La expresión coloquial "se lo sacó de la manga" se utiliza cuando alguien sorprende a otros con algo que no se esperaba. En Argentina dicen "se lo sacó de la galera". Difícilmente puede encontrarse una mejor forma al referirse a la propuesta de financiamiento para la Villa Panamericana.
En julio del 2007, en la víspera de la inauguración de los decimoquintos Juegos Panamericanos, una comitiva mexicana visitó Río de Janeiro. Fue en el marco de la reunión ejecutiva de la Organización Deportiva Panamericana (Odepa) cuando se presentó la propuesta sobre la construcción de la Villa Panamericana.
Los detalles se dieron a conocer en un boletín de prensa de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte(Conade) del 9 de julio del 2007. Al referirse a los programas de financiamiento para la Villa, Alfonso Petersen presentó cuatro opciones: la primera era la aportación de los terrenos -propiedad de los Gobiernos estatal y municipal- y sería considerada como una aportación a capital; la segunda consistía en una aportación de los propietarios de las fincas, quienes a cambio de sus inmuebles, abonados a capital, obtendrían el beneficio de una propiedad nueva; la tercera consideraba una aportación de Pensiones del Estado y que las viviendas fueran adquiridas por servidores públicos.
La última opción contemplaba la aportación de capital de algún desarrollador inmobiliario que se interesara. En ningún momento se habló de un crédito, mucho menos que el Municipio fuera el deudor.
Algo pasó entre el 8 y el 16 de julio del 2007. El 17 de julio MURAL publicó una nota ("Me la voy a rajar") que hace referencia a la expresión coloquial usada por Alfonso Petersen para "sacar adelante" el proyecto de la Villa en el Parque Morelos. Ahí ya no se habla de cuatro opciones de financiamiento, sino de cinco inversionistas: los Gobierno federal, estatal, municipal, inmobiliarias o instituciones de financiamiento público para vivienda, y particulares. No se mencionó un crédito ni la intervención de un banco privado, como en la propuesta que se presentó recientemente para endeudar al Municipio.
Nuevamente, algo pasó entre aquella fecha y el año que transcurre. El 12 de febrero MURAL publicó "Preocupan Juegos del 2011". Petersen ya no habló de opciones de financiamiento ni de inversionistas, sino de estrategia financiera: "La estrategia financiera que estamos nosotros solicitando es una estrategia de participación bipartita, el Municipio de Guadalajara aporta los predios y la constructora aporta los recursos necesarios para llevar a cabo la construcción". De las cuatro opciones pasamos a los cinco inversionistas y de ahí a la estrategia bipartita... pero en ningún momento aparecía la palabra crédito o deuda pública.
Por eso llama la atención que la autoridad -municipal y estatal- se rasgue las vestiduras y acuse a la Oposición de estar en contra de los Juegos. La propuesta de endeudamiento es una alternativa sacada de la manga, que refleja improvisación e irresponsabilidad. No es lo único que se ha sacado de la manga; lo mismo sucedió con el nuevo proyecto -la famosa L- que no tiene nada que ver con el original.
"Sacarse algo de la manga", según la Real Academia Española (RAE), significa "decirlo o hacerlo sin tener fundamento para ello". Al parecer eso sucedió con las cuatro opciones, los cinco inversionistas o la inversión bipartita: todo se dijo sin tener fundamento.
No fue lo único que se pretendió hacer sin fundamento. Se intentó endeudar al Municipio por mil millones de pesos, luego por 500 millones. La Ley de Deuda Pública lo prohíbe. Un Municipio no puede hacerlo por más del 10 por ciento de su presupuesto, sin considerar el monto a endeudarse. Ni los 500, y mucho menos los mil se ajustan al supuesto legal. Ese era argumento suficiente para que los regidores lo rechazaran: violación del marco normativo.
La RAE también define el término "echar de manga", que es valerse de alguien con destreza y disimulo para conseguir lo que se desea, sin darlo a entender. También eso estaría pasando: están echando de manga de los ciudadanos.
Según el comportamiento presupuestal de los últimos años, mil millones de pesos equivalen al presupuesto de toda la obra pública que puede hacer el Municipio de Guadalajara en tres años. No sólo estamos frente a soluciones sacadas de la manga, sino que nos están echando de manga con la pretensión de un esquema de gasto público de manga ancha.
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