Los procesos de revelado requieren plata. En ese sentido, la carta que envío Mario Vázquez Raña a un diario de circulación local -publicada ayer- merece medalla de plata. El Presidente de la Organización Deportiva Panamericana (Odepa) revela las malas prácticas de los organizadores de los Juegos Panamericanos.
La carta deja al desnudo que en Buenos Aires, en mayo del 2006, el proyecto para los Juegos consideraba la ubicación de la villa en los terrenos de la Barranca de Huentitán y El Disparate. Esa es la ubicación aprobada por los 42 Comités Olímpicos Nacionales. Ese dato nunca fue dado a conocer a la sociedad tapatía.
Ayer, Alfonso Petersen reconoció que el proyecto original no consideraba la villa en el Parque Morelos, pero que no recordaba la ubicación propuesta en Río. La sociedad tapatía -como el marido engañado- fue la última en enterarse. Aquí siguen las suspicacias. En mayo del 2006 se presentó el proyecto... y al mes siguiente se tramita una ampliación de superficie del predio que el Gobierno del Estado compró hace dos meses y sobre el que hizo el compromiso de cambiar el uso de suelo de 46 hectáreas.
Vázquez Raña también revela su reacción al conocer el pretendido cambio de ubicación de la villa. El presidente de la Odepa le habría dicho a Petersen que tendría que elaborar, fundamentar y presentar a la Asamblea el nuevo proyecto. Vázquez Raña da a conocer que le asaltó una gran preocupación porque apreciaba la enorme complejidad y los problemas técnicos y financieros del nuevo proyecto.
Quiere decir que no solamente los regidores de Oposición tuvieron dudas sobre el proyecto del Parque Morelos. También significa que el Ayuntamiento se endeudó por 350 millones de pesos para comprar terrenos en la zona sin tener el proyecto aprobado. El endeudamiento habría crecido mil -o 500- millones para un proyecto que no solamente no había sido aprobado, ni siquiera había sido presentado formalmente ante la Odepa.
El presidente de ese organismo hace un enérgico reclamo a los organizadores por no tomar decisiones oportunas, por no acelerar el paso. Deja al descubierto que el proyecto del Parque Morelos fue "presentado" en Río de Janeiro en el 2007, pero carecía de definiciones, y esa fue la razón de no haber sido sometido a la aprobación de la asamblea de la Odepa. De ese ridículo los jaliscienses no fuimos enterados por los organizadores.
La carta revela que en la asamblea de la Odepa del 2008, en Acapulco, se presentó un proyecto que distaba mucho de ser una Villa Panamericana. Los requisitos de una villa están previamente establecidos y el Comité Organizador está obligado a conocerlos. En esa asamblea tampoco se aprobó el proyecto. Hoy sabemos que Petersen se comprometió -en octubre del 2008- a iniciar los trabajos de construcción de la villa en 10 días. Tampoco ocurrió ni nos fue informado.
Cinco meses después, en la reu-nión del Comité Ejecutivo de la Odepa, celebrada en Guadalajara, la Comisión de Coordinación le informó al Comité Organizador que el proyecto del Parque Morelos no reunía los requisitos mínimos exigidos. Se habría recomendado buscar otra alternativa y presentarla en abril. Tampoco ocurrió ni se informo a los súbditos de Jalisco... no habría razón: a los súbditos no se les informa ni se les rinde cuentas.
Nuestro Comité Organizador ya se ganó una medalla de oro: a la desidia. En palabras del presidente de la Odepa: "en ninguno de los Juegos anteriores se permitió estos reiterados incumplimientos ni se corrieron tan elevados riesgos". Mientras ocurría esa serie de omisiones y negligencias, los organizadores mostraban su mejor sonrisa, nos decían que todo iba de maravilla.
Vázquez Raña reclama a los organizadores no haber dicho la verdad y los reta a desmoronar las mentiras expresadas que habrían afectado el prestigio de la Odepa.
Los organizadores se están quedando solos... sin el apoyo de la Odepa, que es la entidad a la que le rogaron para que les diera los Juegos, y sin el apoyo ciudadano por tantas mentiras y ocultamiento de información. También los ha abandonado la noción de política pública, la seriedad, el compromiso, la verdad, la transparencia, la rendición de cuentas, y el concepto de de interés público.
Los Juegos no han iniciado, pero ya tenemos las primeras medallas: una de oro y otra de plata. También se ha enseñado el cobre.
rogelio_campos@yahoo.com