sábado, 14 de abril de 2007

¡Sí se puede!

El discurso de Felipe Calderón se ha caracterizado por la constante de invocar la modernidad, "el México ganador", y dejar atrás el pasado para insertarse en el futuro. Ese ánimo se volvió a manifestar esta semana. "México busca recuperar el liderazgo regional", es el titular que recogieron varios diarios y cadenas noticiosas internacionales con relación a la reunión del "Plan Puebla- Panamá", en la que Calderón señaló: "es tiempo de acercarnos más a nuestros países hermanos, latinoamericanos, y en especial a los centroamericanos... México debe asumir su responsabilidad en el rol que le corresponde de equilibrio, de ponderación y de liderazgo regional".

Como si fuera a propósito, la misma semana en la que se anuncia la pretensión de ejercer un liderazgo regional, el Fondo Monetario Internacional señala que en 2007 no creceremos el 3.6 por ciento que había calculado Carstens a mediados de diciembre de 2006, ni tampoco sostendremos el supuesto crecimiento del 3.5 por ciento que el propio funcionario dijo habíamos alcanzado en el primer trimestre de este año. El Fondo señaló que creceremos un 3.4 por ciento y que en 2007 México tendrá una inflación más alta que su crecimiento.

En contraste, el FMI señala que para 2007 América Latina en su conjunto tendrá un crecimiento del 4.9 por ciento. Una importante diferencia de la región en contra de México ¿Podemos aspirar a ser líderes en la región, con un nivel de crecimiento ostensiblemente menor al de la región? ¿Seremos ejemplo a seguir en materia de crecimiento?

Esta misma semana, el FMI señaló que México ha caído, desde 1994, diez lugares en el índice de distribución de riqueza, encontrándose actualmente en el lugar 58. En el tamaño de nuestra economía también hemos retrocedido. Pasamos de ser la número 11 en 2000, a la 15 en 2007. Ninguno de los datos concuerda con los evocados por Fox, de que éramos la número 9 o la 10.

Como si nuevamente fuera a propósito, esta semana conocimos que Carlos Slim pasó a ser el segundo hombre más rico del mundo. ¿Puede ser ejemplo de crecimiento y de distribución de riqueza un país cuya economía decrece de manera constante, y que tiene una distribución empobrecedora (igualmente constante) de su menguante riqueza; pero que al mismo tiempo catapulta a la cumbre mundial de la riqueza personal a un solo hombre?

En materia de recaudación, el FMI ¡también esta semana! echa por tierra los señalamientos que por décadas hicieron los empresarios al Gobierno, en el sentido de que el comercio informal es el origen del mal de nuestra pésima situación recaudatoria. El FMI señala que el régimen prevaleciente favorece a los mexicanos "más acomodados". ¡Tómala! Quiere decir que los empresarios que por años se quejaron de los ambulantes, lo que en realidad hacían era gritar "¡ahí va el ladrón!", al tiempo que disfrutaban (y lo siguen haciendo) de un régimen fiscal a modo. ¿Para qué ir a las Islas Caimán, si se puede traer el paraíso fiscal a casa?

Por si lo anterior fuera poco, la CEPAL, en su estudio "La protección social de cara al futuro: Acceso, financiamiento y solidaridad", reveló que en materia fiscal, México recauda el 10 por ciento de su PIB; muy lejos del 40 por ciento de los países de la OCDE. Lo alarmante es que los países latinoamericanos recaudan en promedio 18 por ciento. Está claro que tampoco somos líderes en eficiencia en recaudación de impuestos.

El mismo estudio deja muy mal parado a méxico en protección social y sistemas de salud, en sistema de pensiones y en algunos programas sociales... todo medido no con relación a la OCDE o Norteamérica, sino con Latinoamérica.

No hace mucho se vivía la euforia del campeonato mundial de la Sub 17 obtenido en 2005. El candidato Felipe Calderón decía en enero de 2006: "seamos capaces... de tener el espíritu y la garra del la Sub 17; dejar atrás el espíritu que falla los penaltis a la hora de la hora, inyectarle a México y a sus ciudadanos el ánimo de esos muchachos que no se arrugan ante nadie y que hoy son campeones del mundo. Vamos a hacer de México un campeón del mundo".

Muchas cosas han cambiado desde ese discurso en Iztapalapa. Calderón pasó de ser candidato a Presidente; las mentiras contenidas en las manipuladas cifras oficiales del sexenio anterior son reveladas por cuanto estudio de organismos internacionales se hace público.

Tan han cambiado las cosas que esta semana hasta la Sub 17 fue eliminada en el premundial por no poder ganar a Haití, El Salvador y Honduras. México no irá al Mundial y con ello ha perdido el campeonato ganado en 2005.

Lo único que no cambia es el ánimo y enjundia del Presidente, a quien parecen no importar los pésimos lugares y la curva descendente que ocupamos en cuanta medición internacional se hace pública. Los datos que generan pesimismo parecen no existir; es el caso de los reportados por la CEPAL y por el FMI, que no son referidos ni por error por las autoridades. Tampoco merece mención la eliminación de la Sub-17. Lo importante es esperar otro suceso que sirva de pretexto para tratar de exorcizar el pesimismo sustentado en múltiples indicadores y entonces decir, repetir, gritar a todo pulmón: ¡Sí se puede, sí se puede!


rogelio_campos@yahoo.com