sábado, 28 de febrero de 2009

Déficit de atención

28 Feb. 09

A medida que avanza la ciencia, escuchamos sobre nuevas enfermedades o padecimientos. Es el caso del Trastorno de Déficit de Atención TDA o el TDAH -lo mismo, pero con hiperactividad-. El TDA es un trastorno de comportamiento que se diagnostica en la infancia. Se calcula que afecta hasta a un 5 por ciento de los niños en edad escolar, y no se tiene clara la causa que lo provoca.

Sin duda, este es un tema interesante. En nuestra sociedad la ausencia de atención -que no es lo mismo que TDA- también se manifiesta de múltiples formas.

Resulta lógico pensar que los padres cada vez tienen menos tiempo para atender a sus hijos. Atrás quedó la familia tradicional, en la que el padre trabajaba y la mamá se dedicaba a atender a los hijos. Actualmente, ambos se ven en la necesidad de trabajar. Algunos padres tienen más de un trabajo para tratar de que el ingreso familiar alcance. Obvio: queda mucho menos tiempo.

En las ciudades grandes -que no es lo mismo que grandes ciudades- como Guadalajara, se ha abandonado el transporte público de la misma forma que se ha fomentado la anarquía en la proliferación de "fraccionamientos" en la periferia. Hoy no alcanzamos a regresar a comer a la casa -de la tradicional siesta mejor no hablamos- y hay que salir más temprano para alcanzar a llegar al trabajo y para que rinda el día. Seguimos en la sustracción de tiempo para los hijos.

El resultado de la ausencia de atención a los hijos -no precisamente TDA-: una cantidad impresionante de jóvenes heridos o muertos como consecuencia de la combinación de alcohol y volante; el divorcio de los jóvenes con el deporte, el arte y la cultura; el incremento en el consumo de drogas; la aparición y consumo de drogas más nocivas, entre muchas otras manifestaciones que apreciamos en nuestra sociedad.

Cuando se registra un suceso -como los referidos- que por su dimensión resulta escalofriante, no faltan los defensores de oficio de las autoridades -irresponsables- que tratan de orientar la culpa a los padres: "los padres deben cuidar a sus hijos". La pieza faltante del rompecabezas es una ciudad que no permite a los padres estar cerca de sus hijos, ni en la dimensión espacial ni en la temporal. Tenemos un sistema económico que no garantiza sobrevivencia -mucho menos bienestar- al trabajar ocho horas, y un modelo de ciudad que nos aleja del núcleo familiar y que tampoco aporta el equipamiento ni las políticas para la convivencia familiar.

Recientemente también se habla del Trastorno de Déficit de Atención e Hiper- actividad, TDAH. Es un tema que está a debate -desde su definición- por los expertos en salud mental. Se dice que afecta a los adultos, no solamente a los niños, y que por sus manifestaciones también pareciera que afecta a nuestra clase dirigente.

A continuación referiré los síntomas del TDAH -todos ellos son serios- dentro de las limitaciones médicas del estudio de este posible trastorno entre adultos. No así de seria pudiera resultar la aplicación que hago para el caso de nuestra clase dirigente, que no solamente política.

Manifestaciones del TDAH serían la inquietud y la distracción. Probablemente sea la causa de que "nuestros representantes" de elección popular no terminen su cargo cuando ya están buscando otro -inquietud- y que no puedan concentrarse en los temas verdaderamente relevantes para su comunidad -distracción-.Otra de las manifestaciones es el deterioro de la memoria de corto plazo. Aquí pudiera radicar la causa de olvidar las promesas de campaña o de apelar a que todos los jaliscienses padezcamos de TADH y entonces pronto olvidemos las ofensas que nos regalan nuestros gobernantes, o verlos totalmente alcoholizados a las afueras de un table dance, etcétera.Una manifestación más es la tendencia a expresar sentimientos inadecuados. Un ejemplo podría ser "a mí lo que unos poquitos digan, me vale madre... Digan lo que quieran, chinguen a su madre".

El TADH también se manifiesta en la incapacidad de terminar un proyecto. En este caso está difícil que alcance el espacio de esta colaboración para los ejemplos, pero algunos de ellos podrían ser: el Periférico, el Macrolibramiento, los Arcos del Milenio, el Teatro de la Ciudad, el Museo Guggenheim, la Torrena, y parece que también estarán en este apartado la Villa Panamericana y algunas obras de esa justa deportiva.Los desórdenes graves de ansiedad acompañan este padecimiento. Ahí podría encontrarse la explicación de querer llamar la atención a como dé lugar, no importa si se tiene o no merecimientos para que los demás veamos lo que esta clase política supuestamente hace.

Por último, los científicos de prestigiadas universidades, como Yale o Harvard, han encontrado que otro síntoma del TADH se manifiesta en una incapacidad severa de aprendizaje. Ni hablar, difícilmente un padecimiento puede tener manifestaciones que se refieran tan puntualmente a nuestra clase dirigente.

Probablemente la necesidad de atención -además del TADH- sea del tamaño de sus espectaculares o del costo de la pauta publicitaria ahora que algunos son candidatos. Pobres, necesitan atención -y curar sus males-.

rogelio_campos@yahoo.com