viernes, 25 de febrero de 2011

Emilio precandidato

Para nadie es secreta la aspiración de Emilio González por la candidatura presidencial de su partido. Sus acciones apuntan en esa dirección, y desde el 2010 figura en encuestas que realizan empresas prestigiadas. Emilio tiene posibilidades reales de meterse en la contienda interna del blanquiazul.

Grupo REFORMA publicó (05/12/2010): "Cierra brecha PAN". El estudio ubica al PRI a la cabeza con 31 por ciento, seguido del PAN, con 25 y el PRD, con 8. El problema para el PAN aparece cuando se encuesta con candidatos punteros: Peña Nieto obtiene 43 puntos, seguido de AMLO con 20 y Creel con 16. La debilidad del puntero del PAN alimenta las posibilidades para los demás aspirantes.

Consulta Mitofsky publicó a principios de mes su encuesta trimestral y ubica a siete panistas que aspiran a la candidatura. Veamos los tres primeros lugares, entre población en general, y el caso de Emilio, que está en quinto lugar.

Santiago Creel tiene una preferencia entre simpatizantes del 40 por ciento, lo conoce el 66 por ciento de la población y tiene un saldo de opinión (favorable) de 2.7. A su favor tiene ser el más conocido y su relación cotidiana con los senadores panistas, que algo pueden mover las estructuras del partido. En su contra está el hecho de no ser -por mucho- el candidato del Presidente, y que su saldo de opinión (2.7) es muy bajo comparado con Peña Nieto (42.4) y Ebrard (9.1).

A Josefina Vázquez Mota la prefiere el 16.8 por ciento de simpatizantes, la conoce el 43.2 por ciento de la población y tiene un saldo de opinión de 3.8. Tiene el activo de ser la coordinadora de los diputados del PAN, que pueden mover estructuras electorales; además, ser mujer podría garantizarle la precandidatura en el proceso interno formal, pero también, en un país como México, podría pesar en su contra. Su relación con Calderón es mejor que la de Creel, pero no tan buena como la de los miembros del Gabinete.

Alonso Lujambio es respaldado por el 7.8 por ciento de simpatizantes, lo conoce el 24.5 por ciento de los mexicanos y tiene una opinión favorable de 11. Tiene a su favor la proyección en medios nacionales y ser de las confianzas del Presidente, aunque en el PAN eso no pesó en el 2006. Es el panista con mejor imagen de los siete que hasta ahora son considerados. Ha tenido errores en sus dichos y declaraciones, pero nada que ver con los de Ernesto Cordero o los del propio González Márquez.

En los casos de Lujambio (tercer lugar), Lozano (cuarto), Cordero (sexto) y Félix Guerra (séptimo), al ser del círculo más cercano al Presidente, es previsible que en el proceso formal de elección los apoyos de los cuatro se decanten por uno, y todo indica que sería Lujambio. Si se suman las preferencias de simpatizantes de los cuatro (18.8), superan a Vázquez Mota (16.8).

Emilio González es bien visto por el 2.5 por ciento de los simpatizantes panistas, lo conoce un 21.6 por ciento de los mexicanos y tiene un saldo de opinión de 5.2. A su favor está ser el único aspirante que gobierna una entidad (que es importante y simbólica) y el haber borrado su opinión negativa de noviembre (-3.1) y convertirla en positiva. Este crecimiento de imagen es el más alto de entre todos los aspirantes de cualquier partido y, por la fecha en que fue levantada la encuesta, todavía no recoge los frutos (que pueden ser pasajeros) de la millonaria campaña que desplegó en medios locales y nacionales.

A su favor tiene la organización de los Juegos Panamericanos, que ha venido aprovechando para placearse por todo el País y en el extranjero. No hay que dejar de lado su desenfado para darle la vuelta, por lo menos mediáticamente, a los episodios más álgidos que ha vivido: de un conflicto puede crear una relación inmejorable, y de una mentada pública puede ufanarse de salir famoso. Su vehemencia por presumir sus virtudes y negar defectos -de otros- puede impactar, aunque sea momentáneamente, en la opinión pública.

En su contra tiene su ultraconservadurismo, su esencia polarizante y un rosario de anécdotas y dislates bien conocidos por la sociedad jalisciense, pero que, al parecer, no han mermado de manera importante su imagen y aprobación, ya que de marzo del 2007 a abril del 2011 su calificación solamente ha bajado de 7.3 a 6.4.

No hay duda de que Emilio está, hasta ahora, metido en las encuestas y en la pelea por ser uno de los precandidatos formales de su partido.

rogelio_campos@yahoo.com