viernes, 26 de noviembre de 2010

¿Y el macrolibramiento?

Hace al menos 10 años se empezaba a hablar de un macrolibramiento para Guadalajara. Este proyecto es un ejemplo inmejorable para entender la lógica y la dinámica (o inercia) de los jaliscienses.

El 24 de mayo del 2000, MURAL publicó: "Planean nuevo periférico para la zona conurbada". Mientras los jaliscienses empezábamos a pensar en un macrolibramiento, los regiomontanos lo habían puesto en operación ya en 1993. En el 2000 abordamos -una obra muy necesaria- ya con 10 años de retraso con relación a una Ciudad comparable a la nuestra.

No solamente arribamos tarde a temas trascendentales; además pareciera que, una vez que "iniciamos", no tenemos prisa. Si los regiomontanos inauguraron su periférico en 1993, los tapatíos -si bien nos va- haremos lo propio en el 2013. Los 10 años de retraso en pensar un proyecto se convirtieron en 20.

Otra característica que los jaliscienses dejamos en evidencia es la falta de jerarquización de nuestras prioridades. En el año 2000 comenzamos a hablar de macrolibramiento, cuando todavía no se hablaba de Transmilenio, BRT, Macrobús o Vía Express, y resulta que nos olvidamos de aquél para aferrarnos con frenesí a discutir proyectos nuevos. No respetamos el "derecho de antigüedad" de los proyectos o no tenemos muy claras nuestras prioridades.

También nos distingue un binomio poco afortunado: la promesa fácil y la memoria corta. El 27 de marzo del 2001 MURAL publicó: "Promete Paco un macrolibramiento": "En la presente Administración se iniciará la construcción de un macrolibramiento, para evitar que camiones de carga pesada y automotores que no tengan como destino la zona metropolitana entren a Guadalajara; el proyecto involucrará a Amatitán, Tala, Acatlán, Juanacatlán, Chapala, El Salto, Ixtla- huacán de los Membrillos y Zapotlanejo". Pero la obra no se inició durante su Administración.

Hace más de tres años y medio que concluyó el periodo para el que fue electo Ramírez Acuña, y el macrolibramiento, por él prometido, todavía no empieza a construirse. El 29 de mayo del 2006, MURAL publicó: "Los candidatos prometen", y en la nota consta la promesa de Emilio González Márquez de "construir el macrolibramiento". La buena noticia: era un proyecto del anterior Gobernador que el actual no desechó. La mala: ni con la promesa del anterior ni con la del actual se ha podido iniciar.

Cuatro años después de la promesa del Emilio candidato, ya como Gobernador, dijo (MURAL, 5/02/10) que la liberación de derechos de vía para la construcción del macrolibramiento registraba un avance importante, por lo que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes podría iniciar este mismo año la ejecución de la obra. Tampoco ha sido -ni será- así. La obra no arrancará este año.

Según Carlos Romero Bertrand, director del Centro Jalisco de la SCT (Público Milenio, 18/11/10), será en marzo del 2011 cuando se dé a conocer el fallo de la licitación para construir el macrolibramiento de Guadalajara.

No sería raro que no ocurriera lo que anuncia el funcionario: Romero Bertrand ya había dicho (MURAL, 9/02/10) que el fallo sería en julio de este año y que las obras empezarían en el 2010. Tampoco nos extrañaría que el trazo pase por el negocio, perdón, proyecto del Centro Logístico.

Sin duda, el macrolibramiento es muy necesario, desde hace muchos años, y evitaría el congestionamiento de nuestras vialidades, disminuiría la contaminación, ahorraría tiempo y aumentaría la productividad de las empresas. Además, es una obra que no ha encontrado oposición, caso contrario al Macrobús o a la Vía Express.

Por eso parece inexplicable que los gobernantes y funcionarios "soben" tanto el tema y que no resulte prioritario para ellos, o que antes que a este trascendental proyecto se aferren a otros que se sacan de la manga. Pero, sobre todo, lo que llama la atención es que este tema refleja el enorme rezago que llevamos frente a ciudades como Monterrey.

Pareciera que los jaliscienses le damos la vuelta a todo... paradójicamente no lo hacemos en este caso importante y necesario: el macrolibramiento, que le daría la vuelta a la Ciudad.