Considerando el promedio de las encuestas públicas, no partidistas y levantadas en vivienda (BGC-Ulises Beltrán, Buendía & Laredo, Gea-Isa, Mitofsky, Parametría y Grupo REFORMA), desde el inicio de las campañas dos candidatos han perdido puntos: Enrique Peña Nieto (-1.6) y Josefina Vázquez Mota (-4.6). Otros dos los han ganado: AMLO (3.6) y Gabriel Quadri (2.6).
Hace seis años tuvimos, formalmente, 160 días de campaña; en esta ocasión solamente 90. Hoy llegamos al día 50, que corresponde al 55 por ciento de avance y equivaldría al 18 de abril del 2006.
La cifra de preferencias perdidas por el puntero en 2006 y en 2012 es similar: AMLO había caído en promedio 1.4 por ciento, mientras que Peña Nieto ha perdido 1.6. Otra similitud la encontramos en los candidatos sin posibilidades de ganar: en 2006 Patricia Mercado había incrementado sus preferencias, pasando del uno a poco más del dos por ciento, mientras que ahora Quadri ha tenido un avance del 2.6 por ciento. Lo que sí es diferente es el caso de la candidata panista: Felipe Calderón había aumentado sus preferencias 5 puntos, casi los mismos que ha perdido Vázquez Mota (4.6).
Con un avance similar en el desarrollo de las campañas, las preferencias sí se han movido y ha ocurrido en categorías muy parecidas a las del 2006. La diferencia es que en esta ocasión -y hasta el momento- la disputa sólo ha sido por el segundo lugar.
Al inicio de las campañas las seis encuestas públicas ubicaban a Vázquez Mota en segundo sitio con un promedio de 9 puntos de ventaja sobre AMLO; después de 50 días, todas las encuestas registran el descenso de la panista y el avance del perredista. La ventaja en promedio es menor a un punto (0.7), una encuesta los ubica con cifras idénticas y dos encuestadoras dan la ventaja al tabasqueño.
Hace seis años había cinco candidatos y ahora solamente cuatro. Quadri ha capitalizado esta situación, pues acumula una cifra similar a la suma que tenían Roberto Campa y Patricia Mercado (3.05).
Después del primer debate, el electorado mexicano reaccionó de manera similar que en 2006. En ambas ocasiones sirvió de envión para el candidato con tendencia alcista: Felipe Calderón (2006) y AMLO (2012). También catapultó a las "revelaciones" del debate, candidatos poco conocidos y ajenos al estereotipo político que sorprendieron a la audiencia: Patricia Mercado y Gabriel Quadri.
Si bien es cierto que en esta ocasión el puntero ha perdido preferencias, a la vez su ventaja se ha ampliado. Al inicio de las campañas Peña Nieto (47.6) tenía poco más de 17 puntos sobre Vázquez Mota (30.2) y ahora la brecha se ha ampliado a poco más de 20 puntos.
Algo muy importante debe ocurrir para que se muevan las tendencias, sobre todo si tomamos como referencia el comportamiento del electorado en la segunda parte de las campañas del 2006. De la segunda quincena de abril al cierre de las campañas las preferencias prácticamente no se movieron: ningún candidato registró variaciones considerables; el que registró mayor variación fue Felipe Calderón, con un descenso de 1.1 por ciento.
Las encuestas no sirven para predecir el futuro, sin embargo, el promedio que arrojan las encuestadoras prestigiadas, generalmente, se acerca bastante al resultado de una elección, sobre todo cuando no es cerrada.
El promedio de las encuestas de la segunda quincena de junio del 2006 registró ligeras variaciones respecto a la votación oficial. Cuatro candidatos obtuvieron una votación menor a la preferencia promedio de las encuestas: López Obrador 0.4 por ciento, Roberto Madrazo 4 por ciento, Patricia Mercado 0.37 por ciento y Roberto Campa 0.04 por ciento. Solamente el triunfador oficial obtuvo una votación mayor a la registrada por el promedio de las encuestas: Felipe Calderón (2.5 por ciento).
Esas mayores diferencias correspondieron a la baja de Madrazo y al incremento de Calderón, y podrían tener explicación en la operación -demostrada- que hicieron los Gobernadores priistas a favor de la causa panista. Veremos ahora qué ocurre.
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