En cuatro meses iniciará el proceso electoral para renovar la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. Algunas encuestadoras ya han publicado resultados de intención de voto con miras a la elección de la cual nos separan 13 meses. La noticia es el repunte del PRI, que incluso se empieza a perfilar para un triunfo en 2012.
Lejos quedaron los días en los que Felipe Calderón pensaba en llevarse la mayoría absoluta en la elección intermedia. Eran los primeros días del sexenio, las encuestas arrojaban resultados muy favorables para el Presidente y su partido. Había optimismo sobre las expectativas económicas y políticas.
El Presidente puso en marcha los operativos militares y hasta apareció enfundado y tocado con accesorios del uniforme militar, aumentando su popularidad y posicionando la inseguridad como el principal problema de México, no obstante que en todas las mediciones anteriores la economía era lo que más preocupaba a los mexicanos. Por algo se autonombró el Presidente del Empleo.
A 18 meses de distancia, no se ve la forma en la que el PAN obtenga la mayoría del Congreso. Los números indican que podría reducirse el número de diputados respecto a los que hoy tiene. Conforme se publican estudios de opinión, dan cuenta de esta tendencia y ofrecen datos que la explican.
Recién llegado Calderón a la Presidencia, el partido con el que más se identificaban los mexicanos era el PAN. En marzo, Consulta Mitofski reportó que por primera vez en el sexenio el PRI ha tomado una ligera delantera, dejando a Acción Nacional en la segunda posición. La tasa de rechazo del PAN se mantiene en los mismos niveles en que se encontraba al inicio del sexenio, mientras que los mexicanos que rechazan al PRI cada vez son menos y, aunque parezca increíble, lo mismo ha sucedido con el PRD, aunque todavía conserva la mayor tasa de rechazo entre los tres partidos grandes.
Al preguntar a los encuestados cómo actuarían si hoy fueran las elecciones, la mayoría dijeron votar por el PRI, seguidos muy de cerca por el PAN, y con el PRD en un lejano tercer lugar.
La cantidad de mexicanos que percibe un empeoramiento de la situación política y económica aumenta de manera alarmante. Los resultados en algunos casos son los peores de los últimos ocho años. Esto se confirma con la encuesta publicada por MURAL el domingo pasado y con el índice de confianza de los consumidores, que evalúa sus percepciones tanto de las finanzas del hogar como de las del país. Esta medición cayó en mayo estrepitosamente respecto al mismo mes del año anterior, lo que representa el peor retroceso en seis años.
La encuesta de MURAL arroja una calificación aprobatoria para el Presidente, misma que se ha mantenido más o menos estable desde que asumió. Sin embargo, su liderazgo, credibilidad y actuación en rubros específicos se desinfla de manera constante, aunque lenta. Ya no es vigente la frase "sí le va bien al Presidente, le va bien al país".
Algunas variables que explican el descenso de las cifras tienen que ver con situaciones externas, como la crisis y carestía alimentaria, las presiones inflacionarias y la recesión económica del vecino país que repercute en una baja de las exportaciones y en la disminución del envío de remesas. Otras variables son consecuencia de la "guerra" en la que estamos inmersos y que, de acuerdo con la encuesta de MURAL, cada día genera más pesimismo en los mexicanos.
Las consecuencias de las variables expuestas no necesariamente han llegado al límite. De seguir las tendencias, el PAN podría llegar a la elección en las peores circunstancias.
Hace algunas semanas, Andrés Oppenheimer trataba en su programa televisivo el tema del petróleo. Se comentó que, en tanto el precio del petróleo se mantuviera alto, Hugo Chávez seguiría teniendo aliados en los Jefes de Estado de la región. Es el mismo caso de México, pero con una diferencia: en tanto siga alto el precio del petróleo, Calderón tendrá aliados en los Gobernadores.
Sin embargo, hasta el tema de los excedentes petroleros empieza a minar la alianza del Ejecutivo federal con los Gobernadores. Se dice que ahora no hay excedentes y eso puede tensar las relaciones. Pero aun resolviéndose, difícilmente los Gobernadores no panistas harán alianza con Calderón o con el PAN. No hay incentivos para hacerlo en la elección intermedia, como sí los hubo en el 2006, pues sin ella no se explica el triunfo de Calderón.
Según la encuesta de Mitofsky, los Gobernadores priistas son los mejor calificados por los mexicanos, y los panistas acaban de perder el segundo lugar dejándolo en manos de los perredistas. Los Gobernadores, como lo vienen haciendo, emplearán los recursos para favorecer a sus candidatos. Si hay excedentes petroleros lo harán con mayor éxito. El festín de los excedentes explica la práctica inexistencia de alternancia en los Estados desde que existe esta aberrante repartición que se ejerce con la mayor discrecionalidad. Hasta Mario Marín arrasó en las elecciones intermedias locales.
El jueves, la empresa Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) dio a conocer su Encuesta Nacional Gobierno, Sociedad y Política (http://www.gabinetece.com.mx/index.html). El estudio señala que si hoy fueran las elecciones para Presidente, el PRI triunfaría con Enrique Peña como candidato. Los otros candidatos visibles son Beatriz Paredes y Manlio Fabio Beltrones. Por el PAN encabezan la lista Santiago Creel, Josefina Vázquez y Camilo Mouriño; y por el PRD Marcelo Ebrard, AMLO y Lázaro Cárdenas. Estamos todavía muy lejos, pero el PRI vive su mejor momento de los últimos ocho años.
En el caso de Jalisco, la encuesta de GCE reprueba al Gobernador (lugar 26), revela que los jaliscienses votarían abrumadoramente por Peña Nieto, pero también indica que el PAN es por mucho (muchísimo) el partido que los jaliscienses sienten más cercano.
rogelio_campos@yahoo.com