miércoles, 8 de abril de 2009

Cuestión de marca

No es poco lo que se juega el -ya próximo- 5 de julio. Faltan menos de 90 días para que los mexicanos renovemos a los integrantes de la Cámara de Diputados. En 12 entidades cambiarán algún tipo de autoridades locales. Elegirán Gobernador: Campeche, Colima, Nuevo León, Sonora, San Luis Potosí y Querétaro. Para los jaliscienses, es el turno de renovar munícipes y diputados locales. Al igual que Jalisco se encuentran el Estado de México, Guanajuato, Morelos e Hidalgo. En el Distrito Federal elegirán asambleístas.

En febrero, las encuestas marcaban una diferencia, a favor del PRI, de 11 puntos porcentuales. Así, el PRI se quedaría con la mayoría absoluta de la Cámara de Diputados. Es entonces que echaron a andar la maquinaria panista, que no se asusta ante una diferencia de 11 por ciento.

En Jalisco, en el 2006 Emilio González llegó a estar 17 puntos abajo: se trataba de quitarle 9 puntos a Arturo Zamora, y Emilio terminó quitándole 10 y ganando con poco más de tres.

Ese mismo año, Felipe Calderón estaba 10 puntos debajo de Andrés Manuel López Obrador: se trataba de quitarle 5 puntos y las cifras oficiales indican que -por muy escaso margen- lo consiguieron.

En el caso de Jalisco, se trató de criminalizar al candidato, y una vez que reconoció la derrota fue adulado por sus denunciantes. En el caso de la elección presidencial, se trató de atemorizar a la población haciendo ver a López Obrador como "un peligro para México".

Ahora van por un "combo", pues están tratando de criminalizar al PRI y al mismo tiempo alertar al electorado que ese partido es un peligro para el país. No parece imposible arrebatarle 5 puntos al PRI, pero las condiciones del 2006 son diferentes a las del 2009.

No obstante las diferencias, lo más interesante es el centro de las campañas del 2006 y 2009: LA MARCA. El PAN tiene -todavía- la marca de un partido de personas "buenas, decentes". El PRI tiene la marca de un partido corrupto. El PRD la tiene de uno pendenciero y caótico.

En torno a la marca giran el debate y las estrategias de los partidos. Es el prestigio -o desprestigio- de la marca el que permite a Germán Martínez asumir un desenfado formidable. Germán reclama a los priistas definición frente al crimen organizado. La marca puede más que la memoria: basta recordar que Felipe Calderón escatimó su apoyo -siendo presidente del PAN- a las acciones militares que Ernesto Zedillo instrumentaba frente al narcotráfico. Este tipo de declaraciones -algunas recopiladas en el artículo "Adivina Adivinador" (17/02/07)- fueron recogidas puntualmente por Grupo Reforma.

El prestigio de la marca permite al PAN afirmar que algunas indeseables características de la acción de gobernar sean exclusivas del PRI o del pasado priista. La marca se impone a los números y se olvida que los Gobernadores priistas -consistentemente- salen mejor evaluados en las encuestas que sus homólogos panistas.

El PAN ha generado una marca de partido denunciante, proactivo, que aborda el debate y busca la confrontación: son características de su marca. El PRI se quedó acostumbrado -como cuando tenía el poder- a que lo increparan, lo asediaran, lo denunciaran. Ante esto, las características de la marca priista son: aguantar, callar, arreglar en lo oscurito, hacer changuitos y esperar a que se diluya. Ni hablar, es la marca.

El posicionamiento de las marcas todavía permite cierto tipo de desfiguros que dan pena ajena. Si el PRD era un peligro para México en 2006, y en 2009 lo es el PRI... ¿no será que el peligro es que pierda el PAN? Si el PRD es la mitad de lo malo que dicen los panistas, y el PRI es una tercera parte... sería bueno ir pensando en abolir la democracia en México e instaurar un régimen de partido único -el PAN por supuesto- y olvidarnos de votar.


Dos caras


Así, Germán Martínez es el nuevo, Harvey Dent. Dent es un personaje de comic, aliado de Batman, como aliados han sido el PRI y el PAN desde 1988. Dent sufre un accidente -le cae ácido en la cara- y le queda justamente la mitad deforme y la otra mitad intacta. Ahí decide volverse en contra de su anterior -y oscuro- aliado.

A Germán le cayó en febrero el ácido de las encuestas y ha decidido volverse contra su principal aliado. Dent no vuelve -en la historieta- a ser aliado de Batman. Germán -aunque gane- tendrá que volver a ser aliado del PRI y comerse sus palabras, de lo contrario tendrá que aliarse con el PRD -el del peligro- o quedarse solo.

rogelio_campos@yahoo.com