domingo, 17 de marzo de 2013

Paraíso laboral

Rogelio Campos / Paraíso laboral


Mural


(15-Mar-2013).-



El 1 de noviembre del año pasado iniciaron su encargo los nuevos diputados que integran la 60 Legislatura en el Estado de Jalisco. Ya van poco más de cuatro meses desde que se sentaron en su curul, y parece que no tienen mucha prisa por limpiar la muy mala imagen que tiene el Poder Legislativo.
El problema del Congreso no es nuevo ni es responsabilidad de los actuales diputados. Es una situación que se incubó hace años, pero que se salió de cualquier control y ha adquirido una dimensión escandalosa.
A los diputados de anteriores Legislaturas se les hizo fácil empezar a engrosar la nómina. Una modalidad para hacerlo fue la creación de "órganos técnicos" que, supuestamente, auxiliarían a ciertas comisiones. En esa dinámica resultaba lógico contratar al personal necesario que operara esas instancias de nueva creación.
Al paso del tiempo, la instauración de esos órganos parece más un pretexto para dar empleo a cuates que una medida racional, sobre todo a la luz de los resultados generados por las instancias creadas.
El crecimiento de la plantilla de personal también tuvo otras causas. Casi al finalizar el cargo de tres años, a los diputados los embargaba el espíritu compasivo y generoso, y decidían "basificar" a aquellos colaboradores con los que sentían el compromiso de ayudarlos o protegerlos.
"Basificar" consiste en otorgar un puesto de base a un empleado. En el sector público hay empleados de base, los que permanecen, sin importar que se acabe una Administración. Los de confianza, llegan con la Administración entrante y se van cuando el jefe que los designó renuncia, es despedido o se acaba su encargo por cualquier razón.
Los empleados de base tienen sueldos modestos, situación que de alguna manera se compensa con la estabilidad laboral, la permanencia en su empleo. Los de confianza tienen los sueldos más altos, lo que resulta lógico por la propia incertidumbre laboral.
Pero los diputados decidieron ser muy reformistas: desafiaron la lógica laboral del sector público y crearon un híbrido. Inventaron empleos públicos que conjugan lo mejor de dos mundos: los altos sueldos de los empleos de confianza y la permanencia que ofrecen los empleos de base. Podrían llamarse empleos de "bas-fianza" o de "con-base".
Los servidores públicos que cuentan con los sueldos más altos son los que ganaron una elección. También tienen altos sueldos quienes dirigen y coordinan dependencias, y en estos casos sus atribuciones están en una ley o reglamento. Hay otro tipo de servidores públicos bien remunerados que deben acreditar conocimientos en cierta área y hasta someterse al escrutinio público en un proceso de selección. En todos los casos mencionados el cargo es temporal.
Pero la nueva casta burocrática creada por los diputados no fue electa en las urnas, tampoco acredita conocimientos especializados ni se somete al escrutinio social (de hecho se trata de personas ampliamente desconocidas), no coordinan ni dirigen, ni hay una norma -ni siquiera un manual- en donde podamos encontrar sus atribuciones o funciones.
No obstante lo anterior, estos "servidores" están en la cúspide del tabulador de sueldos, gozando de un paraíso laboral que ofrece permanencia e inamovilidad. Por si lo anterior fuera poco, están sindicalizados. Así que al parecer nadie puede moverlos de tan plácido lugar. Todo esto, por obra y gracia de los -entonces- diputados.
Debe conocerse el origen de estas "megaplazas": ¿cuál diputado gestionó cada una?, ¿qué hace el "servidor público" que goza de semejante privilegio?, ¿cuál es el "árbol genealógico político" del beneficiado?, etcétera. Además, debe hacerse lo necesario para cancelar todas estas plazas de hasta 60 mil pesos mensuales ¡de por vida! Si los diputados no se atreven a tomar cartas en este asunto, muy pronto el Judicial, el Ejecutivo y algunos órganos autónomos podrían seguir el mal ejemplo.
Si bien es cierto que esto no fue responsabilidad de los actuales diputados, sí deben actuar de inmediato ante este delicado asunto, sobre todo si es que en realidad aspiran a enderezar lo que se fue construyendo con decisiones irracionales. Si no lo hacen, será muy difícil que empiecen a limpiar la dañada imagen del Poder Legislativo.

Twitter @camposrogelio

http://derogeliocampos.blogspot.mx/

viernes, 8 de marzo de 2013

Chávez y las mujeres


Chávez y las mujeres
Rogelio Campos
8 Mar. 13

El pasado martes falleció Hugo Chávez y hoy se celebra el Día Internacional de la Mujer. Parecerían dos hechos aislados, pero no lo son, por lo menos no para los mexicanos, quienes somos muy dados a opinar sobre la Venezuela gobernada por Chávez.

Hugo Chávez siempre tuvo una muy mala imagen en buena parte de la sociedad mexicana. Eso explica que en 2006, la figura del Presidente sudamericano fuera usada por el equipo de campaña calderonista para asociarlo con AMLO. Se produjeron y transmitieron spots para que el electorado concluyera que ambos personajes eran muy parecidos.

Al régimen chavista se le acusó de dictatorial o autoritario. Sin entrar en esa polémica, y suponiendo que todas las descalificaciones tienen sustento y son ciertas, valdría la pena -a propósito del Día Internacional de la Mujer- que reflexionáramos sobre la situación de las mujeres mexicanas y las venezolanas, concretamente en la igualdad de género en ambos países.

El Foro Económico Mundial, publica anualmente el Índice de Igualdad de Género. En 2006, cuando Calderón y su equipo nos pintaban a Chávez como el mismísimo diablo, México estaba en el lugar 75 (en tanto más grande sea el número mayor la desigualdad) y seis años después descendimos nueve lugares para ubicarnos en el sitio 84.

Por su parte, Venezuela en 2006 se ubicaba en el casillero 57 y en seis años coincidentemente -al igual que México- se movió nueve lugares. La única diferencia es que mientras nuestro País se hundía en el ranking, el país sudamericano ascendía y se colocaba en el lugar 48.

Este índice tiene cuatro componentes: en uno empatamos con Venezuela y en el resto somos superados. Empatamos en atención en salud y sobrevivencia, pero en Participación Económica y Áreas de Oportunidad se ubican 30 lugares arriba de nosotros (83 vs 113); en Educación el ranking es todavía más cruel con nuestro País, pues estamos en el lugar 69 por el 29 de los venezolanos, y en empoderamiento político nos separan 13 posiciones (35 vs 48).

Todos los datos de este índice se refieren a igualdad de género y es eso lo que hoy precisamente se conmemora: la lucha de la mujer por su participación -en igualdad con el hombre- en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona.

Está muy bien que -en nuestra generosidad- nos preocupemos por el desarrollo democrático de otros pueblos y dediquemos tiempo, más que suficiente, para señalar todas las deficiencias que padecen, pero pareciera que somos "candil de la calle y oscuridad de la casa".

Si en seis años nuestro régimen democrático no alcanza para avanzar 10 lugares o más en materia de igualdad de género, y un régimen autoritario -y hasta dictatorial, como se ha llegado a calificar- fue capaz de superar nueve sitios, es señal de alarma de que algo anda muy pero muy mal en nuestro País.

Lo que la mayor parte de la sociedad mexicana le imputa a Chávez (violencia, autoritarismo, golpismo, intolerancia, etc.) es exactamente lo que describe a nuestro País en materia de género. Finalmente, resulta más conveniente -y un buen distractor- hablar y señalar esos graves defectos cuando se trata de alguien que estaba a miles de kilómetros de distancia, que hacerlo sobre nuestra realidad cotidiana.


P.D.


En 2004 fui invitado por la Oposición chavista y por el Gobierno de Venezuela para ser Observador Electoral Internacional del Referéndum Revocatorio de Hugo Chávez. Como en todo proceso de observación electoral, resulta literalmente obligado -desde varios días previos- entrevistarse y asistir a actividades proselitistas de ambos bandos y dialogar con académicos, intelectuales y periodistas. Chávez ganó ampliamente ante la mirada de cientos de observadores de la OEA, el Centro Carter y autoridades, políticos, funcionarios públicos y periodistas de todo el continente.

Entendí con claridad por qué ganó, pero lo más importante es comprender por qué y cómo llegó: estudiar los años previos al chavismo y las causas de su ascenso resulta fascinante. Sin embargo, sucede lo mismo que con la desigualdad de género: es un tema incómodo, revelador y que a muchos conviene que no se hable de eso... sobre todo a los que critican con mayor dureza el régimen chavista.


rogelio_campos@yahoo.com
Twitter @camposrogelio


 



viernes, 1 de marzo de 2013

Los gastos de Elba / El gabinete de Aristóteles

Los gastos de Elba / El gabinete de Aristóteles


Rogelio Campos

Apenas detenida Elba Esther Gordillo, fue el nivel de gasto de la lideresa sindical del magisterio lo que causó mayor furor en las redes sociales y en los medios de comunicación. Sin embargo no debería sorprendernos, porque no hacemos algo serio para evitar el lavado de dinero, el enriquecimiento inexplicable y la defraudación fiscal.

Los métodos más usados para el lavado de dinero pueden consultarse en http://www.felaban.com/lvdo/cap5_metodos_usados.html, sitio de la Federación Latinoamericana de Bancos, FELABAN, que a través de sus respectivas asociaciones en 19 países del continente -incluida la de México-, agrupa a más de 500 bancos y entidades financieras. Una revisión puntual de los métodos más usados y de las recomendaciones para evitar el lavado muestra con facilidad que en nuestro país todo eso es letra muerta.

El resultado: México es un paraíso para el lavado de dinero, según Global Financial Integrity (enero 2011), que señala que los recursos ilícitos y provenientes de la corrupción que ingresan y salen de México ascienden a 46 mil 200 millones de dólares al año.

Tampoco combatimos la defraudación fiscal, y por eso somos un paraíso fiscal de facto según la Comisión Económica para América Latina (Mural, 29/06/2010). Esta situación nos ubica en el sótano de la recaudación tributaria en todo el continente, incluso por debajo de Haití.

No hacemos algo –más allá de llenar anaqueles y estantes- con las declaraciones patrimoniales de los servidores públicos, y que deberían servir para detectar el enriquecimiento inexplicable que en muchos casos es evidente a simple vista.

No deberíamos entonces escandalizarnos por el enriquecimiento y los montos lavados y evadidos por Elba Esther pues hemos dejado de hacer todo lo necesario para evitar que se tenga temor por enriquecerse inexplicablemente lavando y evadiendo con impunidad.

La reacción consiste en decir que es un golpe selectivo y que se debe ir por Romero Deschamps y por Moreira… pero por más larga que fuera la lista seguiría siendo selectiva. Independientemente de cinco o de veinte casos, lo que debemos exigir es que la Unidad de Inteligencia Financiera, las contralorías estatales y otras dependencias hagan su tarea y actúen contra el 20 por ciento de indicios que ya tengan detectados y correspondan a los mayores volúmenes de enriquecimiento inexplicable, lavado de dinero y defraudación fiscal.

La exigencia también es para los bancos y las instituciones financieras que pertenecen a la Federación Latinoamericana de Bancos pero hacen caso omiso a sus acuerdos y recomendaciones. Se debe trabajar en esquemas que permitan una cultura de denuncia eficaz en contra de la defraudación fiscal, el enriquecimiento inexplicable y el lavado de dinero. De no hacerlo así, el caso de Gordillo, y veinte más, no pasarán de la anécdota.



Gabinete

A propósito de las designaciones de los integrantes del nuevo gabinete que encabezará Aristóteles Sandoval: deben ofrecer logros realizables y su cumplimiento. No vaya a ocurrir igual que con el gabinete de Emilio, cuando llegaron “con buenas intenciones y con la propuesta de que harán de Jalisco un Estado de primer mundo” (Mural, 13/02/2007).

Ya aprendimos que no basta con buenas intenciones ni tampoco con propuestas irrealizables, pues son las que primero desaparecen de la memoria de los secretarios del gabinete… y más grave aún es que igual se borran de la memoria del electorado.

Quizás el contraste más acentuado entre el nuevo gabinete y el que entraba en funciones hace seis años está en la designación del secretario de salud. Yo sí pondría mi salud y la de mi familia en manos del nuevo secretario, el reconocido médico Jaime Agustín González, cosa que no haría bajo ninguna circunstancia con el anterior secretario Gutiérrez Carranza, quien manejó las políticas de salud para los jaliscienses: tan condenable aquella designación como la pasividad de la sociedad que lo consintió.

Si las acciones de este gabinete resultan mejores que las del anterior, y lo son en la misma proporción del perfil del nuevo secretario de salud comparado con el de hace seis años, entonces podremos decir “estamos –mucho- mejor”, pero esa palabra la tiene el gobernador y su equipo… y una sociedad vigilante y exigente.

rogelio_campos@yahoo.com

Twitter @camposrogelio