viernes, 29 de abril de 2011

Campeón de campeones

México ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil y el segundo en todas los categorías de edades (MURAL, 12 julio 2010). La fuente de este trágico dato es la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El problema de la obesidad ha crecido en todo el mundo, pero debemos preguntarnos por qué nuestro país tiene el nada honroso primer lugar mundial. Sin duda estamos haciendo varias cosas muy mal y dejando de hacer otras tantas para haber llegado a esta delicada situación.

La obesidad infantil de hoy será, por poner un ejemplo, la diabetes de mañana. El costo de los tratamientos médicos se convertirá en una amenaza tremenda para las finanzas públicas. Las instituciones de salud no serán suficientes -ni con el mal chiste llamado Seguro Popular- para tratar la cantidad de pacientes ni la gravedad de las afecciones. Al tener tantos niños obesos estamos sembrando los vientos de las tempestades que cosecharemos.

Las afecciones mayores que hoy incubamos incidirán negativamente en varios índices determinantes para medir el progreso de un país: el de Desarrollo Humano y el de Competitividad, por poner dos ejemplos.

Nos encontramos frente a un desastre sanitario de tremendas consecuencias y no estamos haciendo lo necesario para revertirlo. Se nos vendió la idea de que se combatiría la comida chatarra, y el poder del Estado se topó con el de las grandes compañías que se han enriquecido a costa de la salud de los mexicanos. Lo cierto es que no se ven por ningún lado las acciones concretas para combatir este mal.

La OMS ha exigido a los gobiernos que asuman la responsabilidad de contener el avance de la obesidad infantil. Margaret Chan, directora de ese organismo internacional así se lo hizo saber al Presidente Calderón y a su Secretario de Salud el pasado mes de febrero en la Ciudad de México (MURAL, 26 febrero 2011).

Andamos tan ocupados en la guerra contra el crimen organizado que pretendemos que "la droga no llegue a nuestros hijos", aunque paradójicamente sí les llega otro tipo de veneno que pone en alto riesgo su salud. La diferencia está en que el veneno que sin duda les está llegando es legal y se anuncia en todos los medios de comunicación, pero además los dueños de las compañías que los producen son socialmente reconocidos y empresarialmente ponderados.

Si bien es cierto que como país somos los campeones mundiales de obesidad infantil, dentro de México hay de estados a estados. En Jalisco tenemos autoridades que sí se preocupan por el deporte juvenil: tan es así que Jalisco ha ganado durante once años consecutivos la Olimpiada Nacional.

También hemos tenido en la última década a un Secretario de Salud excepcional, que por sus buenos resultados (de 2001 a 2006) fue electo presidente municipal de la capital jalisciense, aunque luego dejó ese cargo -que es irrenunciable- para regresar a esa importante Secretaría. Hoy es considerado un serio aspirante de su partido -el PAN- para ser candidato a la gubernatura.

En Jalisco nuestras autoridades se han preocupado a tal grado por el deporte de los jóvenes que desde hace más de quince años pelearon por ser la sede de la máxima justa deportiva continental. Aquí las cosas son diferentes al resto de los estados del país... o por lo menos así pareciera o así debería ser.

Sin embargo, la realidad es que en Jalisco el sobrepeso afecta a nueve de cada diez niños, según la Clínica de Obesidad del IMSS, y ya se cataloga como una alerta epidemiológica (El Informador, 18 enero 2011). Prepárese ahora para saber cuál es el estado líder en obesidad infantil de todo México: el IMSS indica que Jalisco ocupa tan deshonroso primer lugar (Notisistema, 26 abril 2011).

Paradójico que México sea la sede de los Panamericanos y al mismo tiempo medalla de oro mundial en obesidad infantil. Irónico que la entidad sede de la justa continental tenga la medalla de oro nacional. Jalisco, en este rubro, es campeón de campeones.

P.D. El presidente de la Coparmex Jalisco, que anda tan preocupado por la salud de las finanzas públicas, bien haría en pronunciarse por la responsabilidad de sus agremiados en esta epidemia que aqueja a Jalisco y que incidirá gravemente en lo que tanto le inquieta.

rogelio_campos@yahoo.com