sábado, 15 de noviembre de 2008

Queda a deber

La deuda que pretende contraer el Gobierno de Jalisco sigue dando de qué hablar. El tema requiere de más información y explicaciones -queda a deber- como a deber quedan los actores involucrados en lo que parece su inminente aprobación.

Mientras los diputados del PAN han refrendado su apoyo al proyecto presentado por el Ejecutivo, los legisladores del PRI se oponen a la propuesta. Un elemento adicional a la discusión se encuentra en la aprobación de recursos federales por un monto muy superior a los que consideraba el documento enviado por el Gobernador a los diputados. Lo anterior no sería un elemento que necesariamente pusiera en duda la pertinencia del endeudamiento: es posible que los recursos federales adicionales no tengan por destino los proyectos que se pretenden realizar con el endeudamiento.

El problema radica en la falta de claridad sobre los proyectos a desarrollar. No se ha dicho a cuáles proyectos se destinarían los recursos provenientes del endeudamiento. Si lo supiéramos, sería muy fácil averiguar si se duplican con los recursos que el Gobierno federal ha comprometido para su ejercicio en el Estado.

La deuda que se pretende contraer (6 mil millones de pesos) es histórica. Nunca antes en un año el Gobierno de Jalisco -y es posible que ningún otro Estado- ha contraído un compromiso de esta magnitud. Basta señalar que la deuda del Ejecutivo es de aproximadamente 4 mil 500 millones de pesos. Estamos hablando de un aumento -en tan sólo un año- del 133 por ciento del total de la deuda contraída en toda la historia.

Resulta inevitable pensar en las posibilidades reales que tiene el aparato gubernamental para ejercer -directa o indirectamente- ese monto. No son pocas las muestras de subejercicios y de obras que se desfasan en el monto y el plazo previstos. Asunto aparte son las asignaciones directas de obras que -en el mejor de los casos- incluso ponen en duda la capacidad del aparato gubernamental para instrumentar los procesos de licitación. Debemos, además, agregar las suspicacias de la coincidencia que hay entre este monto histórico con un año electoral.

Para defender el proyecto de endeudamiento se recurre al argumento de la recesión económica mundial que se enfrentará el próximo año. En esa lógica, el Gobernador pretende instrumentar un modelo keynesiano que incentive la economía con base en el gasto público.

Aquí es donde hacen su aparición elementos que debemos considerar. Los antecedentes del Gobernador, cuando fungió como Presidente Municipal de Guadalajara -y no estábamos en recesión- apuntan en el sentido de un manejo presupuestal que se debe evitar, con o sin modelo keynesiano.

En abril de este año, Moody´s calificó como emisor de deuda a Guadalajara. El documento nos permite apreciar datos por demás interesantes. Moody´s dice que Guadalajara empezó a estabilizarse en su desempeño financiero mixto en los últimos dos años, lo que significa que hasta 2006 no se encontraba estabilizada. Recordemos que Emilio González fue electo en Guadalajara para el periodo 2003-2006. La calificadora refiere que la Ciudad operó con déficit en ese periodo.

Moody´s agrega: "en el periodo 2002-2005 se observa un deterioro gradual del margen operativo, al pasar de 17 por ciento en 2002 a 10 por ciento en 2005, nivel considerado relativamente bajo. Lo anterior fue a consecuencia del desequilibrio estructural entre los ingresos disponibles y el gasto corriente... creciendo -el gasto corriente- 41 por ciento comparado con -el crecimiento- del 25 por ciento de los ingresos".

Moody´s establece que el notable crecimiento de gasto corriente se disipó en 2006: justo cuando terminó el periodo para el que había sido electo Emilio González. Lo anterior refuerza el temor de algunos diputados de que el gasto corriente haya venido aumentando y que la obra pública se esté realizando con excedentes petroleros.

Moody´s también asegura que la posición de liquidez de Guadalajara fue negativa del 2003 al 2006, pero que -en ese periodo- no comprometió su condición financiera, pues el Municipio fue capaz de cubrir sus necesidades de flujo de efectivo sin recurrir a la deuda de corto plazo. Lo que no le dijeron a Moody´s fue que para lograr lo anterior efectivamente no se recurrió a deuda de corto plazo, pero sí se mandó temporalmente -a su casa- a cientos de empleados supernumerarios porque no se les podía seguir pagando, en una peculiar e histórica medida.

Ni los diputados del partido en el Gobierno ni los de Oposición han tomado medidas de fondo al respecto. Hace más de cuatro años, en mayo del 2004, la Convención Nacional Hacendaria elaboró el "Manual de Mejores Prácticas para la Administración de la Deuda en Entidades Subnacionales", que se puede consultar en http://www.indetec.gob.mx/cnh/General/DocsCNH/ManualCNH.pdf. Si los diputados hicieran lo que el manual recomienda acerca del marco regulatorio, mejores prácticas, normas prudenciales, fortalecimiento del marco institucional y transparencia y rendición de cuentas de la deuda, no andarían aprobando la deuda a ojos cerrados ni tampoco les quedaría solamente lloriquear.

Por eso, el tema de la deuda sigue quedando a deber, como otros han quedado a deber en el manejo presupuestal o en la implementación de un marco adecuado para el tema de la deuda.

P.D. Standard and Poor´s -también calificadora de deuda- estima que el sistema de pensiones de Jalisco agotará sus reservas en 2021. A tiempo, para que lo vayan viendo por ahí del 2018.

rogelio_campos@yahoo.com