sábado, 13 de octubre de 2007

Tonalá de los Saguaros

Varguitas, Alcalde de San Pedro de los Saguaros, ha sido reinterpretado por Vizcarra de manera sublime, magistral. Quizás Vizcarra se encomendó a Santo Toribio para superar a Damián Alcázar, pero al santo se le pasó la mano

Todo indicaba, al inicio, que llegaba con el apoyo divino. "Dice que gana por el apoyo de Santo Toribio"; así tituló MURAL la nota del 19 de diciembre de 2005 que daba cuenta del triunfador en la contienda interna del PAN, en la que se disputaba quién sería el candidato de ese partido para encabezar el Gobierno municipal de Tonalá, Jalisco.

La misma nota consignó: "Emocionado, con los ojos llorosos, el ganador agradeció a su familia, a la Virgen de Guadalupe y a Santo Toribio, a quienes se encomendó para obtener el triunfo. En cuanto pueda, irá a visitar al Santo para darle las gracias por el apoyo".

Vaya usted a saber las razones que tuvieron estas santidades para impulsar a Jorge Vizcarra para que no solamente fuera candidato sino Presidente Municipal de Tonalá. Vaya que el apoyo cuasi divino fue necesario, pues en la primera ronda había 402 votos en juego y el ganador requería la mitad más uno (202).

En esa primera ronda, Vizcarra solamente obtuvo 189 votos, por 117 de su más cercana competidora; 55 del tercero, 40 del cuarto y un voto nulo. Los votos no fueron suficientes para ganar en esa instancia. En la segunda ronda se anularon cuatro votos: Pitágoras dice que con todo y eso quedaban 398 votos, que se disputaban el primero y segundo lugar. Vizcarra obtuvo 199 y su contrincante 197. Nadie explicó qué pasó con los dos votos faltantes. Vizcarra ganó apenas por dos votos.

Todo esto fue reportado en la nota de MURAL, y también reportó que "...Ricardo Sigala Orozco, presidente del Comité Directivo Municipal, la hizo de organizador en las dos rondas...". Sigala, el mismo que fue jefe de Vizcarra en la Secretaría de Administración, cuando la encabezaba Abraham González Uyeda; el mismo que Vizcarra empoderó como su brazo derecho y hombre fuerte; el mismo que no aparece en público, que ha pedido licencia y, por si fuera poco, es señalado en diversas actuaciones por la comisión de varios delitos.

Ricardo Sigala... el mismo que fue señalado durante el proceso interno panista para elegir candidato a la Presidencia de la República, por Luis Jiménez Manzo (representante de Santiago Creel), por hacer campaña en favor de Felipe Calderón, según lo consigna la nota de MURAL del 24 de octubre de 2005, titulada "Es Tonalá el negrito en el arroz".

Todo indica que no solamente los santos (como Santo Toribio, mártir de la guerra cristera y santo patrono de los indocumentados y futbolistas) han abandonado a estos jóvenes políticos; también habrían sido dejados a su suerte por los santos de la política, quienes participaron en su encumbramiento. Contrario a su estilo, el dirigente estatal del PAN, Eduardo Rosales, ha dejado pasar la oportunidad de defender a sus muchachos. En la misma línea se ha mantenido quien les dio trabajo: el subsecretario de Gobernación del Gobierno federal, Abraham González Uyeda.

La furia de los dioses se ha ensañado contra las autoridades tonaltecas, al grado que ni las misas funcionan ya para ellos. El 9 de enero de 2007, MURAL tituló "Dan misa para nuevos gobernantes"; la nota nos cuenta de la ceremonia religiosa ofrecida por la máxima autoridad eclesiástica en la región, misma que se desarrolló en lo que algún día será el Santuario de los Mártires. En esa ceremonia, los Alcaldes de los Municipios metropolitanos hicieron las peticiones... habría que preguntarle a Vizcarra qué fue lo que realmente pidió.

El único santo que no ha abandonado a los personajes de este culebrón es San Pedro de los Saguaros, ese pueblucho en el que se desarrolla la trama de la película La Ley de Herodes. Ahí, Juan Vargas (Varguitas) ha sido reinterpretado por Jorge Vizcarra de manera sublime, magistral. Quizás Vizcarra también se encomendó a Santo Toribio, o lo pidió en la misa que ofició el Cardenal, para superar al actor Damián Alcázar (Varguitas), pero al santo se le pasó la mano; Vizcarra no solamente ha superado a Alcázar: lo ha humillado. El guión de La Ley de Herodes ha sido respetado de manera formidable. La devoción religiosa, los giros extorsionados, asesinatos, intrigas, enriquecimiento. Pareciera que no hay elemento que no se replique.

Lo que resulta inexplicable es la militancia de Vizcarra. Según la película, este papel debería recaer en un priista. Vizcarra es panista, y la verdad es que siendo tan honestos no se entiende que sea del PAN. Lo más seguro es que Vizcarra no pertenezca al PAN y que se infiltró para desprestigiar a ese grupo de mexicanos caracterizados por sus altos valores morales, por su elevado sentido de la ética y porque son garantía de desterrar los vicios que nos dejó el PRI.

rogelio_campos@yahoo.com