viernes, 13 de agosto de 2010

Parábolas peligrosas

"Diálogos por la seguridad" es una invitación del Presidente a la sociedad civil, intelectuales y expertos, dueños de medios de comunicación, gobernadores, líderes de partidos políticos y el Poder Judicial.

Extraño que se les llame diálogos cuando lo ocurrido dista mucho de serlo. Elegir para dialogar una sede castrense, como lo es el Campo Militar Marte, no resulta -por decirlo del mejor modo- lo más adecuado. Lo que ha sucedido es una serie de reclamos y netas presidenciales, de tal suerte que se ha convertido en una especie de terapia colectiva entre los presentes.

Según la Real Academia de la Lengua, diálogo es plática entre dos o más personas que alternativamente manifiestan ideas o afectos; también es la discusión o trato en busca de acuerdo o conformidad. Suponemos que se busca algo más que un intercambio alternativo de ideas o afectos, y que estaríamos frente a la segunda de las definiciones.

Si se busca un acuerdo, no tendrían mucho sentido algunas formas y expresiones del Presidente. Antes de invitar a los poderes constituidos, recibió a algunas organizaciones civiles; luego -en ese orden- a los representantes de las Iglesias.

Fue precisamente en la reunión con los jerarcas religiosos donde Calderón arremetió contra los políticos, incluyendo los partidos. Uno de los representantes religiosos dijo que no veía reunidos en esos diálogos a los políticos. Ante este comentario el Presidente insinuó que ya había invitado al Congreso y a los partidos, y dejó entrever que no le hacían caso. Entonces recurría a la sociedad, a los medios y a los representantes religiosos para que presionaran o persuadieran a los partidos de que le entraran al tema. En el camino mandó otro mal mensaje: un Presidente ignorado.

Y entonces vino lo peor: frente a los líderes religiosos, al Presidente le pareció propicio recurrir a las parábolas bíblicas para reforzar sus razonamientos. El resultado fue catastrófico.

Se refirió a lo que llamó la parábola del banquete, y dijo: "había un rey que organizó un banquete, y el día cuando se llegó a la fecha, uno a uno de los invitados fueron excusándose para no ir, y lo que hizo el rey fue salir al cruce de los caminos e invitar a quienes no habían sido invitados en un principio". Calderón evidentemente escogió la parábola de Mateo, que es la que habla de un rey.

Dejemos de lado el pequeño detalle de que la parábola elegida habla de un rey y de que es el propio Calderón el que asume ese papel. Lo grave radica en el desconocimiento de la parábola completa o en la descomunal edición que hizo.

En la parábola original suceden cosas realmente terribles después de que los invitados no quisieron ir al banquete y antes de que el rey mande a invitar a otros.

En la versión bíblica, algunos invitados afrentan y matan a sus propios siervos. El rey se enoja y envía a sus tropas a matar a los invitados que resultaron asesinos, y además incendia la ciudad de todos los invitados. El rey concluye que los invitados no eran dignos y manda a sus siervos a las encrucijadas de los caminos para que llamen al banquete a las personas que encuentren.

La versión bíblica continúa. Cuando entró el rey para ver a los convidados, vio a un hombre que no llevaba ropa de bodas y le dijo: "¿Cómo entraste aquí, sin llevar ropa de bodas?" El hombre quedó mudo. El rey ordenó: "Atadle los pies y las manos y echadle en las tinieblas de afuera. Allí habría llanto y crujir de dientes; porque muchos son los llamados, pero pocos los escogidos".

Lo mejor para todos es que Calderón no esté tomando decisiones de la misma forma o con el mismo criterio que elige parábolas; que no haya conocido la versión completa de esta parte de la Biblia; que cuando nos habla con gran seguridad y enjundia -como lo hizo frente a los jerarcas religiosos- no nos esté dando información tan burdamente editada como lo hizo en este caso.

Lo ocurrido no es cosa menor. Vuelva a leer la parábola completa -no la editada- y sitúela en el tema, frente a los actores que se pronunció, en el lugar y en el marco en que se dijo... luego traté de encontrar la equivalencia con los personajes actuales y las consecuencias para cada quien. ¿Ese es el talante presidencial para tratar estos temas o fue una proyección?


rogelio_campos@yahoo.com