No solamente nos azota una epidemia de influenza, también una gravísima de incongruencia. Para la primera existen medicamentos, aunque pueden no resultar suficientes para todos. No es necesariamente mortal, aunque la probabilidad de morir aumenta -por una extraña razón- para los que vivimos en México. La segunda es la que parece no tener cura, es definitivamente mortal... por lo menos de risa.
Según la Real Academia Española (RAE), congruencia es conveniencia. A ninguna persona le conviene contagiarse. La epidemia de incongruencia se manifiesta en la proporción tan grande -como absurda- de personas que no siguen las recomendaciones oficiales. Miles de personas de compras, paseando, vacacionando como si nada pasara.
Sinónimo de congruencia es la coherencia, definida como la conexión, relación o unión de unas cosas con otras. Incoherencia es lo que arrojan las explicaciones oficiales respecto a los números de casos: probables, sospechosos, defunciones, etcétera. Ante tal incongruencia, resulta coherente que los países -que condenamos- hayan extremado sus precauciones, como limitar vuelos o poner en cuarentena a pasajeros provenientes de México. Incoherencia es lo que manifiesta el Gobierno mexicano en su berrinche contra estas acciones.
Incongruencia es llamar discriminación a lo que en estricto sentido no lo es. El Gobierno chino puso en cuarentena no sólo a los mexicanos, sino a los pasajeros de un vuelo proveniente de México, entre los que también había chinos. La discriminación que condenan los tratados internacionales es por motivos de raza, nacionalidad, sexo o religión. No es el caso. A nadie le gustaría pasar por lo que ellos vivieron, y es loable haberlos traído de regreso a la brevedad. Lo que es incongruente es no llamar a las cosas por su nombre y buscar el aplauso facilón.
Tan es incongruente, que el Gobierno mexicano suscribió en 2007 la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte (ASPAN). Este acuerdo de Canadá, la Unión Americana y México -firmado por Calderón- contiene un plan norteamericano contra la influenza aviar y pandémica. El acuerdo considera un aislamiento apropiado y medidas de cuarentena para individuos que se sospeche que están infectados, incluidos aquellos con quienes tuvo contacto y que pudieran haber estado expuestos.
Aunque el "rescate" fue ampliamente difundido, pasó desapercibido el que uno de los pasajeros fue diagnosticado -cuando llegó a su destino- con la influenza A H1N1. También -casi- pasó desapercibido que una veintena de estudiantes canadienses -provenientes de Québec- fueron puestos en cuarentena. Entonces no es contra los mexicanos... pero la historia completa -congruente- no vende ni genera patrioterismo.
Incongruencia es continuar en Fase 5 y relajar las medidas. Incongruente es decir -según declaraciones del Secretario de Salud- que México aplicó medidas de Fase 6 y quejarse de que otros países las hubieran aplicado. Seguramente sólo nosotros podemos aplicar medidas de una fase superior: ¡cómo se atreven otros países a hacerlo!
Solamente nuestro Jefe de Estado -en su momento- puede referirse a los nacionales de China como "viles chinos", o decir que "los mexicanos hacen trabajos que ni los negros quieren hacer" y referirse a las mujeres como "lavadoras de dos patas". Todo un concierto de discriminación de nacionalidad, raza y sexo. Esa sí.
Incongruencia al salir a defender a los mexicanos en cuarentena y ser tibios frente a la discriminación que sufren nuestros compatriotas al otro lado de la frontera. Incongruencia al condenar la discriminación y ser uno de los países con prácticas más discriminatorias con nuestros hermanos centroamericanos en México, con los indígenas y con las mujeres.
Incongruencia al no instalar un comité de emergencia, tal como lo señala para estos casos la guía de la OMS. Paradójicamente, Argentina -país al que condenamos- sí lo constituyó. Incongruencia es que el partido en el poder ataque ferozmente al PRI, mientras Calderón se reúne -en dos ocasiones- para evaluar el tema de la influenza con quienes fueron Secretarios de Salud, la gran mayoría de ellos en Gobiernos priistas.
Incongruencia es no tomar tiempo aire del espectro radioeléctrico para difundir amplia y sistemáticamente información de calidad, en la medida del problema que se enfrenta. La OMS recomienda en Fase 5 -en la que estamos- que "de cara a la ciudadanía" se disminuya el transporte público, no asistir a clases, modificar los horarios laborales y minimizar los niveles de interacción fuera del hogar.
Quizás libremos la influenza... de lo que no nos salvamos es de la incongruencia.
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