viernes, 18 de junio de 2010

Verdadera Vía Express

La semana pasada se anunció la llamada "Vía Express", un proyecto para construir un segundo piso que correría por encima de las vías del ferrocarril, desde la carretera a Chapala hasta la Avenida Aviación. Sin embargo, la verdadera vía express que ha quedado al descubierto es otra.

Llama la atención la forma en que el Ejecutivo presenta sus proyectos. El 5 de febrero del 2010, en el tour de medios que hizo, Emilio González anunciaba los proyectos desechados, los que estaban en duda y los que estaban en proceso. Ni en el Informe de Gobierno, ni en las posteriores visitas a los medios se dijo algo del proyecto que hoy se anuncia y para el que se piden apoyos incondicionales.

Se dice que llevan dos años y medio trabajando en él, pero la ciudadanía apenas lo conoció hace 10 días. La autoridad en Jalisco ignora por completo el significado del concepto "políticas públicas". Una política pública, para serlo, debe hacerse de frente a la ciudadanía. No hay motivo para creer que se venía trabajando desde finales del 2007. Tampoco hay motivos que justifiquen que los proyectos públicos, así sean con financiamiento privado, se diseñen y operen -contrario al principio de máxima publicidad- en lo oscurito. La participación ciudadana es elemento indispensable de las políticas públicas; el consenso ciudadano debe estar presente en su formulación.

No hay argumentos para justificar que tenían escondido el proyecto. De ser cierto, que desde hace dos años y medio se viene trabajando en él, habría que preguntar cuáles otros proyectos se han cocinado con la misma receta. ¿Con qué otra(s) sorpresa(s) saldrán? ¿Cuáles proyectos decidieron cancelarse y por qué razones? Permitir que la autoridad justifique su opacidad en el diseño de proyectos equivale a aceptar que la sociedad es menor de edad y acentúa los rasgos autoritarios de este Gobierno.

Estas actitudes soberbias no sorprenden. En aquella memorable cena, el Gobernador de Jalisco dijo: ¡yo sé lo que se tiene que hacer en Jalisco! Como "el que manda" sabe, debemos aceptar que se endeude, que regale, que distribuya, que ofenda, que oculte y que exija pleno e incondicional respaldo a sus iniciativas.

El problema radica en que las decisiones que se han tomado distan mucho de la sabiduría, y que las promesas han resultado petardos. ¿Dónde están las nuevas autopistas, la ampliación y extensión de las avenidas, el trazado de nuevas calles, la ampliación y extensión de la red subterránea, la remodelación y extensión de trenes urbanos y construcción de suburbanos y el macrolibramiento? Estas -y otras- obras fueron ofrecidas para estar listas en 2011 con motivo de los Juegos Panamericanos.

No pasa desapercibido que la autoridad diga que este proyecto se encuentra en el Plan de Movilidad Urbana Sustentable para la Zona Metropolitana de Guadalajara y que dicho trabajo -supuestamente- fue coordinado por el Centro Estatal de Investigación para la Movilidad y el Transporte (CEIT). El problema es que la página web del CEIT fue actualizada por última vez el 19 de junio... del 2009 y no se encuentra el documento de marras. Sí se puede consultar en la página principal del Gobierno del Estado y se observa que fue publicado el pasado miércoles y que fue creado electrónicamente hace apenas seis meses. Los documentos impresos que reparte el Gobierno no tienen fecha de publicación.

El mismo "plan" que se refiere, contiene muchas otras obras de fácil instrumentación y -se advierte- de bajo costo. Extraño que a estas obras no las suban a la vía express, a esa vía que pretende presentarlas como de urgente aprobación.

La verdadera Vía Express no es el segundo piso anunciado, sino el fast track que se pretende para aventarse esta obra. Como es exprés no hay tiempo para explicarnos qué pasa si después hay que rescatar a sus constructores, tampoco para decirnos si detrás están promotores que ya han sido rescatados.

Esta vía rápida, que pretende madrugar a los ciudadanos, ofrece llegar al destino de la aprobación cabildeando ante pequeños grupos de poder. Por eso ahorra el estorboso tráfico del consenso ciudadano. Esa es la verdadera Vía Express que se pretende inaugurar.