Ayer en Los Pinos se presentó el Estudio sobre el Proceso Presupuestal en México. El documento fue elaborado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, OCDE. En el marco de la presentación, el flamante Secretario de Hacienda, Ernesto Cordero -el mismo que se pone a regañar a los ganadores de premios Nobel de economía-, dijo categórico "En un país como México, donde ni su gobierno ni su sociedad son ricos, no podemos darnos el lujo de tirar el dinero".
En este marco, Felipe Calderón exigió terminar con la opacidad y el derroche y enfocó sus baterías a los gobiernos de los Estados. No es un secreto que el PAN tiene una reducida minoría de gobiernos locales, y a eso podría responder el entusiasta tono del llamado presidencial. Pero su discurso no fue autocrítico con la enorme masa presupuestal que maneja el Poder Ejecutivo federal, que él encabeza.
Limitándonos a los gobiernos locales, sería conveniente escuchar la opinión presidencial y del novel (que no Nobel) Secretario de Hacienda acerca de lo que en materia presupuestal sucede -particularmente- en los estados de la región Bajío-Occidente gobernados por el PAN.
Ahí está Guanajuato, donde su Gobernador dilapidó cientos de millones de pesos para comprar terrenos que serían la sede de la nueva macro refinería. Al final, ésta se construirá... en Hidalgo. También en Guanajuato se construye -sacada de la manga- una Expo Bicentenario que tendrá un costo de al menos 900 millones de pesos.
Pasemos a Aguascalientes, cuyo Gobernador ha contratado montos históricos de deuda pública. Le invirtió fuerte a los Rayos del Necaxa, equipo de futbol con resultados fatales en lo deportivo -se fue a la Primera A- y en la tribuna.
Ya estando por estos rumbos, el Presidente de la República y el novel de Hacienda podrían -en el tema de tirar el dinero- inspirarse en el caso de la Presa de Arcediano. Además, en los millones tirados en el proyecto Alameda de la Villa Panamericana. En este caso se invirtieron cerca de 400 millones de pesos ¡nada más en terrenos! Esta cantidad representa la mitad del presupuesto que tendrá Guadalajara para obras pública en el trienio de Aristóteles Sandoval. Los terrenos panamericanos sufrieron la misma suerte que los terrenos guanajuatenses en los que se asentaría la refinería: se gastó en ellos pero los proyectos no se realizarán ahí; se tiró el dinero.
En Jalisco -al igual que en Aguascalientes- nos hemos endeudado con montos históricos, pero aquí al final no se gasta el dinero: hay subejercicio o se termina gastando en cosas distintas a las que se presupuestaron.
Por eso, a los mandatarios locales de esta mocho-región les vendrían muy bien darle una estudiadita al documento de la OCDE que pone especial énfasis en hacer presupuestos multianuales de 3 a 5 años, con estimaciones multianuales a 20 ó 30 años e incluyente, entre otras características. A ellos les quedan a la medida las palabras expresadas ayer por Felipe Calderón, en el sentido de que se debe transparentar el gasto y rendir cuentas. Si así lo hicieran, podríamos enterarnos de los grandes beneficios generados por los macrodonativos que el Gobernador de Jalisco reparte a diestra y siniestra. Quizás ahí estén -bien escondidos- los grandes logros, pero faltaría transparentarlos.
En esta dinámica propuesta, sabríamos del dinero invertido -y por invertir- en los Panamericanos: su origen, las obras construidas, las que faltan por construir, sus costos, los beneficios a obtener -directos e indirectos-, los que van a beneficiarse con el 80 por ciento de la derrama, y una larga lista de interrogantes generadas por la deficiente presupuestación, opacidad y ausencia de rendición de cuentas. Estoy hablando de enterarnos de verdad, no nada más conformarnos con esa palabrería y verborrea que prometen todo un éxito para la ciudad. Recordemos que así fueron "sustentados" los proyectos de la Villa, Arcediano, los Arcos del Milenio, el Disparate, el Guggenheim, etcétera. En todos estos casos encontramos bellos ejemplos de lo que -en palabras del novel de Hacienda- es tirar el dinero, nuestro dinero. Acá, novel Cordero: sí nos damos esos lujos.
rogelio_campos@yahoo.com
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