sábado, 3 de marzo de 2007

Los retos de Emilio

Esta semana inició una nueva etapa en la historia de Jalisco. Emilio González Márquez tomó protesta como Gobernador constitucional. ¿Cuáles son las condiciones en las que González Márquez recibe el Estado? ¿Cuáles son los retos que enfrenta? ¿Cómo poder medir sus logros? Le invito a revisar algunos datos determinantes.

Emilio González recibe un Estado en retroceso económico. La revista número 85 de la Comisión Económica para América Latina de la ONU (mayo 2005) contiene el estudio "Desarrollo económico local y competitividad territorial". El estudio aborda el caso de seis países latinoamericanos y establece cuatro categorías de regiones: 1. las que están progresando de manera franca, 2. las que están progresando de manera emergente, 3. las que están estancadas, y 4. las que están en retroceso. Según los parámetros establecido por el estudio, Jalisco es una región en retroceso ("Jalisco a la baja"; MURAL, mayo 20, 2006).

Hay datos que refuerzan este planteamiento, como el hecho de que en los últimos 12 años Jalisco retrocedió del tercero al cuarto lugar en cuanto a su aportación al PIB nacional. Parecería que somos la cuarta potencia económica del país, pero el punto es que en 1995 la entidad estaba en el tercer lugar. Los dos Gobiernos panistas que ha habido en Jalisco han tenido la mala suerte de que este descenso se dé justamente en sus Gobiernos.

También tenemos el cuarto lugar en cuanto a deuda pública. En el sexenio de Ramírez Acuña la deuda pública se incrementó 50 por ciento. En ese mismo periodo la deuda del DF (tan criticada en las campañas por el PAN) se incrementó 39 por ciento, la del Estado de México 16, y la de Nuevo León 35 por ciento. Este incremento del 50 por ciento en la deuda pública de los jaliscienses no incluye la deuda que recientemente se aprobó contraer para la construcción de, tan sólo, la primera etapa de la controvertida presa de Arcediano. Si consideramos ese monto, el incremento de la deuda con relación a 2001 es de 88 por ciento. Una vez terminada la Presa de Arcediano, y siempre y cuando no se incremente el valor presupuestado de la obra, lo que se antoja imposible, la deuda de los jaliscienses habrá aumentado 116 por ciento con relación a 2001.

En el terreno de la competitividad, según el Instituto Mexicano de la Competitividad, Jalisco ocupa el lugar 16. Justo en la media tabla, lejos del cuarto lugar que tenemos en aportación del PIB y en endeudamiento.

En materia de contaminación, según el Instituto Nacional de Ecología, la Zona Metropolitana de Guadalajara está prácticamente empatada con la Ciudad de México; en algunos contaminantes llevamos incluso la delantera, así como en no pocos días hemos registrado niveles de contaminación mayores a los de la Capital.

Según el INEGI, nuestra industria manufacturera ha venido desplomándose. No solamente nos supera el DF, Estado de México y Nuevo León, lo cual parecería lógico; nos superan también Coahuila, Yucatán, Aguascalientes, Tlaxcala y Querétaro. Lo anterior es punto menos que increíble.

La UNICEF mide el respeto a los adolescentes, y toma en consideración el respeto a la vida, a la educación y a no ser explotado. En esta materia, el organismo de la ONU califica a Jalisco en el lugar 25: solamente siete entidades tienen peor calificación que nosotros.

Según la Secretaría de Salud del Gobierno Federal, Jalisco es sotanero o cuando mucho se posiciona en la media tabla en por lo menos la mitad de los indicadores que se tienen en esta materia.

Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), organismo descentralizado de la Administración pública federal, agrupado en el sector coordinado por la Sedesol, Jalisco tiene una situación más que preocupante, alarmante. Nueve entidades tienen menor rezago social que nosotros. Once entidades tienen menor porcentaje de analfabetas mayores de 15 años. 17 entidades tienen menor proporción de personas (mayores de 15 años) con la primaria incompleta. 15 entidades tienen mejor cobertura de personas con derecho a servicios de salud. 20 entidades tienen menor proporción de personas (entre los 15 y 29 años) sin la secundaria terminada. 25 entidades tienen menor porcentaje de niños (entre 6 y 14 años) que no van a la escuela. Nueve entidades tienen mejor cobertura de hogares con energía eléctrica.

Como se puede observar en estos botones de muestra, las condiciones de Jalisco no son ni por mucho las mejores. El lugar que ocupamos en estas mediciones raya en el límite de la vergüenza y la indignación. Parecería increíble que un Estado con la tradición y el tamaño económico de Jalisco ocupe en muchas listas los últimos lugares o sólo posiciones medias.

Los logros del nuevo Gobierno estarán en función de estas clasificaciones y de todas aquellas que nunca aparecen en la publicidad oficial ni en los informes de Gobierno. El grado de cumplimiento no estará en el monto que se gaste en publicidad oficial ni en las enternecedoras fotografías del gobernante con la viejecita, con un niño o en solitario. Se cumplirá, si Jalisco cuenta con políticas públicas que nos permitan salir de los sótanos de las clasificaciones. De ese tamaño es el reto; lo bueno es que se podrá medir.



rogelio_campos@yahoo.com