sábado, 31 de enero de 2009

Sí hay quinta mala

31 Ene. 09

Mientras los mexicanos nos preparábamos para el puente que ya disfrutamos, la quinta semana del año no se quiso ir sin revelarnos, en tan sólo cinco días, nuestra realidad. Los hechos ocurridos, las declaraciones expresadas y hasta las especulaciones que se han hecho reflejan con nitidez el momento que vive nuestro País y nuestro Estado.

Por un lado, Guillermo Ortiz, Gobernador del Banco de México, dijo que la economía no solamente no va a crecer, sino que se va a contraer. Habría un decrecimiento. Es como si en la tabla de posiciones a un equipo le quitaran puntos. Por otro lado, Agustín Carstens, Secretario de Hacienda, dijo que ni crecer, ni contraer. Nos estancaríamos. Nos quedaríamos con los mismos puntos, pero con más personas, más necesidades y menos empleos. Hágale caso al que quiera, el resultado es catastrófico o muy catastrófico.

En lo personal me quedo con la versión de Ortiz. La realidad indica que siempre ha tenido la razón cuando se enfrentan los pronósticos del Banco de México con los de la Secretaría de Hacienda. Ortiz ha goleado a Carstens las veces que ha querido. Además, el Fondo Monetario Internacional dice que decreceremos, también que tendremos el peor desempeño de todos los países de América Latina. Perdón, se me pasaba decir que la CEPAL también dice lo mismo, que nuestro desempeño será 3.8 veces peor que el promedio de América Latina. Revelador.

Desde Davos, el Presidente Calderón reprendió a ambos funcionarios. Yo pensaba que el Banco de México era autónomo y que como tal su titular no puede ser reprendido por el Presidente. Los argumentos de Calderón apuntan en el sentido de no crear pánico con las declaraciones; que de lo que se trata es de atraer inversión. En lo personal, creo que los grandes inversionistas, contrario a lo que todavía sucede con la ciudadanía, se guían por los indicadores y por lo que dicen el Fondo Monetario y la CEPAL.

Resulta revelador que el Presidente piense que es a fuerza de declaraciones como se atraen las inversiones. Si analizamos con esta óptica el optimismo que desborda en su discurso, también es una revelación por demás interesante. Habría que analizar con estos criterios los planes y logros: el plan de austeridad anunciado a principios del sexenio, la mejora sustancial al ISSSTE en un tiempo récord de 100 días, entre otros. La realidad de los números está lejos de la del discurso.

Con todo, el optimismo presidencial cedió frente al pesimismo. Ayer el Presidente aceptó que a México "le puede dar neumonía". En octubre del año pasado tan sólo era un catarrito. Ya no hacen falta las voces desde la Oposición, la semana revela que la oposición y la incertidumbre están dentro del Gobierno y en la cabeza de los gobernantes.

Ahí mismo, en Davos, Ernesto Zedillo moderó ayer la mesa en la que participó Calderón. De frente al auditorio, le preguntó qué siente estar del otro lado de la barrera; que si se acordaba cómo había sido el Calderón opositor. Quizás vinieron a la mente de Calderón los señalamientos que, en su momento, hizo a Manlio Fabio Beltrones y a Emilio Gamboa, a quienes prácticamente acusó de criminales. Ahora son ellos los que le han permitido un marco de colaboración en el Legislativo. Quizás también vino a su mente el recuerdo de los regateos que hizo sobre los operativos militares en contra del narcotráfico. Ahora es una de sus principales banderas. Ni hablar de los adjetivos que llegó a proferir al que hoy es su principal aliado: el PRI. Las vueltas que da la vida resultan reveladoras.

Mientras eso ocurría en Davos, en Estados Unidos vimos a Obama tundiéndoles duro a los directivos de empresas rescatadas. Arremetió con energía frente a los despilfarros que están haciendo actualmente. Por un lado piden el rescate del Gobierno y por otro se reparten bonos millonarios en dólares y compran aeronaves de súper lujo. Aquí, esa actitud presidencial es inimaginable. Revelador que en México el poder político esté postrado ante el ¿todavía? poder económico.

En la misma Unión Americana veíamos caer a un Gobernador, el más impopular de Estados Unidos. Juicio expedito. Aquí... ni pensarlo. Ni duda que hay más pruebas contra el "Góber Precioso" que contra Blagojevich. Allá, Obama se deslindó ipso facto. Aquí... Góber y Presidente departen en actos públicos.

¿Qué pasaría si el Secretario de Salud de Illinois aceptara que alteró las cifras de salud pública, como ocurrió esta semana en Jalisco? No lo sé. Aquí, nada.La semana también nos reveló el divorcio de las imágenes y la realidad. MURAL publicó que aquella famosa foto del Gobernador Emilio González, vestido con la playera de las Chivas y haciéndola de albañil, no se vio reflejada en la culminación de los miles de pisos de cemento prometidos.

Y vaya especulación deja la quinta semana del año. Un periódico de Yucatán revela lo que sería la conversación completa en la cabina del Lear Jet 45. Según la publicación, que asegura además tener fuentes militares, el propio Mouriño piloteaba la aeronave.

Dice el refrán que "no hay quinto malo". La quinta semana del año vino a demostrar que la excepción confirma la regla.

rogelio_campos@yahoo.com

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