sábado, 28 de julio de 2007

Buenas y malas

"Te tengo una buena y una mala, ¿cuál quieres que te diga primero?". Seguramente usted ha sido inmovilizado en más de una ocasión al escuchar esta expresión, empleada comúnmente para atemperar el ánimo de la persona a quien se transmite el contenido de dos noticias contrastantes. Si no iniciáramos con esta advertencia cuando la ocasión lo manda, y comunicáramos primero la mala noticia, el receptor podría deprimirse y no disfrutar la buena. Ahora bien, si omitimos la introducción y primero le decimos la buena noticia, la efímera alegría cedería el paso a la pesadumbre de escuchar la mala.

Sin duda lo que nos anima al hacerlo es un espíritu de responsabilidad, de honestidad, de equilibrio y de protección. Nos sentimos con el compromiso de comunicar también las malas; no sería honesto que sólo transmitiéramos las buenas noticias ni viceversa; con esto queremos ser factor de equilibrio en el estado de ánimo de nuestro interlocutor, buscando protegerlo de una sobrerreacción.

Las buenas

En esta ocasión yo le tengo buenas y malas noticias, y al no poder saber cuáles quiere usted primero, empezaré por las buenas. En mayo, el Secretario de Economía dio a conocer que durante el primer trimestre de 2007, México captó una Inversión Extranjera Directa (IED) por 6 mil 553 millones de dólares. Históricamente sería el tercer monto más alto para un primer trimestre y superaría en 66.4 por ciento el registro en el mismo periodo de 2006.

Otra buena: la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), organismo de la ONU, acaba de emitir un comunicado estableciendo que en 2007 la economía de América Latina crecerá más de lo esperado. Se había calculado 4.7 por ciento y en realidad será el 5 por ciento.

Una más: la semana pasada el Presidente Calderón informó que en lo que va de 2007 se han creado 500 mil nuevos empleos; esta cifra sería 6 por ciento superior a la del mismo periodo del año anterior. No es poca cosa, sobre todo considerando que 2006 fue el mejor (o menos peor) año en materia de crecimiento económico del sexenio foxista. De ser cierta la información y de mantener el paso, el Presidente Calderón estaría llegando a la cifra mágica del millón de empleos anuales y se perfilaría a cumplir su promesa de campaña: ser el Presidente del Empleo.

Otra no buena, sino buenísima es que el Presidente se animó a reprender a los "filántropos" de este país, cuando éstos criticaron su propuesta de "reforma" fiscal, y les dijo que con las acciones que ellos desarrollaban no alcanzaba para solucionar los problemas. El Presidente rompió con la inercia del sexenio foxista y se animó a verse como tal frente a los hombres del dinero.

Para finalizar con las buenas, y a propósito de la reforma fiscal, de aprobarse la propuesta del Presidente Calderón la recaudación pasaría del 9.7 al 12.5 por ciento del PIB, y con esto se tendrían más recursos para atender las necesidades urgentes de México.

Las malas

Llegamos al momento de las malas noticias; conste que le advertí que así sería. Al mismo tiempo que la CEPAL informó que América Latina crecerá más de lo esperado, también informa que México tendrá el peor avance de toda la región. Así como recalculó al alza el crecimiento de los países que conforman esta zona, en el caso de México el replanteamiento fue a la baja de lo que se había considerado a principios de año. Nuestro crecimiento esperado se sitúa en 3.2 por ciento, lejos de República Dominicana, Argentina y Panamá, que crecerán entre el 7 y el 8.5 por ciento.

Por si lo anterior fuera poco, el Fondo Monetario Internacional coincide con la CEPAL. Asegura que Latinoamérica crecerá más de lo esperado, y para el caso de México también reduce la expectativa (que ya de por sí era para un 2007 peor que el año anterior) que el propio organismo tenía de nuestro país, sólo que el FMI es menos optimista que la CEPAL por una décima (3.1 por ciento).

Esta información coincidente de dos fuentes serias, no hace sino sembrar la duda acerca de la veracidad y consistencia de la información oficial (la de los récords en la IED y los empleos). Si las cifras oficiales corresponden a la realidad... peor aún. Supongamos que son ciertas: entonces cómo explicar que rompiendo los récords y con excelentes noticias, la CEPAL y el FMI hacen ajustes a la baja de nuestra expectativa de crecimiento. Mejor no imaginemos cómo nos va a ir cuando baje el ritmazo que (dicen) trae el País.

Otra mala noticia es que poco les duró el regaño a los "filántropos"; ya dijo el Presidente que ajustaría su propuesta de reforma fiscal y atenderá las observaciones de estos generosos y desinteresados mexicanos. Con esto queda claro quién trae el sartén por el mango.

Para finalizar las malas, y a propósito de la Reforma Fiscal, le decía que de aprobarse pasaríamos a recaudar el 12.5 por ciento con relación al PIB. La mala noticia es que el promedio de los países de la OCDE supera el 25 por ciento. Si nos queremos comparar con la región, Brasil rebasa el 20 y Argentina y Chile alcanzan el 18 por ciento. Quizás empecemos a igualar estos porcentajes ahora que (otra mala más) se acaben las reservas del petróleo: PEMEX anunció esta semana que eso pasará en siete años.

Lo despido con una última para que usted la califique como buena o mala: a pesar de faltar la confirmación de la revista Fortune, cada vez son más las publicaciones que afirman que hoy el hombre más rico del mundo es mexicano.

rogelio_campos@yahoo.com