viernes, 26 de febrero de 2010

Del mismo palo

El 4 de julio se elegirán Gobernadores en 12 Estados de la República. Los resultados de ese día serán una variable de la mayor importancia para la elección del 2012. Las encuestas para Presidente de la República (Mitofsky), al mes de enero, muestran al PRI con 39 por ciento, al PAN con 17 y al PRD con 11.

Así es como se explica la importancia de parar las tendencias, que desde el 2007 se han caracterizado por un avance del priismo -en posiciones de poder y aceptación de la sociedad- y un desplome del partido en el poder. El nivel de rechazo del PAN registra niveles históricos, mientras que el PRI tiene el menor nivel de rechazo entre los tres partidos "grandes". Detener (o contener) al PRI en el 2010 resulta decisivo para mantener vivo el ánimo entre la militancia de Acción Nacional, que para lograrlo recurrió al viejo -y siempre vigente- principio de la política: "el enemigo de mi enemigo es mi amigo". Fue con el PRD y lo invitó a que juntos enfrentaran a su enemigo común.

Bajo la óptica, y con el vocablo perredista, los espurios convencieron a los legítimos para defendernos de la amenaza que representaría el regreso del PRI. Pero bajo la óptica y con el vocablo panista, ¿no eran los perredistas quienes representaban un peligro para México? Extraño. Aún más: durante varios meses -en la antesala de la elección del 2006- el PRD mantuvo el primer lugar de las preferencias y ahora es tercero. El PRI quedó en tercero y ahora es primero. Nada está escrito.

Ideológicamente, los panistas son de derecha -en términos económicos- y conservadores -en cuestión de valores morales-. Por el contrario, los perredistas son de izquierda y, además, liberales. ¿Cómo es posible entonces que se junten el agua y el aceite en el 2010? Si lo anterior resulta confuso o difícil de entender, esta alianza tiene otro elemento que desafía los límites de la imaginación: en varios Estados los candidatos de la Alianza PAN-PRD ¡serán ex priistas!

Es el caso de José Rosas Aispuro, en Durango, diputado en tres ocasiones y Presidente Municipal -siempre por el PRI- y, para rematar, presidente de su partido en ese Estado. Adicionalmente, es muy cercano a la maestra Elba Esther Gordillo.

En Oaxaca, Gabino Cué, militante de Convergencia, ex militante del tricolor y un político impulsado de manera recurrente por Andrés Manuel López Obrador. A Cué también se le atribuye el apoyo de la presidenta del SNTE.

En Puebla tenemos el caso del Senador panista Rafael Moreno Valle, un joven político talentoso y con excelente formación. Moreno Valle fue priista. ¿Con quién cree que tiene una cercana relación Moreno Valle? ¡Adivinó! Con Elba Esther Gordillo.

En Sinaloa, estamos a horas de conocer si el senador -todavía priista- Mario López Valdez, "Malova" resulta el candidato aliancista. Todo indica que sí. "Malova" recibiría el apoyo de Elba Esther a través del ex Gobernador sinaloense Juan S. Millán.

En Quintana Roo el PAN no va en alianza con el PRD, pero su abanderado será Gustavo Ortega Joaquín. Ortega hizo la mayor parte de su carrera política en el PRI y llegó a ser Secretario de Turismo del Gobernador Mario Villanueva, que actualmente se encuentra preso en el vecino país del norte acusado por delitos relacionados con el tráfico de drogas.

En Veracruz, Miguel Ángel Yunes, priista la mayor parte de su vida, ahora será el abanderado panista en aquella entidad. Su estrechísima relación con Elba Esther Gordillo es del dominio público. Aquí el frenesí puede llevarnos a otra dimensión: Gerardo Buganza, candidato panista hace seis años y actual senador por el PAN ¡podría ser el candidato del PRD!

La consigna es detener al PRI como sea, cueste lo que cueste. Lo demás es lo de menos. "Para que la cuña apriete debe ser del mismo palo" y se han decantado por ex priistas. Los principios democráticos de elección -tan presumidos por el PAN- pueden esperar; no importa saltarse la consulta a las bases, los méritos partidistas y todo ese bello fraseo que tan bien les sale a los del blanquiazul.

Se trata de detener al PRI que, en términos ciclísticos, se ha fugado. A como dé lugar, no importa si para lograrlo deba ganar un ex priista. El hecho de que hayan abandonado a su otrora partido político los ha limpiado de tan horrible pecado.


rogelio_campos@yahoo.com

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