viernes, 23 de abril de 2010

Las mangas del chaleco

Desde el miércoles, los policías viales de Jalisco cambiaron su apariencia. La Secretaría de Vialidad -ocurrentemente- sustituyó el color naranja de los chalecos por un peligroso tono azul. Lo que podría llamar la atención a simple vista es la similitud con los colores del PAN, situación que desestimó el Secretario de Vialidad del Gobierno del Estado.

El funcionario explicó que los nuevos chalecos muestran el teléfono (01-800-HONESTO) y que el cambio forma parte del programa "Jugando Limpio" de la Contraloría del Estado. Se supone el teléfono permitiría denunciar actos de corrupción.

No se entiende la necesidad de cambiar el color para poner el número "antitransas". Lo peor es que si usted marca el número telefónico se escucha una grabación: "El acceso al número que usted marcó, está restringido". Lo que sí queda claro, es que esta acción está hecha sobre las rodillas y a las carreras.

Por principio de cuentas, acudamos a la lógica y al sentido común ¿Por qué los chalecos eran de color naranja? La razón fue la seguridad de los agentes de tránsito, por eso se eligió un color de los que se conocen como "de Alta Visibilidad" (AV). Cuando se tomó esta lógica decisión aún no existían normas al respecto.

Actualmente ya existen normas en Europa y desde el 2006 en México, que determinan las características de la ropa AV: su clasificación, características y métodos de prueba. En Europa es la norma EN 471, en España es la NTP 718 y en México es la NMX-S-061-SCFI-2006. Estas normas definen las prendas de Alta Visibilidad: sirven como primera línea de defensa para proteger de un atropellamiento; permiten ser visto de día y de noche y pueden suponer, en un momento dado, la diferencia entre la vida y la muerte. El color -contrario a lo que "piensan" en la Secretaría de Vialidad- sí importa.

Hacer los chalecos azules es una decisión que demuestra ignorancia e irresponsabilidad: no se basa en lo racional, en la lógica, tampoco atiende las normas establecidas y pone en riesgo la seguridad de los trabajadores. Pareciera más importante el gusto o capricho colorimétrico -del Secretario de Vialidad o de alguien cercano a él- que la integridad de los policías viales. ¿Esa es la seriedad y consistencia que fundamentan las decisiones de la autoridad?

La norma indica que las prendas AV deben ser de colores fluorescentes, porque tienen las propiedades necesarias para aumentar la visibilidad diurna: devuelven una luz más brillante de la que fue absorbida. Por eso estos colores son más brillantes y ofrecen un buen contraste con el ambiente urbano. El colorcito "azul-peligro" -quizás escogido por un daltónico- no reúne estas necesarias características.

Existen tres colores posibles para las prendas AV: amarillo, rojo y rojo-anaranjado. Este último es el color de los chalecos que ya desecharon. Ojo: el azul no es un color posible para las prendas AV. Habrá que ver si Monraz también le resta importancia a estos argumentos. ¿No hay alguien en esa Secretaría que conozca estas cuestiones elementales?

Los chalecos azules tendrán que cambiarse por otros que sí cumplan la norma y contribuyan a proteger la integridad de los agentes. Probablemente haya resistencia (necedad y soberbia) de las autoridades a meter reversa. Entre más tiempo tarden en dar marcha atrás, será peor.

Este tema provoca dudas y el "azul-peligro" podría ponerse color hormiga. La autoridad debe aclarar cuánto invirtió en la compra; si hubo licitación o adjudicación directa; y ¿por qué acudió a un proveedor patito? En el caso remoto de haber acudido a una empresa profesional, ¿por qué escogió un color distinto a los del catálogo especializado y se desestimó lo que -por fuerza- le sugirió la parte vendedora?

La compra de estas prendas deja al descubierto los elementos con los que la autoridad toma decisiones: ignorancia, ligereza, actitud caprichosa, discrecionalidad e irresponsabilidad.

Además, la compra -para lanzar un programa anticorrupción- despide un extraño tufillo. No todo está perdido, el dinero gastado no necesariamente se fue a la basura: todavía nos sirve para comprar todas las mangas de chaleco que necesitemos.


rogelio_campos@yahoo.com