viernes, 19 de febrero de 2010

En defensa de lo mejor

Cinco de los siete Gobiernos estatales del PAN interpusieron sendas controversias contra la reforma que permite, en el DF, el matrimonio entre personas del mismo sexo (MEPMS). Según la versión oficial, lo que mueve al titular del Ejecutivo en Jalisco es el compromiso que tiene con la defensa del derecho a la vida, a la dignidad de la persona y al Estado de Derecho, "el matrimonio es de orden e interés público, ya que busca el sano desarrollo de la familia y el interés superior de los hijos". Si lo que dice el comunicado es cierto, surgen algunas dudas.

En el caso de la defensa del derecho a la vida y a la dignidad de las personas, llama la atención que la mayoría de los países que sí reconocen los MEPMS tienen un alto nivel en el Índice de Desarrollo Humano (IDH). Entre paréntesis se indica el lugar que tiene cada país en el IDH: Noruega (1), Canadá (4), Holanda (6), Suecia (7), España (15), Bélgica (17) y Portugal (34). Entre los que reconocen los MEPMS solamente Sudáfrica (129) tiene un IDH más bajo que México (53).

Lo anterior demuestra que esa supuesta defensa del derecho a la vida y a la dignidad de las personas es algo de dientes para fuera y evidencia que los MEPMS no atentarían contra lo que los panistas dicen defender.

En otros países existen otras formas jurídicas que consideran -en todo su territorio- la convivencia de dos personas del mismo sexo (CPMS). Es el caso de: Australia (2), Islandia (3), Francia (8), Suiza (9), Luxemburgo (11), Finlandia (12), Austria (14), Dinamarca (16), Nueva Zelanda (20), Reino Unido (21), Alemania (22), Israel (27), Andorra (28), Eslovenia (29), República Checa (36) y Hungría (43).

De los 43 países con IDH más alto, 23 consideran en la totalidad de su territorio los MEPMS o la CPMS. Nada tiene que ver la defensa del derecho a la vida ni la dignidad de la persona con estar a favor o en contra de estos temas. Lo que sí se asoma es el factor cultural y religioso. Lo anterior explicaría el comportamiento del resto de los países con alto Índice de Desarrollo Humano que no consideran los MEPMS ni la CPMS.

Se trata de países que tienen en común su ubicación en el Lejano Oriente: Japón (10), Singapur (23), Hong Kong (24), Corea del Sur (26). Los que pertenecen al mundo musulmán como: Brunei (30), Kuwait (31), Qatar (33), Emiratos Árabes Unidos (35), Bahrein (39). Los que tienen como principal religión la Ortodoxa: Grecia (25) y Chipre (32).

De la lista inicial de los 43 países con los niveles más altos de IDH, sólo quedarían 9 por analizar. Uno de esos casos es Malta (38), donde hasta el divorcio jurídico está prohibido; otros son Irlanda (5), Italia (18) y Polonia (41), donde el peso de la Iglesia Católica en la vida cotidiana es asombroso.

Uno más de esos países es Estados Unidos (13), que sí reconoce los MEPMS y la CPMS, aunque solamente en algunas entidades. Hay otros Estados que prohíben esas uniones y otros que, sin prohibirlas o permitirlas, reconocen las uniones de este tipo que se hayan contraído en el extranjero.

Esta diversidad se explica con una palabra que los Gobernadores panistas no entienden: federalismo. Por eso tampoco es creíble el cuento que invocan, de que se vulnera el Estado de Derecho en Jalisco. Curioso que en la Unión Americana, donde sí hay Estado de Derecho, coexistan diversos ordenamientos en varias entidades y allá no se vulnere.

Otro de los pretextos que se viene abajo es el de la protección de los hijos. Basta ver el estudio de la UNICEF sobre el Índice de Protección de los Derechos de los Adolescentes Mexicanos. México obtiene una calificación reprobatoria de 5.53. En ese contexto de reprobación, Jalisco ocupa el lugar 25, es una de las entidades que peor trata a los adolescentes.

Se dice que el matrimonio es de interés y orden público, pero nuestra realidad es muy distinta: hay muchas familias de madres o padres solteros, los divorcios se han incrementado exponencialmente y hay una gran cantidad de uniones libres.

Los pretextos para interponer la controversia son puros cuentos. Lo que está detrás es una convicción religiosa y un conservadurismo que la mayoría del mundo desarrollado occidental (y de América Latina) ya ha purgado. Es una batalla perdida, pero creen que deben darla y se batirán como Cruzados.


rogelio_campos@yahoo.com