viernes, 2 de noviembre de 2012

Evolución legislativa


El Congreso del Estado se encuentra en el ojo del huracán. Son muchos y graves los señalamientos sobre su desempeño. Los diputados entrantes están obligados a solucionar el problema, pero también tienen la oportunidad de ser de los primeros en el país que hagan algo nuevo y necesario para el Poder Legislativo: profesionalizarlo.

Más allá de la catástrofe financiera causada por el incremento de plazas laborales y contratos, los diputados siguen sin contar con un equipo de apoyo profesional y confiable que les permita tomar las mejores decisiones. Han invertido mal el dinero: contratan asesores nominalmente, pero en la mayoría de los casos se trata de asistentes y de personal que realiza tareas administrativas que distan mucho de ser las que produzcan insumos de calidad para la discusión y producción legislativa.

Los diputados no están obligados a conocer de todos los temas, pero las democracias modernas han diseñado mecanismos de apoyo para que estén en condiciones de tomar decisiones con información de calidad. Ese elemento está ausente en nuestro Congreso y en muchos otros del país, incluyendo al federal.

La doctora Cecilia Judith Mora Donatto, investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, publicó un interesante ensayo sobre la urgencia de rediseñar el Servicio Civil de Carrera del Congreso Mexicano, que se puede consultar en http://www.juridicas.unam.mx/publica/rev/cconst/cont/19/ard/ard7.htm

Mora Donatto explica detalladamente la importancia y el funcionamiento de algunos servicios de apoyo profesional que tienen varios congresos, entre ellos el Congressional Research Service (CRS) de los Estados Unidos de América. El CRS realiza investigación y análisis sobre todas las cuestiones actuales y emergentes; genera informes, recopilaciones, bibliografías, sesiones informativas, etcétera.

El CRS apoya a los miembros, comités y líderes de las cámaras durante el proceso legislativo, desde su ayuda en la evaluación de la necesidad de nueva legislación antes de que ésta se presente, hasta su asistencia para que puedan llegar a un acuerdo final sobre los proyectos de ley. El CRS también ofrece a los miembros del Congreso, su personal y comités, los servicios de seminarios, cursos de capacitación, asesorías breves, consultas en persona y traducciones.

El CRS se basa en los principios de estricta confidencialidad e independencia y posee total autonomía para desarrollar sus investigaciones y para administrar su presupuesto, según se establece en su estatuto interno. El CRS tiene 440 empleados, incluyendo investigadores, analistas y administradores. Resulta interesante cómo se distribuye su presupuesto: 61% investigación y análisis de políticas; 28% información; 6% documentación y 5% dirección ejecutiva.

Mora Donatto señala que la asignación del presupuesto refleja que el rubro de mayor interés e importancia para el Congreso estriba en la investigación y la evaluación de políticas públicas, dos de las funciones más significativas de los parlamentos modernos.

Una distancia abismal es la que nos separa del funcionamiento del CRS. El "chambismo", la improvisación y el sistema de lealtad hacia la persona (el diputado) caracterizan al asistente legislativo. Debemos evolucionar hacia una tarea articulada, institucional y profesional, realizada por analistas y asesores que ingresen a un servicio civil de carrera legislativa y que progresen según sus méritos y capacidades.

Desactivar la bomba de tiempo administrativa y presupuestal del Legislativo es lo urgente; pero más allá de lo inmediato, lo verdaderamente importante y trascendente es que los diputados entrantes perfilen un sistema de apoyo de calidad que produzca insumos de calidad para la función que deben desempeñar.

El tamaño de su decisión reflejará la importancia que le conceden a la función legislativa. Parece difícil transitar hacia un modelo como el norteamericano, sobre todo si no se tiene altura de miras, pero es de las pocas acciones que pueden redimensionar al Poder Legislativo.

Sí, hay que arreglar el tiradero del pasado, pero ya va siendo tiempo de pensar cómo queremos que sea el futuro. En este reto los nuevos diputados podrían poner a prueba sus capacidades.

rogelio_campos@yahoo.com



Twitter @camposrogelio