Abril ha sido el mes decisivo en las elecciones presidenciales del 2000 y del 2006. También el cuarto mes del año fue crucial en la elección de Emilio González Márquez. Los registros indican que si algo relevante pasa, necesariamente ocurre en abril.
Para hacer campaña, los candidatos cuentan con 75 días, pero si antes del 15 de mayo las contiendas no se hacen más competitivas, reflejándose en acercamiento de las preferencias, las últimas seis semanas podrían ser de mero trámite. De ahí que las próximas cuatro semanas sean cruciales.
Actualmente, las encuestas independientes sobre preferencias para la Gubernatura de Jalisco marcan una diferencia de 20 puntos entre el primero y el segundo lugar; en el caso de la Presidencia de la República, la distancia es mayor. Para que la elección sea competitiva se requiere que la distancia -cuando mucho- sea de un dígito (menor a 10 puntos). Fox y Calderón, desde noviembre de 1999 y del 2005, respectivamente, -en promedio- siempre estuvieron a una distancia menor de un dígito.
Lo anterior explica las declaraciones de Josefina Vázquez Mota (a 20 puntos de Peña Nieto) y de Alfaro (a 32 puntos de Aristóteles): ambos declararon esta semana que "sus" encuestas los ubican a "un dígito" del puntero.
Ni Josefina ni Alfaro dicen cuál es su casa encuestadora, tampoco muestran resultados, y ni qué decir de la metodología. Ambos saben que no es cierto (no pasarían la prueba del polígrafo), pero decirlo es importante para conservar el ánimo de sus seguidores y para que los indecisos los sigan considerando viables.
Abril ha sido el mes decisivo en las elecciones. Fox venía de atrás: en noviembre de 1999 las encuestas lo ubicaban, en promedio, a 6 puntos del candidato priista. Fue en el cuarto mes del año 2000 cuando por primera vez las encuestas registraron un empate técnico con Labastida (MURAL, 24/04/00).
En noviembre del 2005 Calderón estaba, en promedio, a 7 puntos de AMLO, y fue en abril del 2006 cuando emparejó la contienda (MURAL, 25/04/06). En el cuarto mes del 2006 todas las encuestas marcaban un empate técnico. Considerando el margen de error, la mitad de las encuestadoras ubicaba al abanderado panista al frente y la otra mitad a AMLO.
En enero del 2006, Emilio (40 puntos) se encontraba a un dígito de Arturo Zamora (48). En abril ya habría empatado: Emilio contaba con 48 puntos contra 45 del abanderado priista, en un franco empate técnico (MURAL, 11/05/06).
Los registros de la historia reciente indican que, para que la elección sea competitiva, el segundo lugar debe estar a un dígito del puntero; y que lo que no pasa en abril... ya no pasó. Algunos dirán que cada elección es diferente. Efectivamente, para remontar, ésta es más difícil que las anteriores.
En la elección -para Gobernador de Jalisco y Presidente de la República- la distancia entre el primer y segundo lugar es, por mucho, mayor a un dígito: 20 puntos (o más). La única oportunidad que tienen los candidatos abajo del puntero es que, a más tardar en la primera semana de mayo, las encuestas hayan registrado una drástica reducción de la actual diferencia para quedar a un dígito.
Considerando el alejamiento del primer lugar, la situación de Josefina luce mucho más complicada que la de Fox y Calderón a estas alturas de la elección: está a más del triple de distancia que los dos candidatos panistas que probaron suerte en el 2000 y en el 2006. Adicionalmente, va en descenso, motivo por el cual dos encuestadoras (GEA-ISA y Mitofsky) ya la ubican en un empate técnico con AMLO: el segundo lugar está en duda.
En este escenario -de empate técnico en el segundo lugar- los votos que se le quiten al puntero no se decantan claramente por Vázquez Mota o por AMLO, y la situación se hace mucho más complicada para remontar.
Si Peña Nieto y Aristóteles tienen mejores condiciones numéricas que sus antecesores, por lo que verdaderamente están de plácemes es por la presencia de AMLO y de Alfaro, que mantienen una lucha por el segundo lugar con los panistas. Únicamente entre el segundo y tercer lugar es donde, hasta ahora, existe contienda, no más. Es en abril cuando las cosas pueden cambiar... después, se incorporará otro adversario más poderoso e inclemente: el tiempo.
rogelio_campos@yahoo.com
Twitter @camposrogelio
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