Llaman la atención los dichos de Madero, porque acepta que los gobiernos emanados de su partido son iguales -en este tipo de resultados- al PRI, siendo que el blanquiazul siempre ha ponderado su mejor proceder y desempeño. Ni qué decir de los vocablos bélicos adoptados por el líder panista, al referirse al "arsenal" con el que cuenta; quizás se contagió del discurso del gobierno federal o lo traicionó su subconsciente.
¿Qué tan ciertos son los dichos de Madero? El promedio de homicidios en la última década de los gobiernos priistas es de 14,413 por año, mientras que la década de gobiernos panistas reporta un promedio anual de 12,701. Hasta aquí tiene razón el presidente del PAN.
Ahora bien, ¿qué ha pasado en los últimos tres sexenios? Zedillo recibió el país con 15,844 homicidios -cometidos en 1994- y el último año de su sexenio lo entregó con 10,783 (32 por ciento menos). Vicente Fox recibió la cifra anterior, y el último año se reportaron 8,507 (11 por ciento menos). En 2010 fueron 24,374: un aumento de 186 por ciento, considerando los números entregados por Fox. Todos los datos expuestos son los anotados por el INEGI.
La situación es más grave, ya que la cantidad real de homicidios es mayor a la del INEGI, pues éste no tiene la capacidad técnica para contar todos los muertos. El instituto se basa en actas de defunción, pero hay una cantidad considerable de muertos sin acta. Los "desaparecidos" pueden tener ese carácter por años antes de ser declarados oficialmente muertos.
El INEGI tendría que contratar videntes que indicaran cuántas fosas clandestinas existen y cuántos muertos hay en cada una de ellas para así acercar las cifras oficiales a la cantidad de víctimas reales. Recientemente se han encontrado decenas de fosas -con docenas de cadáveres- que corresponden, en todos esos terribles casos, a muertos de este sexenio.
Madero quiere equiparar homicidios con violencia y se equivoca. Los científicos han tratado de medir la violencia aplicando una cierta metodología. Un caso representativo es el Índice Global de Paz, elaborado por el Institute for Economics and Peace junto a un panel internacional de expertos provenientes de institutos para la paz y grupos interdisciplinarios, además del Centre for Peace and Conflict Studies de la Universidad de Sydney, con datos procesados por la Economist Intelligence Unit.
El estudio evalúa 153 países, y Gustavo Madero haría bien en revisarlos. En 2007 México se ubicó en el lugar 79; en 2008 en el 93; en 2009 en el 108; en 2010 en el 107; y en 2011 en el lugar 121. Los homicidios solamente son un indicador de los 24 que considera este estudio.
Antes de usar su "arsenal" contra otro partido, Madero debería visitar a los científicos, intelectuales y académicos internaciones que hacen estos estudios, o de plano mandarles su "arsenal" de datos positivos. Si éstos son tan contundentes, seguramente reconsiderarán nuestras pésimas calificaciones y nos reubicarán en un mejor lugar.
El señor Madero debería ser más desinteresado y no pensar solamente en términos partidistas. Si lo hiciera, podría publicar ese "arsenal" en los medios de comunicación o subirlo a internet. Así, los mexicanos que -temerosos- salen a las calles y carreteras, no pocas de ellas federales, podrían imprimir esa información y pegarla en el parabrisas de su automóvil. Con eso quizás podría defenderse de los criminales, que no solamente matan, sino que roban, hieren y secuestran.
Si el "arsenal" que tiene el señor Madero no sirve para ahuyentar a los criminales, podría tal vez ayudar al gobierno emanado de su partido a revertir la percepción ciudadana, ya que según la última encuesta de este diario, el 52 por ciento de los ciudadanos piensa que va ganando el crimen organizado, y sólo un 27 por ciento opina que la ventaja es del gobierno federal (MURAL, 1 de agosto). Triste situación.
rogelio_campos@yahoo.com
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