamos en 2004, sufriendo o percibiendo una inseguridad sin violencia o tal vez menos violenta.

Lo que queda claro es que en todos los casos -delincuencia, inseguridad y violencia- se vienen limitando los términos para referimos básicamente al concepto de seguridad pública.

Nos quejamos y protestamos -y está bien hacerlo- contra la "delincuencia de abajo", que extorsiona, asalta transeúntes, roba casas, negocios, autos o camiones; a la que secuestra. Pero no nos quejamos con la misma intensidad contra la "delincuencia de arriba". La delincuencia institucionalizada y la de cuello blanco roban a gran escala, asaltan con la ley en la mano, dejan sin casa o sin negocio. Ante esa delincuencia nos rendimos. Curiosamente en este caso no confundimos, no mezclamos términos, sino que tomamos el cuidado de separarlos.

En materia de seguridad se repite el esquema. Confundimos el término seguridad con el de seguridad pública. Nos quejamos de la inseguridad pública, que permite que nos roben de a poco. En cambio, toleramos la inseguridad jurídica, que cancela -nos roba- lo más importante: la posibilidad de futuro.

En este esquema de miopía estamos confundidos -equivocados- al reducir nuestro concepto de propiedad tan sólo a lo privado e inmediato. Renunciamos a ver como nuestra propiedad los bienes y servicios públicos: ríos, mares, bosques, parques, calles, transporte. Igualmente, renunciamos a ver como propio el futuro.

En nuestro esquema, lo único que nos pertenece es lo privado y actuamos en consecuencia. En ese sentido, todo lo que también nos pertenece, lo público, y a lo que cobardemente hemos renunciado, nos lo pueden robar y se puede dañar, pues en nuestra apreciación, no nos pertenece.

Al defender únicamente lo privado hemos abandonado la plaza. No se puede defender lo público desde la trinchera de lo privado. Lo peor: no se puede defender eficazmente lo privado sin las herramientas de lo público. Esta atrofia de no usar y disfrutar lo propio explica nuestra torpeza cuando se trata de reclamar seguridad pública. No sabemos cómo hacerlo y queda la duda de si sabemos lo qué es.

En materia de violencia, nuevamente limitamos el concepto. Lo reducimos a la violencia como instrumento de la delincuencia. Sin embargo, hemos renunciado a luchar contra los distintos tipos de violencia que ejercemos en nuestra sociedad: violencia intrafamiliar, de género, explotación infantil, discriminación de todo tipo. Difícilmente asociamos el término con los accidentes violentos, esos que están cobrando la vida de jóvenes alcoholizados. Si lo asociamos, tenemos una inmunidad brutal frente al fenómeno o bien una incapacidad monumental para imaginar o hacer algo al respecto.

Esa visión limitada de violencia o renuncia a la capacidad de indignación por la violencia en general nos pone en estos momentos en un serio predicamento de congruencia. Debiéramos preguntarnos contra qué específicamente estamos protestando o qué específicamente nos tiene indignados.

Bien lo decía el empresario Martí en su disertación del jueves, cuando se refería a las autoridades: "si no pueden, renuncien". Sin duda habló a nombre de la sociedad mexicana que es conocedora en esa materia. Con nuestros hechos demostramos que hemos renunciado a lo público y a ser congruentes. Hoy sufrimos las consecuencias y estamos confundidos, en los varios sentidos del término confusión: mezclamos los términos, estamos perturbados, nos sentimos humillados, pero lo más importante: nos hemos equivocado y debemos empezar por reconocerlo.

rogelio_campos@yahoo.com