viernes, 28 de mayo de 2010

Maromas

El Gobernador de Jalisco tuvo mala semana con los medios. Los periodistas querían su punto de vista sobre varios asuntos de interés público, entre otros: la escalada de violencia, la opacidad del estadio de atletismo y el sobreprecio escandaloso pagado por los chalecos viales que no cumplen la norma.

El Gobernador no solamente los evadió; lo hizo con su muy particular estilo y ha dejado dos frases de colección. Una señora se le acercó a plantearle un asunto, y al aproximarse los reporteros -que minutos antes él mismo había bateado- dijo a la ciudadana: "véngase para acá, luego estos muchachos echan a perder todo".

La segunda frase fue en referencia a la nota que señala la existencia de propiedades de familiares del Supersecretario Herbert Taylor, prácticamente colindantes con Chalacatepec. El Gobernador dijo: "Esa es una maroma mental que algunos reporteros se aventaron porque, si leí bien la nota que escribió Paco de Anda, esos terrenos se compraron en los 50; ah, pos' todo lo demás son construcciones mentales muy extravagantes".

La expresión "maromas mentales" no tiene -hasta ahora- identificación con nuestro vocablo, ni con el formal ni con el que utiliza en público el Gobernador. Hay una expresión muy parecida que sí es identificada de inmediato. Sin embargo, el término "maroma" es por demás oportuno y aplicable a varias situaciones que se vienen presentando.

"Maroma", según la Real Academia Española (RAE), tiene varios significados. El primero se refiere a una cuerda gruesa con las que amarran los barcos. Con este tipo de maromas el Gobernador y su equipo pretenden amarrar los cajones del Instituto de Pensiones y de la Secretaría del Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable (Semades) en los que se encuentra la información de Chalacatepec, así como la del estadio de atletismo.

Maroma también significa pirueta o cabriola. Es una voltereta. De esto saben mucho en el Gobierno del Estado, ya que pretenden darle volteretas a la ley para encontrar, forzadamente, una interpretación a su modo, como el querer hacer privado lo público.

Otra connotación de maroma consiste en una "función de circo en la que se hacen ejercicios de acrobacia". De ahí la expresión de todos conocida "circo, maroma y teatro". Todo parecido con la realidad que financia conciertos, novelas, torneos de golf, regatas de embarcaciones, entre otras actividades, es mera coincidencia.

Maroma también significa "voltereta política, cambio oportunista de opinión o partido". Por eso la RAE define maromero como "político astuto que varía de opinión o partido según las circunstancias". Aquí -en Jalisco- los ejemplos sobran: afiliarse a la CROC, decir que rompió con su partido, anunciar el placazo y luego echarse para atrás, decir que el cobro de la tenencia es necesario y luego aceptar el ofrecimiento de dejarlo de cobrar, hacer mutis con los chalecos azules que no cumplen la norma y luego decir que deben cambiarse por feos y peligrosos (le faltó decir que por caros); mutis también con la reserva de información del estadio de atletismo y luego ofrecer transparentarlo... la lista es interminable. Todos los ejemplos se refieren a una misma persona: al Gobernador de Jalisco, quien es todo un maromero -según la RAE- en el sentido literal del término.

Muchos de estos cambios de opinión no fueron voluntarios o porque los controles internos hayan funcionado y se hayan percatado de irregularidades. La mayoría de estos y otros casos tienen como causa que algún periodista, medio de comunicación, correligionario resentido o colega de la Oposición "los agarró en la maroma", que según la jerga hispana es cuando se sorprende a alguien en el engaño o en actividades reprobables o ilícitas.

Siguiendo en el terreno de las maromas, debemos acostumbrarnos a este estilo personal de ejercer el poder -que no de gobernar- ya que, como dice el refrán, "Chango viejo no aprende maroma nueva".

P.S. La información del estadio de atletismo se dijo que se clasificó como reservada atendiendo a la ley. Ayer, el Gobernador ofreció transparentar los expedientes. Si la clasificación fue legal, el Gobernador estaría violando la ley al abrirlos. La otra opción es que se haya clasificado indebidamente... o simplemente todo fue una cuestión de un término que el Gobernador trae muy presente: de maromas.


rogelio_campos@yahoo.com