sábado, 19 de enero de 2008

Azteca y español

Tendríamos que recurrir a las mentes privilegiadas para saber si algún Secretario de Gobernación generó la intensidad de la polémica que se ha desatado a partir del nombramiento de Juan Camilo Mouriño Terrazo. La discusión tiene su origen en las múltiples versiones sobre sus antecedentes.

Hay fuentes que señalan que su familia llegó a México en 1978 (El Universal), y otras que en 1984 (La Jornada). Nació en 1971 y fue registrado ante autoridades mexicanas (al parecer en Madrid) en 1979.

La página Web de la Presidencia de la República nunca ha registrado su lugar de nacimiento, a pesar de que este dato sí se consigna en el caso de otros Secretarios. Hasta aquí, se podría tratar simplemente de una falla de elemental sistematización en el llenado de una información básica del Gabinete. Sin embargo, hace meses, por medio de la Ley de Transparencia se preguntó a la Presidencia si Mouriño era español... la información fue negada. El solicitante se inconformó con la respuesta y acudió al IFAI. La interposición de este recurso generó un intenso debate al interior del organismo. Llama la atención la postura del presidente del IFAI, Alonso Lujambio, quien consideró que ¡la nacionalidad es un dato confidencial!

No es lo único que llama la atención de ese debate. La comisionada Jacqueline Peschard dedujo lo siguiente: la ley exige como requisito para ser diputado ser mexicano por nacimiento; Mouriño fue diputado, luego entonces es mexicano por nacimiento. La comisionada seguramente no estudió lógica o se perdió la parte de la trampa de los silogismos.

La presión mediática logró lo que en principio fue negado por el IFAI: se hicieron públicos documentos que acreditarían la nacionalidad mexicana de Mouriño. Ahora, la publicación española Faro de Vigo y otras mexicanas podrán tomar nota del error que cometieron al consignar que la madre de Mouriño habría nacido en Avión, España, y no en la Ciudad de México. También algunas publicaciones mexicanas deberán rectificar respecto al supuesto dicho del propio Mouriño (en los 90), de que habría nacido en Campeche.

En España se aferran a considerar a Juan Camilo español. Así lo consignan tanto El Periódico de Extremadura: "Calderón consagra al español Mouriño", y el portal Terra: "Un español se convierte en el nuevo Ministro de Interior de México". Quizás como consecuencia de estas clarificaciones, los periódicos españoles dejarán de llamar al padre de Mouriño, actual presidente del equipo de futbol Celta de Vigo, "empresario español" y pasarán a nombrarlo "empresario azteca y español", al más puro estilo de Agustín Lara en el bellísimo pasodoble Silverio. Y es que Carlos Mouriño, su esposa y su hijo Carlos (además de Juan Camilo), son militantes activos del PAN, según lo reporta el padrón de afiliados de este partido. Como la militancia en partidos está reservada para los ciudadanos mexicanos, debemos suponer que lo son.

Lo anterior no obsta para que alguno de los miembros de la familia también sea español, y como consecuencia, pudiera tener la doble nacionalidad; en ese caso alguno de ellos pudiera ser azteca y español, pues de lo contrario los periódicos de España deberían de referirse al presidente del Celta como "el empresario mexicano de origen español".

Y es este punto el que sigue generando dudas en algunos analistas. Se dice que Juan Camilo habría usado en 1996 un pasaporte español expedido por el Consulado de España en Miami ("Un Secretario Ilegal en Bucareli", Granados Chapa). Esta posibilidad abre otra discusión jurídica acerca de si está habilitado al tener doble nacionalidad.

Es probable que la presión o la investigación de los medios continúen resolviendo estas dudas. También es posible que demos por sentado lo que se nos dice y hasta nos acostumbremos a usarlas y trivializarlas, como en el caso del apodo, alias o, como según se dice, se conoce a Juan Camilo, a quien sus personas de confianza llaman Iván. Incluso se dice que en su círculo íntimo le llama "Iván el Fino". No pocos columnistas suponen lo anterior y lo trivializan.

Pero EL NORTE y REFORMA publicaron el 21 de mayo y el 18 y 25 de junio de 1997 notas en las que se habla de Iván Mouriño, candidato del PAN a diputado local por el Quinto Distrito de Campeche. En ese año, el único candidato a diputado (además triunfante) fue Juan Camilo Mouriño. De hecho, hay publicaciones que registran la sorpresa de los ciudadanos cuando se registró al candidato Juan Camilo, a quien nadie conocía, y cómo cuando se publicó el nombre con la imagen se dieron cuenta de que se trataba de Iván. En ese tiempo se hablaba ya de la nacionalidad española. Entonces, eso de que nada más los cercanos lo conocen como Iván... nos lleva a la feliz conclusión de que tiene muchos íntimos.

Incluso dos años después, en una nota sobre la reorganización del equipo de precampaña de Vicente Fox (Grupo Reforma 24/4/1999), cuya fuente es Amigos de Fox A.C, se le vuelve a nombrar como Iván (Desplazan a los 'Amigos').

Estos son los inconvenientes de manejar varias versiones o de no atajar oportunamente las que no corresponderían a la realidad. En un ambiente menos serio, le pasa lo mismo a Mouriño cuando habla de futbol. En una entrevista de Grupo Reforma (23/5/2006) se confesó aficionado al Barcelona (no lo culpo), pero posteriormente declaró a Faro de Vigo que el equipo de sus amores era el Celta y que habría que pedirle al Cristo de la Victoria (protector de Vigo) por el equipo... y no es para menos: desde que su padre, Carlos Mouriño tomó al Celta, el equipo se fue de primera a segunda división.

Ojalá que Juan Camilo en Segob maneje versiones sólidas y coherentes y sepa atajar oportunamente aquellas que de no hacerlo, son potenciales generadoras de suspicacias. Que no sea como en el futbol, donde igual dice una cosa como dice la otra; y que tampoco nos pase con este Mouriño lo que pasó con el del Celta: que descendamos de división.