Este proyecto no ha estado exento de críticas, que no se refieren a la no terminación de la obra, como en el caso del Teatro de la Ciudad y de Los Arcos del Milenio, sino al hecho de que la UdeG haya destinado recursos a la construcción de esta obra
La próxima semana abrirá sus puertas al público el Auditorio Metropolitano. Este inmueble y la Nueva Biblioteca Pública de Jalisco Juan José Arreola serán las dos instalaciones emblemáticas del Centro Cultural Universitario (CCU); proyecto de urbanización encabezado por la Universidad de Guadalajara, que pretende convertirse en un distrito cultural que albergue áreas de esparcimiento, comerciales y de vivienda.
En la página de Internet www.centrocultural.org.mx se encuentra la información del CCU, proyecto iniciado en 2001 y que planea un Conjunto de Artes Escénicas compuesto por una sala de conciertos, música y ballet; un teatro de las artes, un teatro estudio, una sala de música de cámara y una plaza de espectáculos al aire libre, además de un museo de ciencias ambientales.
De estas obras proyectadas, la biblioteca se encuentra aún en construcción (recordemos que los jaliscienses no contamos actualmente con un edificio que albergue la biblioteca pública central) y con recursos asignados para su terminación, y el Auditorio Metropolitano habrá de estar listo el lunes próximo para los ensayos de su gala inaugural.
La obra es resultado del trabajo de reconocidos profesionales en arquitectura, asesoría teatral y acústica; impresionante por fuera y deslumbrante en su interior. Tiene una capacidad máxima similar al Auditorio Nacional, con la ventaja de ofrecer 16 configuraciones de aforo, desde 2 mil 700 hasta poco más de 10 mil espectadores. Adicionalmente, cuenta con la ventaja de poder ofrecer hasta tres espectáculos diferentes el mismo día, mientras que el Auditorio Nacional solamente puede montar un espectáculo diario. Por si lo anterior fuera poco, ubica al espectador más lejano a 64 metros del escenario, mientras que en el Auditorio Nacional la distancia es de 100 metros.
Según la revista estadounidense "Pollstar", el Auditorio Nacional de México ocupa el número uno en la lista de los mejores escenarios del mundo para ofrecer espectáculos artísticos, superando al Fox Theatre, en Atlanta; el Radio City Music Hall, y el Madison Square Garden, ambos en Nueva York; el Universal Amphitheatre, en Los Angeles; y el Heineken Music Hall, en Amsterdam, Holanda. Los rubros que se califican son seis: venta de boletos, atención, eficiencia, instalaciones, tecnología y la diversidad de su programación. En instalaciones y tecnología, el Auditorio Metropolitano arranca con ventaja; el reto consistirá en tener un buen desempeño en los demás rubros.
Este proyecto no ha estado exento de críticas, que no se refieren a la no terminación de la obra, como en el caso del Teatro de la Ciudad y de Los Arcos del Milenio, sino al hecho de que la Universidad de Guadalajara haya destinado recursos a la construcción de esta obra. Lo que no se dice con claridad es que la Casa de Estudios invirtió sólo una tercera parte del costo, ya que el resto fue aportado por el Gobierno del Estado y el Ayuntamiento de Zapopan.
Tampoco se contextualiza el hecho de que histórica y recientemente algunas universidades del País han emprendido proyectos similares, esos sí con costo total para esas casas de estudios. Otro elemento que deja de aportarse en la contextualización es el costo que este tipo de inmuebles tiene en otras partes de México y del mundo; si se recurre a estos datos, se aprecia con claridad el costo razonable de una obra con estas características.
En las críticas tampoco se menciona el hecho de que este inmueble es una de las pocas obras ya terminadas que serán sede de los Juegos Panamericanos de 2011. En el sitio de Internet www.guadalajara2011.org.mx se anuncia que en este recinto tendrán lugar las justas de baloncesto.
Un proyecto de estas características no puede estar exento de críticas y señalamientos, independientemente de estar de acuerdo con las obras que se realizan. Lo que llama la atención es que estamos frente a obras terminadas, de alta calidad, y que el proyecto no se quedó en ocurrencia, idea o plan, sino que pasó a los hechos; que unió voluntades, esfuerzos, recursos, y además sigue avanzando, con la construcción de la biblioteca. Los estudios de caso de este proyecto seguramente recogerán las críticas y señalamientos, pero también la fórmula que permitió su realización.
rogelio_campos@yahoo.com
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