sábado, 29 de septiembre de 2007

Diques rotos

Lo que estamos presenciando en el país es el inicio del rompimiento del dique que dividía las aguas de la izquierda con las de la derecha. No quiere decir que se hayan mezclado por completo y que ahora formen un solo cuerpo acuífero, eso nunca sucederá; sin embargo, esto es mucho más que leves escurrimientos o desbordamientos. Tres acontecimientos trascendentes de la última semana apuntan en ese sentido: las reformas electoral y fiscal y el discurso de Felipe Calderón ante un puñado de líderes mexicanos.

La reforma electoral se consumó. A pesar de los fallidos amagos de las empresas concesionarias de los medios electrónicos. A pesar de los pronunciamientos vergonzosos de los organismos empresariales, que hablan de democracia como si la practicaran en sus ámbitos. No obstante los devaneos de algunos Gobernadores que enseñaron el cobre dejando en claro a quién responden más allá de sus electores y sus partidos; qué poca vergüenza de estos Mandatarios (y de quien se siente vicepresidenta del país) al manifestar de manera descarada su intervención en asuntos que competen al legislativo de sus entidades y no a ellos.

Lo que apuntaba como un encuentro parejo entre los Estados que aprobarían la reforma y los que no, se convirtió en una goliza tremenda, de escándalo, y eso que todavía no termina el partido. El dique defensivo hizo agua, se rompió. No pudieron estos factores de poder detener la fuerza de la corriente emanada y consensuada en el Congreso de la Unión. El dique conformado por Elba Esther y sus Gobernadores, por los organismos empresariales y por el poder televisivo cedió.

Quienes invirtieron tiempo, dinero y esfuerzo en su afán por evitar que llegara "el peligro para México" han quedado atónitos al ver desmantelada la maquinaria pesada que utilizaron en su encomienda.

El segundo acontecimiento se refiere a la reforma fiscal. Si bien es cierto que el PRD votó en contra de ésta y que no nos llevará a los niveles de recaudación de Brasil, Chile o Argentina, la forma en que la Secretaría de Hacienda defiende el logro es lo que más llama la atención. El spot televisivo y radiofónico (vaya paradoja que sea mediante un spot), dice: "-Oiga compadre, ¿usté entiende que es eso del IETU y por qué los empresarios se quejan tanto? -Pos cómo que por qué, porque es un impuesto que los hace pagar como debe de ser. -¿A poco no los pagaban? -Algunos sí, y otros no lo que debían ser; y ahora sí, todos vamos a jalar parejo y van a pagar más los que más tienen. -Pos así debe de ser, ¿no? -Claro!.." ¡Tómala! No parece, por mucho, un spot de un Gobierno de derecha. Más bien parece un extracto tomado de un discurso de campaña de AMLO.

El dique de los mitos también hace agua. El discurso tramposo que por años permeó, y que atribuía la pobre recaudación fiscal únicamente al comercio informal, ha dejado de ser útil. Poco hizo la izquierda para combatir el mito. Antes el FMI, el BM, el BID y la CEPAL llegaron a la conclusión, mediante estudios científicos y técnicos, que la exigua recaudación tenía su origen en la evasión de los grandes empresarios.

Como consecuencia de la reforma fiscal se avizoraban aumentos a combustibles. El miércoles, en cadena nacional, Felipe Calderón dijo: "...he decidido detener la entrada en vigor del aumento al precio de la gasolina en los términos solicitados por los legisladores... En el mismo sentido, anuncio que el Gobierno Federal cancelará cualquier aumento a los precios de la gasolina magna, del diesel, el gas LP, el gas licuado de petróleo y las tarifas eléctricas ordinarias de consumo doméstico durante todo este año... En otras palabras, no habrá aumentos a la gasolina ni al gas LP ni a la electricidad en los próximos meses con objeto de proteger la economía de las familias más pobres...". Algunos editorialistas (los "Luis Pazos reloaded") se sienten como cónyuges engañados: ¡¿cómo es posible que el Presidente haga esto?! El dique que dividía la orientación económica de los partidos de izquierda y derecha se ha empezado a desmoronar. Con esta medida, Calderón se acerca a la postura del PRD ¡y a la que enarbola en estos mismos momentos el propio AMLO!

El último de los acontecimientos es el discurso de Felipe Calderón ante 300 líderes mexicanos. Delante de ellos los llamó minoría selecta y élite. También dijo: "... Cuántas fortunas se han construido sobre la sangre y sobre el dolor de esa mitad de mexicanos... Y más atrás, cuántas batallas hemos perdido, cuánto territorio, cuánta mediocridad hemos aportado entre todos para hacer de este País enorme, bendito por sus recursos naturales, por su historia, por su identidad, uno más entre el ciento de países que pueden hacerlo, pero que no lo han hecho". Les endosó la mayor responsabilidad en la transformación de México y de pilón les recetó: "... transformemos a México, y entonces sí nos llamaremos líderes del país". En otras palabras, les cuestionó el adjetivo autoimpuesto por ellos mismos.

Los diques han empezado a ceder. Nadie sabe el final de la historia, pero el agua estancada y pestilente ha empezado a correr. En el mes de la Patria, ese ya es motivo para celebrar.

rogelio_campos@yahoo.com